Altos ejecutivos analizan resultado del plebiscito y delinean el rol del sector privado en un futuro proceso

El mundo empresarial siguió con máxima atención el desarrollo del proceso constituyente y su desenlace en el plebiscito del 4 de septiembre.

Conocidos los resultados y el rechazo a la propuesta constitucional con el 62% de los votos, Diario Financiero consultó a las 29 empresas que componen el IPSA, principal índice bursátil local, por sus visiones y proyecciones de cara al futuro del acontecer nacional.

“Volvamos al territorio, conversemos con las personas y entendamos qué nos quieren decir y cambiar”.
Luis Felipe Gazitúa, presidente de Empresas CMPC.

“La agenda incluye temas que requerirán mucha altura de miras, como el pacto tributario y la reforma de pensiones”.
Hernán Uribe, presidente de Ripley Corp.

“Es importante escuchar la voz de las empresas y los gremios, y recordar que todos estamos en la misma cruzada”.
Eduardo Milligan, CFO de Engie Chile.

“Las reglas del juego deben ser claras, predecibles y transparentes, para así potenciar las inversiones de largo plazo”.
José Ignacio Escobar, CEO de Colbún.

En estos primeros días tras las votaciones, altos ejecutivos de Colbún, Engie y Ripley manifestaron sus visiones para el escenario que viene, sumándose a los juicios entregados sobre este tema por el presidente de Empresas CMPC, Luis Felipe Gazitúa, la semana pasada.

“Es evidente que el resultado del plebiscito de salida hace que la incertidumbre disminuya, porque los actores políticos y sociales lo han interpretado como un llamado de la ciudadanía a la moderación y al diálogo para lograr cambios evolutivos, no refundacionales y con una mirada más técnica”, señaló al respecto el presidente de Ripley Corp, Hernán Uribe.

El directivo concluye que el pronunciamiento de la ciudadanía es un mandato a buscar consensos y una institucionalidad deseada por una gran mayoría. No obstante, reconoce que hay una serie de factores internos y externos que siguen alimentando la incertidumbre, como la seguridad pública y la inflación.

“Además, tenemos una agenda legislativa que incluye temas que requerirán mucha altura de miras, como el pacto tributario, la reforma de pensiones y otras”, agregó.

Reglas de juego

Desde Colbún y Engie coincidieron en enfatizar que en los tiempos que vienen su sector debe estar enfocado en concretar el principal objetivo: la transición energética, entendiendo su carácter de largo plazo.

“Sea cual sea el escenario, nuestro deber es estar preparados y adaptarnos, ya que el proceso de descarbonización es global y sin vuelta atrás. Para una transición energética exitosa, necesitamos potenciar los factores habilitantes, lo cual nos lleva a la importancia de tener reglas del juego que sean claras, predecibles y transparentes, para así potenciar las inversiones de largo plazo que requiere el sistema eléctrico”, sentenció José Ignacio Escobar, CEO de Colbún. En este marco, indicó que la responsabilidad del sector es estar preparados para enfrentar la mayor demanda proyectada de electricidad, por lo que todos los elementos de incertidumbre presentes hoy, tanto nacionales e internacionales, están incorporados a su matriz de riesgo.

Eduardo Milligan, CFO de Engie Chile, coincidió en la importancia de establecer condiciones que potencien esta transición: “En el contexto internacional actual de mayores tasas de interés e incremento de riesgos, vamos a tener que competir como país para atraer las inversiones que necesitamos”.

Al respecto, subrayó que el escenario que viene parte desde un presente caracterizado por el aumento en los costos, el impacto de la sequía y las alzas en los combustibles producto de la invasión rusa a Ucrania. Adicionalmente, dijo, hay necesidad de acelerar la implementación de marcos regulatorios en materias como el desarrollo de proyectos de baterías y la estabilización de las cuentas de luz, “para poder liberar flujos de caja que son necesarios para poder seguir invirtiendo”.

A días del plebiscito, el presidente de CMPC, Luis Felipe Gazitúa, abordó las lecciones que entregó su resultado y la necesidad de reformular las perspectivas de análisis de los problemas que afectan al país. Sobre la base de la alta adhesión al Rechazo en zonas del país con alta presencia de pueblos originarios -como Tirúa y Lumaco-, el directivo propuso “dedicar menos tiempo a teorizar sobre el significado de ese 77% y, en cambio, volvamos al territorio, conversemos con las personas y entendamos qué nos quieren decir, qué quieren cambiar y qué prefieren mantener. Estoy seguro que nos vamos a sorprender”.

Gazitúa destacó que los resultados del proceso en ciudades con una alta diversidad étnica arrojan que “las comunidades locales tienen mucha más integración y visiones en común de lo que algunos nos quieren hacer creer”, concluyendo que hay principios universales y básicos de convivencia que diluyen las “vastas distancias que algunos quieren instalar entre las culturas ancestrales y las sociedades actuales”.

Rol de las empresas

En relación a la misión del sector privado, el presidente de Ripley manifestó su convicción de que “nuestro rol es ser motores que transforman la sociedad, no solo por el trabajo de nuestros colaboradores, o la producción de bienes y servicios para nuestros clientes, sino que participando activamente de iniciativas sociales y contribuyendo al desarrollo del país”.

Agregó que el énfasis en el aporte social es clave para “cambiar la mirada crítica sobre el sector privado”, destacando que las compañías “sí somos agentes de cambio relevantes, ofrecemos un lugar para que se desarrollen las personas y aportamos estabilidad y dinamismo a la economía”.

Milligan aterrizó la importancia del trabajo conjunto entre los sectores público y privado para avanzar en grandes objetivos como la transición energética. “Para esto, es importante escuchar la voz de las empresas y los gremios, y recordar que todos estamos en la misma cruzada”, dijo el ejecutivo.