Por Alejandra Clavería
“Aunque a muchos emprendedores no les guste, la burocracia a veces es necesaria para impulsar la innovación”, asegura el doctor en Ciencias Económicas de la Escuela de Negocios de la Universidad de Finlandia, Mikko Kosonen.
De acuerdo con el experto, que visitó nuestro país en el marco de un seminario de Fundación Chile, muchos procesos burocráticos pueden garantizar el equilibrio que se requiere a la hora de emprender un nuevo negocio, permitiendo que “las oportunidades sean justas para todos y no sólo para una élite”, dice.
En ese sentido, Kosonen agrega que Finlandia inició su desarrollo económico siendo un país muy estricto y con procesos engorrosos que buscaban establecer un orden balanceado, pero que una vez alcanzado, éstos comenzaron a reducirse paulatinamente para beneficiar a más emprendedores.
“En general, las reglas son el opuesto de la creatividad, que muchas veces se relaciona con la innovación. Por tanto, hay que encontrar un balance para que no sean un obstáculo. Hay que dar libertad suficiente para nivelar esa balanza, pero también se deben establecer reglas que ordenen el escenario. La burocracia puede hacer que todo sea más equitativo y que más personas lleguen al éxito”, afirma Kosonen, quien también es presidente de Sitra, entidad encargada de promover el crecimiento estable de Finlandia.
Construyendo redes
Para el académico, Chile juega en Sudamérica un rol muy parecido al que su país tiene en Europa: ambos son mercados sofisticados que pueden replicarse en otras regiones y generar grandes oportunidades en emprendimiento e innovación.Por ello, cree que “los dos países lideran en ciertos espacios y pueden contribuir a formar puentes de cooperación e ir construyendo redes en la industria y los servicios”.
En ese contexto, Kosonen ve con buenos ojos el camino que Chile está siguiendo para convertirse en un país industrializado, tal como Finlandia lo hizo hace diez años.
“Finlandia ha atravesado las mismas etapas de desarrollo por las que está pasando Chile. Entró tarde al proceso de industrialización, pero se puso rápidamente al día y hoy ya pasó de ser un país industrial, a uno que entrega servicios digitales y promueve la tecnología”, dice.
Finlandia ocupó el segundo lugar en el ranking europeo de innovación 2008 que elabora el centro Merit de la Universidad de Maastricht para la Comisión Europea.