En pleno desierto, el complejo hotelero Alto Atacama obtiene agua con una alta concentración de sales desde un pozo profundo, la que luego es tratada con osmosis invertida para ser consumida.
Se trata de una iniciativa en la que la empresa ha invertido más de US$ 100 mil y que se suma a otros US$ 160 mil inyectados en proyectos para reutilizar el recurso hídrico para el riego. La idea es promover la eficiencia del agua, como una de las principales medidas sustentables que impulsa Alto Atacama.
“El 100% del agua de riego se obtiene de una planta de tratamiento de aguas grises. Toda el agua que se usa en las piscinas es tratada para obtener la máxima pureza. Así, el recurso extra del pozo que luego se ocupa en el hotel, se devuelve nuevamente a la tierra a través del riego”, explica Felipe Mac-Lean , gerente general de Alto Atacama Desert Lodge & Spa.
Reciclaje y CO2
Aunque no existe una planta de reciclaje en la II Región, el hotel divide toda su basura no orgánica (incluidos aceites y baterías) y despacha periódicamente papeles, plásticos, cartones, papel y latas a Santiago. El vidrio es entregado a Fundación Coaniquem.
“Estamos trabajando en un proyecto con la comunidad para impulsar un programa de reciclaje eficiente en San Pedro de Atacama, y en otro donde se está implementando un sistema propio de vermicompostaje para tratar residuos orgánicos”, añade Mac-Lean. En el vermicompostaje, lombrices rojas especialmente seleccionadas ingieren materia orgánica y la transforman en humus o vermicompost.
Además, desde 2009 están monitoreando sus emisiones de CO2 e instaurando un plan de seguimiento periódico del consumo de gas, que luego se extenderá al agua y la electricidad, información que servirá para calcular la huella de carbono.
Mac-Lean adelanta que la empresa evalúa implementar un proyecto de generación eléctrica a partir de paneles solares para calentar el agua de las piscinas y del hotel.