SKY prevé crecer al doble en 2024, pero advierte alza de costos e ineficiencias en terminales como el Aeropuerto de Santiago
Junto con trazar las expectativas para sus operaciones en relación a 2019, el CEO de la aerolínea, José Ignacio Dougnac, abordó los problemas en la red aeroportuaria. Por ejemplo, desde que partió el terminal 2 de Arturo Merino Benítez los precios subieron pero “su productividad es reducida”.
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Falta una mirada a largo plazo para el desarrollo de la aviación en Chile. Ese es el punto clave del diagnóstico que el CEO de SKY, José Ignacio Dougnac, formuló durante el congreso de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) celebrado la semana pasada en Cancún, México. En la oportunidad, indicó que tras la aplicación de políticas que impulsaron la industria en los últimos 30 años, actualmente el sector acusa los efectos de la falta de modernización.
Es por eso que a pesar de que las proyecciones de SKY para 2024 apuntan a duplicar las operaciones, Dougnac enfatiza la urgencia de solucionar problemas centrales del sector, entre los que destaca el incremento sostenido de los costos del tráfico aéreo. En este ámbito, puso como ejemplo al Aeropuerto de Santiago, respecto del cual considera, además, que el uso de su infraestructura no es eficiente y presenta una baja productividad.
“Desde que el Aeropuerto de Santiago tiene dos terminales en operación, se generaron mayores costos para el sistema. Tenemos la infraestructura, pero no le sacamos el provecho que se podría lograr”.
JOSÉ IGNACIO DOUGNAC, CEO DE SKY AIRLINE.
-¿Cómo miran el mercado aéreo al cierre del presente ejercicio?
-Todavía el tráfico aéreo se está recuperando. En septiembre, los niveles del tránsito nacional alcanzaron al escenario prepandemia, pero en el internacional continúa por debajo. A diciembre, se espera que la industria en total, esté menos 18%.
-¿Cuál es la expectativa para el próximo año?
-En 2024, creemos que todo el sector se recuperará al 100%, a cuatro años del inicio del coronavirus. Han surgido otros factores que no se habían previsto, como el precio del combustible y la inflación que ha sido muy significativa. A lo anterior, se añade que las tasas de interés están súper altas y todo eso hace que los costos vayan subiendo. Por lo tanto, las posibilidades de recuperar la oferta a niveles de 2019 son más bajas.
-¿Qué proyecciones tiene específicamente para SKY?
-En SKY vemos un contexto diferente. Nuestra aerolínea incrementó mucho su tamaño en los últimos doce meses. En 2023, terminaremos volando un 71% más que en la prepandemia, muy por sobre la industria. Y ya en 2024 vamos a duplicar nuestra oferta respecto de 2019. Somos una de las aerolíneas que más ha crecido.
Problemas de la industria
-¿Qué factores del escenario general actual preocupan a SKY?
-Mi impresión es que nadie está mirando la aviación como un motor de desarrollo de largo plazo, sino que se está mirando a la industria en el corto plazo. Mi preocupación es que en esta nueva etapa no exista la suficiente visión para crear una regulación nueva, con planes de inversiones que nos permita seguir desarrollando este piso logrado. En Chile, la tasa de pasajeros transportados es de 1,3, el doble que el resto del continente, pero ni siquiera es la mitad de Europa en cuanto a viajes por cápita, que está en 3,1. Si uno ajusta por poder de paridad de compra, deberíamos estar en 1,8.
-¿A qué se debe esta menor cifra?
-La diferencia en vuelos per cápita se debe principalmente a falta de infraestructura y a ciertas capacidades regulatorias que lo hacen más complejo. Un ejemplo: para volar entre Chile y Argentina uno tiene que pagar US$ 100 aproximadamente en impuestos, en un vuelo de dos horas. Esto reduce el tráfico entre ambos países significativamente. Entonces, si tuviésemos un plan de largo plazo de desarrollo de la aviación, podríamos hacer una regulación que en diez años más nos permitiese alcanzar objetivos como una tasa per cápita de 2 o más.
-¿Cuáles son las principales falencias en infraestructura?
-En Chile hay un serio problema de infraestructura aérea ineficiente. Hay varios aeropuertos que no tienen las inversiones suficientes para recibir aviones cuando, por ejemplo, hay neblina, en circunstancias que existe tecnología eficiente. Y otros terminales operan con horarios restringidos y cierran a las 19:00 horas, lo que nos impide tener los vuelos que la gente necesita en temporada alta. Hay hartas oportunidades para desarrollar una mejor aviación en Chile en el ámbito doméstico, que no requieren grandes inversiones, sino una visión de largo plazo.
-En el congreso mencionó que volar en el Aeropuerto de Santiago es más caro que en otros terminales en la región ¿a qué se debe?
-Con la nueva concesión, los precios en el Aeropuerto de Santiago aumentaron mucho, derechamente desde que tiene dos terminales en operación. Ahora que cuenta con uno doméstico y otro internacional, se generaron mayores costos para el sistema. Es cierto que ahora hay más mangas y espacio para incrementar las operaciones, pero aunque existan dos pistas la productividad es bastante reducida. Tenemos la infraestructura, pero no le sacamos el provecho que se podría lograr y eso es una restricción.
-¿Qué acciones recomienda?
-Es importante hacer inversiones que sean eficientes para tener una visión sostenible. Las tasas de embarque financian gran parte de las inversiones y en Chile hemos hecho un buen trabajo en definir valores mejor que la gran mayoría de los países de América Latina. Pero también hay una oportunidad tremenda para trabajar en conjunto con otros países en crear, por ejemplo, una tasa de embarque regional que se aplique a los vuelos de corto alcance en aviones pequeños, tendríamos mucha más conectividad entre los países de la región; no es lo mismo para un aeropuerto atender un avión de un solo pasillo que un avión de doble pasillo. Y regulaciones que desarrollen la aviación en pro de los consumidores, del turismo y del crecimiento económico del país.