De 2.250 trabajadores directos a 50: el impacto que tendrá cerrar Huachipato tras no lograr acuerdo con Molycop
CEO de la estadounidense vino a Chile en julio desde Nebraska a negociar con CAP, que desistió de pedir protección por acero chino.
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La Compañía Siderúrgica de Huachipato, que cesará su operación en septiembre próximo, pasará de emplear directamente a 2.250 personas (1.150 empleados por la empresa y 1.100 contratistas) a tener entre 50 a 60 personas en el complejo industrial penquista, señalaron fuentes de la firma.
Ello, tras agotarse las negociaciones entre esa usina y su principal cliente, la firma de capitales estadounidenses Molycop, que representa cerca del 70% de sus ventas.
Si bien ambas empresas lograron que la Comisión Antidistorsiones aplicara sobretasas provisionales al acero de China de 24,9% para barras de fierro (que produce Huachipato) y 33,5% a las bolas de molienda (que fabrica Molycop con las barras que le vende la firma penquista) a fines de abril, en definitiva no lograron traspasar a precio estas alzas arancelarias.
Ya en las audiencias ante la Comisión Antidistorsiones de inicios de la semana se olía que algo pasaba, porque mientras Molycop pidió aumentar la sobretasa arancelaria para las bolas de acero de 33,5% a 49,1%, la siderúrgica Huachipato no solicitó un alza en producto clave -las barras de acero- sino que desistió finalmente de seguir el proceso ante dicha instancia, según se conoció ayer jueves, en una señal de que la decisión de cierre es definitiva y no una medida de presión.
Jim Anderson, CEO de Molycop.
Según ejecutivos de la industria, en mayo Huachipato y Molycop llegaron a un preacuerdo en volúmenes de producción de barras de acero y precio de las mismas, las que permitían traspasar el mayor arancel a valor de mercado. Pero de acuerdo a profesionales de la industria, Molycop echó pie atrás en este pacto en ese mismo mes, por, al menos, tres razones.
La primera fue que las licitaciones de grandes mineras ya estaban cerradas en cantidad y valor y no era factible traspasar el mayor precio resultante al cliente final. La segunda razón es que si se subían los aranceles, las compañías mineras estaban evaluando pasarse a un producto alternativo de precio similar, pero de mejor desempeño, que son las bolas de acero con alto contenido de cromo.
Y lo tercero es que en el lapso que transcurrió desde que CAP denunció el dumping del acero chino (octubre de 2023) hasta que se aprobaron mayores aranceles (abril de 2024) pasaron casi seis meses y, en ese plazo, ingresó a Chile un gran volumen de acero desde China y de Perú -presumiblemente de origen chino- por lo que en la práctica no se pudo implementar la protección al acero chileno.
“En pocos meses se internó acero, tanto en barras como en bolas de molienda, como para abastecer todo el año”, señalaron en el sector.
Pese al quiebre de mayo y tras un período de silencio de 45 días, Molycop resolvió retomar las tratativas con la filial del grupo CAP y en julio vino a Santiago una delegación de Molycop a negociar. Según fuentes de la acerera chilena, las conversaciones se mantuvieron hasta hace una semana.
Rol de Jim Anderson
El tema se trató al más alto nivel en Molycop. El 18 de marzo pasado, el CEO de la compañía, Jim Anderson, viajó desde Omaha, Nebraska, para hablar con el ministro de Economía, Nicolás Grau, sobre la urgencia de una protección al acero de China.
Este alto ejecutivo volvió a venir en julio pasado, junto a Lance Lance Dawber (el chief commercial officer) intentando llegar a un acuerdo infructuosamente.
Así las cosas, señalaron conocedores del caso, con los resultados del semestre en la mano, empezó la cuenta regresiva para Huachipato, que entre 2013 y el primer trimestre de 2024 acumuló pérdidas por US$ 910,3 millones.
Según ejecutivos del grupo acerero, también hubo fallas institucionales: las medidas definitivas solo duran un año, el proceso es lento y nadie monitorea la elusión de las protecciones.
En CAP insistieron en que “hicimos todo lo posible por salvar Huachipato” y aunque cesen las operaciones del icónico complejo industrial, el grupo se comprometió a “no abandonar la Región del Biobío” y buscar nuevos negocios como magnetos con tierras raras y acero verde.
Impacto del acero chino
De acuerdo a fuentes cercanas a CAP, desde 2008 en adelante el gigante asiático pasó de importar acero y productos ferrosos a ser un exportador de éstos.
Ello impactó en los márgenes de ganancias del negocio, que normalmente se situaban en los US$ 350 por tonelada de acero, pero que con la arremetida china han caído a US$ 140 por tonelada.
Por lo mismo, en la industria señalan que el problema es de toda la industria siderúrgica occidental, registrándose en el último tiempo cierres de usinas en Alemania, Inglaterra y Australia.
Este jueves el Instituto Regional de Administración de Empresas (Irade) hizo ver que “la clausura de esta instalación implica que Chile pierde una capacidad crucial, la producción de acero, lo que nos pone como país en una condición de vulnerabilidad, ya que nuestra infraestructura nacional dependerá ahora en gran medida de las fluctuaciones de mercado y las decisiones de actores externos, particularmente China, lo que compromete nuestra autonomía a futuro y los proyectos de vida de miles personas en la Región del Biobío”.