Nicolás Manzur Chahuán, director ejecutivo de la Cámara Chileno-Árabe: “Para Arabia Saudita, Chile es visto como un país muy amigo”
Hidrógeno verde, litio, desalinización, automóviles eléctricos... la apuesta saudí por nuestro país es amplia, señaló el directivo, quien destaca la búsqueda de “alianzas de largo plazo”.
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Como director ejecutivo de la Cámara Chileno-Árabe de Comercio e Inversiones, Nicolás Manzur ha sido testigo privilegiado del creciente interés de Arabia Saudita, y del mundo arábico en general, por Chile. Y destaca como un hito en la inversión saudí el ingreso en los ‘90 de Sharbatly Fruit, distribuidora de fruta líder en Medio Oriente y, este año, el ingreso de Aramco, que compró las estaciones de Petrobras.
La próxima visita del ministro de Industria y Minería saudí “es bien concreta: vienen a mirar proyectos, después van a evaluar y pueden comprar rápidamente”.
- ¿Por qué está creciendo la inversión de Arabia Saudita en Chile?
- Se enmarca en la Visión Saudí 2030, que es un marco estratégico para reducir la dependencia de Arabia Saudita del petróleo, diversificar su economía y desarrollar sectores como salud, educación, infraestructura, recreación y turismo. Esta apertura queda muy clara en los deportes, con el fútbol como algo muy emblemático y de ahí el fichaje de Cristiano Ronaldo y de otras estrellas. Pero en otros negocios se están expandiendo por el mundo y están partiendo con los países que consideran como amigos.
- ¿Chile está considerado en ese grupo de naciones?
- Sí, Chile es un país muy amigo de Arabia Saudita, sobre todo porque tiene una población palestina y árabe muy grande, muy asimilada, con presencia en los negocios, la cultura, el arte, la política y hasta en los deportes.
- ¿En qué vienen a invertir?
- Ellos partieron primero con el tema agrícola, con Sharbatly Fruit, ya hace varios años. Después estuvieron congelados prácticamente hasta que compraron Aramco, que está ligado al petróleo en este momento, pero ellos están mirando más allá, a la energía renovable. Ellos buscan que Aramco sea el paradigma de, por ejemplo, las estaciones de carga de autos eléctricos en el futuro, y eso se complementa mucho con el litio. Y tienen las mejores condiciones en el mundo para el desarrollo del hidrógeno verde, además de ser quienes desalinizan el agua al menor costo en el mundo.
- ¿Qué tan estratégica es su necesidad de litio?
- Lo necesitan por dos razones. Por un lado, como insumo para baterías solares y, por otro, para los autos eléctricos, ya que lanzaron su propia empresa de autos eléctricos (Ceer). Ellos apuestan a ser un líder global en estas áreas de todo lo que tenga relación con la energía renovable, donde no solo el litio es fundamental, sino también el cobre.
- En julio viene el ministro de Industria y Minería saudí. ¿Qué tan relevante es esta visita?
- Muy relevante. Hay que considerar que esta es la tercera visita de alto rango de Arabia Saudita a Chile en un año. Y además Chile abrirá la embajada en ese país. Este ministro (de Industria y Minería) maneja una cartera de inversión muy grande y una capacidad de decisión también muy grande. La visita es bien concreta: vienen a mirar proyectos, después van a evaluar y pueden comprar rápidamente.
- ¿Y qué características tienen estas empresas sauditas?
- Hay compañías muy grandes que son privadas, pero también empresas que son indirectamente del Estado porque pertenecen a los fondos de inversión estatales. Tienen los fondos soberanos que son de los más grandes del mundo, son varios, aunque el más conocido es el FIB, porque es el dueño de Aramco. Siempre cuando llegan a un país, llegan con estas empresas que son la más grandes. Son como su punta de lanza.
- ¿Cuál sería el negocio a la vista?
- Ellos van a tener reuniones con Enami, reuniones con Codelco y muy probablemente con SQM también. El litio es lo que están mirando.
- ¿Cómo son las firmas saudíes?
- Nunca se meten en la política interna de un país. En eso actúan bien como si fuera una empresa privada. Son empresas con mucha plata, entonces lo que están buscando es cómo invertir en países amigos y no necesariamente buscando la máxima rentabilidad, sino en alianzas de largo plazo. Para ellos, lo importante es la confianza. Por eso nos piden que las empresas en que van a invertir las validemos: que no tengan problemas judiciales, que tengan buenas prácticas, que los socios estén limpios. Ellos dejan 100% de la operación al management local, como ocurre con Petrobras. No están buscando colonizar.
- El Presidente Boric ha tenido desavenencias con el embajador de Israel. ¿Cómo lo ven los saudíes?
- Temen el expansionismo israelí. El príncipe heredero -porque el rey está retirado-, es quien maneja los fondos de inversiones, y acusó de genocidio a lo que está haciendo Israel en Gaza y pidió medidas concretas para detenerlo. Y en ese sentido, Chile siempre ha sido un país aliado, siempre ha votado en la ONU apoyando a Palestina, no solo Boric, sino también Ricardo Lagos, Sebastián Piñera y Michelle Bachelet. Entonces, lo que hace ahora el Gobierno de Boric se agradece mucho más y por eso han venido tres ministros en un año y, además, el Gobierno va a abrir la embajada de Chile en Arabia Saudí. Si bien el Gobierno de Arabia Saudí es muy de derecha, Chile es visto como un país amigo por su defensa a los palestinos.
- Este Gobierno se define feminista. ¿Es un choque cultural y político con Arabia Saudita?
- Ellos tienen mujeres muy preparadas, que han estudiado en las mejores universidades de Europa, de Estados Unidos, y que vienen a negociar. Es más, les gusta este Gobierno feminista porque están tratando de abrirse. Ellos sí fueron muy cerrados, las mujeres estuvieron muy relegadas, pero llevan años intentando cambiar eso.