El silencioso proyecto de Carozzi para potenciar su negocio de helados Bresler

Empresas Carozzi, el gigante local de alimentos controlado por la familia Bofill, está trabajando en un silencioso plan para potenciar la venta de helados tras adquirir la marca Bresler a la multinacional Unilever. Como parte de esta nueva estrategia, la firma ya abrió locales bajo esta bandera: uno en Concepción y al menos dos en Santiago.

Consultada por Diario Financiero, la compañía optó por no realizar comentarios.

Según fuentes conocedoras, la empresa ya tendría vistos más de una docena de locales adicionales, pues la idea sería concretar un rápido despliegue de heladerías, las que llegarían a competir con la tradicional Savory, en manos del grupo Unifood, ligado al fondo de inversión Mesoamérica, con sede en Costa Rica.

El objetivo de Carozzi es claro: darle mayor visibilidad a la marca Bresler y ampliar la experiencia de consumo, que estaba radicada principalmente en supermercados y locales al paso.

Fue a mediados de 2020 cuando el grupo concretó su ingreso al negocio de los helados, tras adquirir todos los activos fijos y las marcas locales de Bresler, además de licencias como Magnum, Calippo, Fruttare, Carte D’Or, Cornetto y Vienetta.

A fines de julio de este año, Carozzi profundizó su apuesta por este negocio al anunciar un acuerdo para adquirir la empresa Lecherías Loncomilla, matriz de los helados del segmento premium San Francisco. El cierre de la operación está sujeto a la aprobación de la Fiscalía Nacional Económica (FNE).

“De concretarse la transacción, permitirá a Empresas Carozzi S.A. consolidar su tercera posición en el mercado de los helados, impulsar una mayor competencia y dinamizar una industria que cuenta con actores históricamente consolidados”, dijo la empresa en su análisis de resultados del segundo trimestre de este año.

En paralelo, la familia Bofill ha apostado fuerte por el negocio gastronómico.

En 2016, el clan adquirió la cadena de restaurantes Emporio La Rosa. Este negocio familiar –que incluye además las cafeterías Bonafide en Chile, entre otros- están agrupados bajo el paraguas de la sociedad Cantabria, ligada a Principado Asturias, el family office del empresario Gonzalo Bofill.