Los recientes resultados del Índice de Percepción de la Corrupción 2016, elaborado por Transparencia Internacional -en función de la opinión de ciudadanos, especialistas y colectivos consultados por diferentes organismos internacionales- dejaron al descubierto un retroceso general en la materia. De hecho, casi dos tercios de la muestra de 176 países cayó en la escala sobre la cual está levantado el ranking, que oscila entre 0 (totalmente corrupto) y 100 (totalmente limpio).
Chile no fue la excepción. Bajó del lugar 23 al 24 del listado, retrocediendo 4 puntos (desde 70 en 2015 a 66 en 2016) y cumpliendo así su tercera caída consecutiva desde 2014, cuando ocupó la posición 21. Aun así, se mantiene como el segundo menos corrupto de Latinoamérica, después de Uruguay (21 en el ranking).
Cuatro empresas socias de Empresas Conscientes (EC) analizan este resultado, con sus posibles causas y los desafíos para repuntar.
Juan Carlos Corvalán, Sodimac: "Firmas deben extremar medidas preventivas¨
Juan Carlos Corvalán, gerente de Asuntos Legales y RSE (Responsabilidad Social Empresarial) de Sodimac, atribuye estos resultados a que las sociedades, y la opinión pública en general, son hoy mucho más exigentes en los estándares éticos de todos los organismos, sean estos públicos, privados con o sin fines de lucro.
Agrega que "los distintos eventos vinculados a financiamiento ilegal de la política, corrupción de actores relevantes en distintos ámbitos, colusión de empresas, etc., tienen como natural consecuencia una baja en el índice".
Comenta que si bien Chile es uno de los países con más bajo nivel de corrupción de Latinoamérica, debe asumirlo como un desafío, instaurarlo como un aspecto cultural y activo nacional. Asimismo, "debe estar muy atento a extremar los estándares y medidas preventivas y reactivas frente a temas de probidad, ética y anticorrupción. Es una oportunidad para seguir mejorando y no bajar los brazos", afirma.
Alexandre Lemos, Natura: "Hay que fortalecer la transparencia"
Para Alexandre Lemos, gerente general de Natura Chile, los resultados del indicador son motivo de
atención para el mundo político y los actores sociales.
"Desde 2008, el país ha mantenido un nivel de percepción estable, destacándose en la región y respecto a algunas naciones europeas. Por eso, más allá de la variación del índice hay algo que es evidente: la
transparencia es cada vez más valorada por las personas y la confianza es un atributo clave para la calidad de vida en las organizaciones modernas", sostiene.
A su juicio, Chile se ha destacado por el funcionamiento y el nivel de transparencia de sus instituciones. Pero, es importante entender que esos valores no se sostienen espontáneamente, sino que es necesario cuidarlos y fortalecerlos.
"Las empresas tienen el rol de identificar cómo se producen nuestras relaciones sociales, el tipo de contratos que establecemos y si a través de las reglas que definimos favorecemos una convivencia más armónica", destaca.
Rodrigo Castillo, Empresas Eléctricas: "Las industrias deben compartir su información¨
Rodrigo Castillo, director ejecutivo de la Asociación de Empresas Eléctricas, destaca que los casos de corrupción que han salido a la luz pública en los últimos años, no hacen de Chile un país corrupto y eso se refleja en que estos hechos "nos preocupan, movilizan y generan una gran conmoción".
"Hoy, ha habido más información y persecución de estos casos, públicos y privados, lo que hace que justamente se genere una natural y sana percepción de las personas de mayor riesgo", afirma.
No obstante, dice, el país está dando pasos para avanzar en esta línea, permitiendo que las instituciones conozcan y denuncien, y generando normativas que ayuden a combatir estos fenómenos. En tanto, "nuestra industria, como muchas, debe seguir esforzándose para compartir la información de manera fácil, directa y didáctica. Estamos convencidos que mientras más interacción, diálogo y participación, más cerca estamos de la meta", sostiene.