Por C. Marín y F. Orellana
“Hay que tener varios Bill Gates en Chile”, comenta Raúl Ciudad, presidente de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información. Y es que al pensar en el modelo del universitario emprendedor que crea una empresa de alto impacto y potencial éxito saltan a la mente los casos de Microsoft, Facebook y otros que jóvenes con espíritu emprendedor lograron forjar desde las salas de clases.
En Chile esta tendencia, aunque está partiendo, ya está tomando fuerza. El emprendimiento se ha ido incorporando en las mallas académicas en las universidades y la creación de incubadoras y concursos de ideas es el comienzo de una corriente que podría generar empresas más innovadoras que empujen a la economía hacia el desarrollo.
“El emprendimiento, la I+D y la innovación, representan un gran motor para la economía y, por tanto, es fundamental que se incluyan dentro del currículo escolar (básica y media), educación técnica y universitaria”, explica Patricio Vargas, vicerrector Académico de la Universidad Federico Santa María y director del Instituto 3IE.
A juicio de Vargas, esto permite crear a mediano y largo plazo “las bases necesarias para formar profesionales que cuenten con competencias duras y blandas, no sólo asociadas al conocimiento específico, sino también a la capacidad de integrar, emprender e innovar, de modo que puedan liderar proyectos y crear sus propias empresas. Con esto también se crea un entorno favorable para desarrollar nuevos negocios y una cultura de emprendimiento”.
Tecnología y más
Hay sectores que presentan mayores facilidades para que los universitarios emprendan. Es el caso de las carreras tecnológicas, donde el conocimiento adquirido permite a los alumnos crear aplicaciones sin necesidad de invertir más que su propio tiempo en ello, al menos en su etapa inicial.
“El emprendimiento universitario se está dando también en áreas como alimentos, biotecnología y agricultura”, señala Ciudad. A esto se suman la minería, comunicaciones, energía y medioambiente, entre otras.
Las trabas, sin embargo, tienen que ver con la falta de capital y la necesidad de compatibilizar el proyecto y los estudios. “Internet rompió todas las barreras y en Chile hay talento de nivel global”, dice Nicolás Shea, asesor de Innovación del Ministerio de Economía. “Lo nos parece faltar es pensar más en grande”.
“El mayor desafío es la falta de tiempo y el desconocimiento de los mercados a los que se enfrentan”, agrega Félix Halcartegaray, profesor del curso Taller de Emprendimiento con Software en la PUC.
Más apoyo
Distintas instituciones están captando el potencial emprendedor de los estudiantes y creando nuevos programas de apoyo. Banco Santander, por ejemplo, lanzó la quinta versión del concurso 100K para premiar el emprendimiento en universidades chilenas, mientras que el Fondef estudia crear un instrumento de financiamiento para estudiantes que, a partir del desarrollo de su tesis, puedan generar nuevos negocios.
En tanto, Endeavor implementará una cátedra de emprendimiento en cuatro universidades, donde se presentarán casos de empresas exitosas. “Las universidades saben que el emprendimiento es el futuro para sus alumnos y los alumnos están motivados con liderar y ejecutar iniciativas trascendentes”, concluye Alan Farcas, director ejecutivo de esa entidad.
Impresora personal 3d, made in chile
“En un futuro muy cercano las personas podrán fabricar artefactos y objetos funcionales desde su propio escritorio”, adelanta Juan Cristóbal Zagal, profesor de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Chile, quien encabezó a un grupo de alumnos en el desarrollo, mediante hardware libre, de una impresora personal en 3D. Aunque el modelo original es de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, los estudiantes chilenos diseñaron mejoras a la especificación de la impresora, que podría ser capaz, incluso, de imprimir comida. “La estamos empleando para fabricar elementos electromecánicos simples como condensadores y actuadores robóticos”, explica Zagal y, aunque por ahora el foco es seguir mejorando la máquina, reconoce que las oportunidades de negocios son “sólo limitadas por la imaginación”.
Royalty para un Sacapuntas eléctrico
Como parte de un trabajo de su carrera de Diseño Industrial de Mobiliario y Producto en Inacap, Karla Richasse creó un sacapuntas eléctrico con forma de tronco y con un oso hormiguero trepándolo. “El tronco tiene dos funciones: una es ser el sacapuntas para lápices de madera, con un sistema que se adapta a los distintos diámetros de los lápices. La segunda función es que el tronco crece y forma un portalápices”, explica Karla. El oso hormiguero sirve para sacar punta a los crayones y en su interior tiene una estructura de teflón que proporciona calor para derretir la cera, que es moldeada por la trompa del oso. El producto se llama “Oso Tronki” y fue elegido por la empresa Royal Inc. para comercializarlo en Estados Unidos, Canadá y México, mientras la estudiante recibirá un royalty del 1% por las ventas, de por vida. “Oportunidades como la que yo tuve permiten destacar la calidad del diseño chileno”, dice su creadora.
Educación de calidad con tecnología
Ellos querían emprender, pero su idea original cambió radicalmente cuando se reunieron con potenciales clientes. Escuchando sus necesidades, cuatro estudiantes de ingeniería de la Universidad Católica crearon Kimeltu, una plataforma web para hacer pruebas y permitir a profesores o directores de colegio ver cómo están sus alumnos y hacerles un seguimiento a lo largo del tiempo. El sistema permite crear y categorizar preguntas, armar cuestionarios con niveles de calidad predeterminados y generar estadísticas de rendimiento. Actualmente, se está probando con escuelas de La Florida. “Esperamos para fines de 2013 tener unos 1.500 colegios en Chile, que es lo que tiene una plataforma web exitosa en educación”, cuenta Mauricio Ulloa. Luego de eso, el objetivo de Kimeltu es la internacionalización.
Descarga legal de música en internet
Desde Valparaíso, en la Universidad Técnica Federico Santa María, tres estudiantes decidieron buscar una alternativa a las descargas ilegales de música en la web. Así nació mpHits, “un portal para que las personas creen su radiolist con las canciones y comerciales que les agraden, donde, gracias a un sistema de puntos por rating, ganan créditos para bajar canciones gratuita, legal e ilimitadamente”, según cuenta Paulo Ramos, uno de sus creadores. El portal ha recibido apoyo de InnovaChile de Corfo, de 3IE y de sus familiares que les ayudaron con el capital inicial, mientras ellos hicieron negocios paralelos como un cibercafé para conseguir fondos durante su desarrollo. Hoy ya son un startup y proyectan en un año abrir oficinas en Estados Unidos y Brasil, y tener unos 15 millones de usuarios en dos años.