Presidente de salmoneros de Magallanes:“Tenemos que pensar qué jugador queremos ser en el mundo”
Carlos Odebret recalca que la regulación del sector está más basada en una “observación del espejo retrovisor” que no se está haciendo cargo de proyectar el futuro de la industria.
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Si ya a nivel nacional el salmón representa alrededor del 13% de las exportaciones nacionales de bienes no cobre -según datos del Banco Central-, en la Región de Magallanes su incidencia económica es mucho mayor.
Un informe de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes señala que la industria representa el 41% de las exportaciones de la zona, hasta el 26% del PIB Regional y cerca de 4 mil puestos de trabajo.
Carlos Odebret, presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes.
Carlos Odebret es el presidente de este gremio que agrupa a grandes empresas de la región: Australis, Aqua, Blumar, Multi X y Cermaq.
El dirigente comenta que, a pesar del peso que tiene la industria, no se ha generado una estrategia para ella desde que, en agosto del 2003, el presidente Ricardo Lagos promulgó la Política Nacional de Acuicultura. Desde ahí “no hemos vuelto a pensar sobre como queremos proyectarla hacia adelante. Es una industria de largo plazo que apuesta a los próximos 50 años, con actores que son globales y la segunda más importante del país. Es importante sentarnos a pensar, desde una mirada público-privada, cuál es el camino que como país vamos a plantear hacia el futuro, definir cuál es la hoja de ruta”, dice.
Agrega que los otros países productores sí han avanzado en ello, como el caso de Noruega “que tiene toda una estrategia para multiplicar la producción. Chile es competidor y tenemos que pensar qué jugador queremos ser en el mundo”.
Conflicto ambiental
Pocas semanas atrás, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) anunció un fallo histórico y revocó los permisos de tres centros de la salmonera noruega Nova Austral en Magallanes, situación que volvió a revivir las críticas ambientales en contra de la industria.
Odebret señala que la salmonicultura es un rubro relativamente nuevo, que ha definido sus regulaciones con el tiempo y que ha logrado establecer un marco legal para las operaciones, por lo que “las causas de estas críticas deben estar fundadas en situaciones específicas que han movilizado también al legislador a crear regulaciones para poder ajustar esas normas, en función de los desafíos que se van formando”.
El presidente del gremio magallánico afirma que la salmonicultura es cerca del 50% de las fiscalizaciones de la SMA son a la salmonicultura -a lo que se suman los controles de Sernapesca- y que, hoy en día, las empresas cuentan con casi un 99% de cumplimiento.
A propósito del caso de Nova Austral, lo toma como una demostración de su argumento, donde “a partir de una situación de incumplimiento, la empresa fue sometida a un proceso con sanciones concretas. La compañía tendrá que seguir el proceso, por lo que vemos una muestra más de que contamos con una institucionalidad sólida”.
Para Odebret, el problema yace en que “buena parte de nuestra construcción regulatoria está basada en una observación del espejo retrovisor, de ir resolviendo nuestros problemas, pero no estamos proyectando hacia delante”.
Reserva Kawésqar
En la Región de Magallanes, los principales roces de la industria giran en torno a las más de 60 concesiones ubicadas en la Reserva Nacional Kawésqar, área silvestre protegida que nació en 2019. En esta zona, comunidades locales se han movilizado en contra de las concesiones e ingresado una serie de reclamaciones contra ellas en el Tribunal Ambiental de Valdivia.
“La Ley de Pesca permite la acuicultura dentro de reservas nacionales, por lo que éste es legítimo. En segundo lugar, las concesiones, en su mayoría, fueron entregadas previo a la creación de la reserva (…) Evidentemente existe un conflicto, pero la industria está operando ahí bajo las reglas del juego que han sido generadas por instrumentos regulatorios que no están conversando de manera coordinada”, argumenta Odebret.
Sostiene que en las empresas esto produce incertidumbre al no estar las reglas bien definidas, “entendiendo que es un área de 2,6 millones de hectáreas en que la salmonicultura no ocupa más de 2 mil”.
Inversión detenida
Ante el escenario económico actual, Odebret explica que si bien los precios del salmón han subido este año, la base de comparación es muy baja. Añade que no obstante el dólar alto ayuda a los exportadores, el 70% de sus costos también están indexados a esta moneda, por lo que el efecto no es significativo.
Respecto a los planes de las empresas del sector, relata que durante los últimos cuatro años existió un proceso de inversión fuerte, donde destacó la instalación de dos plantas de procesamiento de salmón, una de Australis y otra de Entrevientos, asociación entre Blumar y Multi X.
Sin embargo, dice que dicho periodo se acabó y que, este año, no hay proyectos de inversión que se hayan ingresado: “Los escenarios van cambiando y se tendrá que ir evaluando periodo a periodo cómo se van configurando las reglas del juego”.