Economía circular, la respuesta para un crecimiento sostenible
Este modelo apunta a optimizar el uso de recursos y ser un motor de creación de empleo con menor impacto. Por A. Aguirre y C. Jofré
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Hace 20 años, países de Europa -entre ellos, Alemania, Dinamarca y Suiza-, anticipándose a la crisis de abastecimiento del agua, escasez de alimentos, aumento de la contaminación y volatibilidad de la energía, desarrollaron un nuevo concepto: la Economía Circular (EC).
Se trata de un modelo basado en la optimización del uso de los recursos, que reduce las emisiones de carbono (CO2), aumenta el reciclaje y constituye un motor de creación de empleos con un impacto mínimo en la naturaleza.
“Es clave entender cómo desacoplamos el crecimiento económico del consumo de recursos no renovables de la tierra. Es decir, transformar los desechos, procesos productivos o consumos de productos, en valor”, explica Andrés Pesce, gerente de Negocios y Sustentabilidad de Fundación Chile (FCh).
Esto, contrasta con los últimos 150 años de evolución industrial que ha propiciado el hombre, los cuales han estado dominados por un modelo de producción y consumo lineal, dado que los bienes son producidos a partir de las materias primas, vendidos, utilizados y finalmente desechados.
Esto es algo que se busca cambiar con la Economía Circular, basada en los núcleos: Rediseño, Regenerar, Compartir, Optimizar y Digitalización (ver infografía).
Para Eugenio Grove, director del Laboratorio de Innovación y Creatividad de la Universidad Diego Portales (LINCudp), la Economía Circular consiste en “pensar, desde el momento de la concepción del producto, que éste tiene que ser reciclado”.
Añade que “la colaboración es central. Si dentro de mi cadena industrial genero un desecho y no me puedo hacer cargo de él, realizo una alianza con otra empresa que sí tiene la tecnología e, incluso gano dinero vendiendo esa basura”.
Rescata que en este modelo, no sólo debe verse el aspecto ambiental, sino también la oportunidad de hacer un negocio rentable. “Este es un cambio de paradigma que se está impulsando con la Ley REP (Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje)y que busca hacer de esto, un desarrollo económicamente atractivo que tenga beneficios sociales, como incorporar un mundo de nuevos trabajos”, sostiene Grove.
A su juicio, los sectores a los que más les está haciendo sentido hoy es a la minería, agroindustria y metalurgia, pero dice, que hay un gran desafío en el rubro de la construcción, donde existe un gran potencial de cambio.
Algunos ejemplos de Economía Circular son Uber, por su capacidad de conectar la capacidad ociosa de los transportistas con la gente que necesita trasladarse; todas las energías renovables y negocios de reciclaje. Mientras que entre las empresas que atentan contra ella están las fabricantes de celulares y aparatos electrónicos, que acortan artificialmente la vida útil de éstos, comenta Pesce.
Impacto
En América Latina, el concepto es relativamente nuevo (alrededor de cinco años). Pese a ello, Pesce advierte un gran impacto: cambios en los modelos de negocios y en la manera que se relacionan los actores con la economía; transición a un modelo basado en el desarrollo de servicios más sofisticados, que van a requerir otras competencias de los trabajadores; la apertura de un gran espacio para los emprendimientos y capital de riesgo e incluso, transformaciones geopolíticas, dado que la dependencia del petróleo (cuyos principales exportadores son los países de medio oriente) caerá por su reemplazo por las energías renovables.
FCh lanzará convocatorias
En agosto, Fundación Chile lanzará una convocatoria para apoyar emprendimientos con Capital Semilla y el Programa de Aceleración Emprende FCh, cuyos modelos de negocios aborden problemas de sustentabilidad asociados a la Economía Circular.
El próximo año también espera contar con un fondo de US$ 16 millones, para financiar startups vinculadas a las tecnologías de sustentabilidad y de la información. 
Busca integrar el concepto en su trabajo con socios
Desde febrero, el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, investiga acerca de la Economía Circular. "Nos preguntamos si existía un modelo macroeconómico que ligase todo lo que hacemos acá. Tras reuniones y conferencias descubrimos que la Economía Circular era una posible respuesta", comenta Alfonso Gómez, presidente ejecutivo del Centro de Innovación UC.
También destaca que el modelo es atractivo porque busca resolver desajustes basales del modelo productivo actual que depreda la naturaleza, sin consideración por los desechos, el impacto social y medioambiental.
Indica que el Centro alberga a la fecha 91 empresas socias de diferentes sectores enfocadas en innovación e incuban emprendimientos que van desde las energías renovables a educación, "todas podrían ser cobijadas bajo un paraguas macro", sostiene.
Hoy están en un proceso de validación del concepto. Para ello están en conversaciones con la facultad de Economía UC, se han reunido con sus socios y con la Unión Europea en el marco del convenio ELAN Network. Con estos últimos, han aprendido cómo la EC ha ganado espacios en Holanda y el Reino Unido, Suecia y Finlandia.
