Por Karen Ríos
Para aumentar la transferencia de conocimiento y generar más innovaciones, la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) hace un año y medio creó una Vicerrectoría de Investigación. Y es que aún cuando esta casa de estudios se ha consolidado como una entidad “fructífera” en materia de investigaciones en sus más de 120 años de vida , el objetivo que se plantea hoy es lograr que éstas lleguen a los mercados.
“Las dos grandes prioridades de la universidad son formar personas e investigar. Pero ahora debemos asumir el desafío de ser capaces de contribuir al país con innovación y transferencia”, sostiene Juan Larraín, vicerrector de Investigación de la entidad educacional.
Una de las metas específicas, enumera Larraín, es aumentar el número de patentes que derivan de las más de 1.000 publicaciones ISI anuales que tienen sus doctores e investigadores. De ese universo, en los últimos 10 años se han solicitado 130 patentes, de las cuales sólo 30 han sido aprobadas.
“Estamos muy entusiasmados porque negociamos nuestras primeras tres licencias. Estamos hablando con empresas locales, extranjeras e incluso con fondos de venture capital”, afirma Larraín. Se trata de dos proyectos de ciencias biológicas y otro de ingeniería (la empresa Sirve, creada por el decano Juan Carlos de la Llera).
Aprovechar los recursos
La Universidad Católica trabaja actualmente en más de 500 proyectos liderados por un número similar de doctores. En detalle, se trata de unas 400 ideas apoyadas por capitales públicos (Conicyt, Corfo) y el resto son ideas pequeñas que son financiadas por la universidad (algunas tienen eje en fomentar investigaciones multidisciplinarias).
Para coordinar el trabajo con el sector privado (son unas 100 empresas gracias a los proyectos Fondef), la universidad está creando desde hace un año la que será su futura Oficina de Transferencia Tecnológica. “Queremos convertir estas investigaciones en innovaciones concretas”, resalta Larraín.
A nivel académico, esta vicerrectoría estudia incluir cursos para enseñar “habilidades blandas” como liderazgo y el saber “negociar” a los 900 alumnos matriculados en sus 31 doctorados. En el caso de pregrado, la idea es acercar la investigación a todos los estudiantes, tal como sucede en las áreas de ingeniería.
Otro punto a favor será la construcción del Centro de Innovación Tecnológica Anacleto Angelini que se espera comience a operar en el campus San Joaquín en el año 2013, gracias a una donación de Empresas Copec.