Por Francisca Orellana
Para el gobierno es una de las iniciativas estrella para fomentar el emprendimiento en el país.
Desde que inició su plan piloto en agosto de 2010, el programa Start-Up Chile, que busca generar emprendedores extranjeros y nacionales de alto potencial para que se puedan desarrollar en el país, ha apoyado en su año de operación a 210 personas, que están ejecutando en total 112 proyectos y generado 134 empleos locales. En octubre de este año se abrirá una nueva convocatoria para atraer 100 nuevos emprendedores. Y es que la meta es llegar a mil antes de 2014.
Si bien hay proyectos de todo tipo, desde textiles, sistemas de aprendizajes hasta de comunidades en Internet, lo cierto es que las aplicaciones on line y para smartphones están liderando la lista de las iniciativas más exitosas y que más ha avanzado en el país, según señala Start-Up Chile, ya sea por los recursos recibidos por inversionistas o por la cantidad de usuarios que los utilizan.
Profundizar el entorno local
Jean Boudeguer, director ejecutivo del programa, dice que la iniciativa está siendo bien evaluada. Primero, porque han podido detectar empresas que han obtenido financiamiento privado, premios y otras han alcanzado “estabilidad, consiguiendo clientes que les permiten entrar en etapas de crecimiento de negocios, otros han logrado armar equipos y ya están comenzando a tomar vuelo”, dice. Y en segundo término, está el retorno a Chile. “Vemos que emprendedores locales están siendo mentoreados por participantes del programa, dando charlas, entre otros”, agrega Boudeguer.
Pero el desafío hoy, acota, es lograr una conexión aún más profunda con el entorno local. “Queremos que se empiecen a hacer más encuentros con estudiantes, técnicos y profesionales. Por ello, abrimos una página en nuestro sitio web que muestra las ofertas laborales y que están abiertas para el que quiera participar”, explica.
Aquí, algunos ejemplos de los proyectos más exitosos del programa.
Agrupar en un solo lugar datos especializados de economía, finanzas, política y salud, entre otros, que sean de utilidad para analistas u otros profesionales, pero de manera personalizada para cada usuario. De eso se trata Junar, creado por los argentinos Javier Pájaro y Diego May, que gracias al programa chileno ha recibido el apoyo de 17 inversionistas, como los fondos de inversión Aurus y Austral y Chile Global Angels, logrando levantar capital por US$ 1,2 millones. A la fecha, ya tienen dos mil personas registradas y de ellas 500 utilizan la información activamente.
Pájaro explica que los siguientes pasos de la empresa serán llegar a Estados Unidos y levantar más recursos. “Estamos buscando segmentos específicos de personas y hacer alianzas comerciales y tecnológicas con las firmas que entregan estos contenidos”, dice.
Al entrar al Start-Up Chile, los portugueses Tiago Matos y Filipe Gonçalves de a poco han podido consolidar Vendder, plataforma que permite hacer tiendas on line de forma personalizada, fácil y rápida para las pequeñas y medianas empresas. De hecho, esperan dentro de los próximos tres meses poder dedicarse completamente al negocio, que cobra un fee mensual por el servicio. Según Matos, gracias a los recursos han podido mejorar el sistema incorporando nuevos métodos de pago, como Webpay, Dineromail y Paypal, entre otros, y también nuevos idiomas. Partieron con dos (portugués e inglés) y hoy van en siete, desde español hasta ruso. “Partimos con 150 tiendas y hoy llevamos 3.500, donde se han podido generar más de 3.500 órdenes de compra”, dice, agregando que facturan US$3.000 mensuales.
Novelo es una aplicación en inglés, portugués y español que permite comprar diversos productos a través de Facebook. Creada por el brasileño Herval Freire, quien tiene la meta de tener, en cinco años más, la firma de comercio eléctrónico más grande de Latinoamérica. Es una herramienta gratuita que cobra el 2% por cada transacción que se haga, y donde los compradores pueden evaluar la venta. Partió en junio de este año con 50 inscritos y ya tiene seis mil, y 300 vendedores ofreciendo cerca de tres mil productos. Como su idea es crecer rápido, busca inversionistas para levantar recursos por US$1 millón y posicionar la marca. Ya está pensando el desarrollo para la nueva comunidad de Google y difundir por Twitter.
A fin de año, Jasmine Aarons, quien lidera el proyecto Voz, lanzará la primera colección de moda indígena de alto lujo, en colaboración con 10 artesanas de la Región de la Araucanía, utilizando materias primas sustentables y aplicando el modelo de comercio justo. Y es que el deseo de esta emprendedora de Stanford es que se pague lo justo por el trabajo realizado por varios meses. Y para ello, las artesanas tienen que conocer el negocio de la moda, desde las nuevas tendencias hasta control de calidad o materias primas. Por ello es que realiza talleres para abordar estos conceptos y que puedan desarrollar modelos de alto valor agregado, que serán comercializados bajo la marca Voz. Para sostener el negocio por cinco años, busca capital por US$ 1 millón.
Su objetivo es traer al Chile Safertaxi, una aplicación para smartphone que permite reservar y pagar el uso de taxi por particulares y empresas, y hacer comentarios del servicio. Además de la ayuda de Start-Up Chile, los creadores del sistema, Clemens Raemy y Jonathan Lo, levantaron US$1 millón que les ha pemitido llegar a Argentina, Brasil y Chile. Acá contrataron al chileno Cristóbal Llugany (en la foto) como gerente general para iniciar su expansión. Ya están reclutando las empresas de taxi para iniciar el servicio en octubre próximo, y cerraron una alianza con el alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado, para apoyar la iniciativa como una manera de contrarrestar el manejo irresponsable por consumo de alcohol.