"Es un modelo promisorio, cuenta con el respaldo de economistas serios, que comparten una
preocupación por la sustentabilidad del sistema productivo", comenta. Gómez agrega que la visión macro de cómo enfrentar la innovación y el emprendimiento es lo que les ha resultado más atractivo. Adelanta que realizarán encuentros con el sector público y privado para validar el concepto a fin de año.
Soluciones de bombeo industrial sustentables diseñadas para reutilizarse
Una de las firmas que ha logrado desarrollar un modelo de Economía Circular (EC) es Neptuno Pumps, empresa de diseño y manufactura de soluciones de bombeo industrial, a través del reciclaje de sus equipos.
Su fundador, Petar Ostojic, expresa que "nuestro modelo parte por el área de fundición que siempre ha utilizado como materia prima la chatarra. Hace dos años entendimos que teníamos un modelo de Economía Circular y comenzamos a ver qué cosas podíamos ajustar para acoplarlo a esta filosofía".
Hoy, el 60% de los productos que fabrican son en base a materiales reciclados y la meta en cinco años es llegar a 90%. Esto, les ha permitido reducir el consumo de energía y por tanto las emisiones de CO2, disminuir los costos en reparación y plazos de espera para los clientes.
"La EC es más que reciclaje. Lo que busca es sacar el mayor provecho a los materiales y recursos durante todo el ciclo de vida de un producto. Para nosotros es clave el diseño, porque en esta etapa se decide correctamente el uso de materiales reutilizables o el diseño de equipos de fácil reparación. Esto, porque el 40% de nuestro negocio es la reparación y remanufactura de nuestros equipos y de otras marcas", comenta Ostojic.
Agrega que para desarrollar la EC en el país se requiere "reinstalar capacidad de ingeniería, manufactura e innovación made in Chile. Tenemos una oportunidad para disminuir la huella de carbono, pero hay que hacerlo de manera local", concluye el ejecutivo.
"Apostamos por la digitalización y el cambio en el concepto de propiedad"
Pablo Manzano, gerente responsable del Hub Digital de la consultora Everis, comenta que la compañía está trabajando en dos dimensiones de la Economía Circular. Una de ellas es la digitalización, es decir, desarrollos vinculados a Internet de las Cosas (en inglés, Internet of things, IoT) y la otra, es el cambio en el concepto de propiedad.
Para impulsar la tecnología, el hub está creando centros de excelencia en las cuatro dimensiones de loT: Big Data, Data Analytics, Conectividad (Mobile) y Seguridad y, Cloud e Integración de Soluciones. Esta iniciativa apunta a generar grupos especializados de trabajo que piensen sólo en innovaciones en esas áreas.
Por otra parte, está transformando el paradigma de las empresas de querer ser dueñas de la totalidad de un nuevo desarrollo, a otro en el que ésta aporta, junto a otros actores, en su creación. "Queremos abrir las plataformas que estamos diseñando, o parte de ellas, para que por ejemplo, la propiedad intelectual de los emprendedores que trabajan con nosotros se dé de manera mucho más rápida y acelerada, porque estarán construyendo sobre algo que ya existe. Esa se la van a quedar ellos, no nosotros", destaca.
De lo anterior, dice, resultará un ecosistema alrededor del hub que será mucho más aprovechado por la sociedad, porque las plataformas quedarán abiertas para la generación de emprendimiento tecnológico y donde la empresa también ganarán, porque podrán construir sobre esos desarrollos. "Al final, es un círculo virtuoso", explica.
Inicia proyecto para entregar servicio de gestión de residuos
La economía circular también busca generar una cadena de valor que conecte a generadores de residuos con usuarios que requieran insumos para sus procesos productivos. Por ello, multinacionales como Unilever y Honda se han sumado a esta forma de actuar con iniciativas como el Zero Waste to Landfill (cero residuos a vertedero) que busca reducir a 0% el envío de desechos a rellenos sanitarios.
Con la reciente aprobación de la Ley de Reciclaje las firmas están desarrollando nuevas estrategias para gestionar sus residuos. En esta línea, Disal está implementando un proyecto para prestar servicios de "manejo integral y sostenible de residuos", personalizados a cada empresa.
Sebastián Gilbert, gerente de Innovación del Grupo Disal, comenta que esto incluirá un análisis de los desechos generados y su venta para revalorizarlos, teniendo como fin último la sostenibilidad.
Para ello se asegurará el cumplimiento de normas medio ambientales, capacitarán a las organizaciones y, a través de un software, se informará la trazabilidad de los residuos, la que estará contenida en un reporte final de sostenibilidad junto a indicadores como reducción de huella de carbono, impacto económico y ahorros.
"Hoy casi no existen empresas que te garanticen la gestión de tus residuos y que estos no vayan a vertederos y es eso lo que queremos lograr", afirma Gilbert.
Estiman comenzar a sumar clientes a fin de año, tras finalizar la etapa de pilotaje.