Alstom muestra interés en el tren Valparaíso-Santiago y prepara proyecto en base a hidrógeno verde
El director general de Latinoamérica, Michel Boccaccio estuvo en el país para discutir los planes de la operación que incluyen la reconversión de un tren diésel a la llamada “energía del futuro”.
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El fabricante de trenes francés Alstom está interesado en entrar en la carrera para construir el trazado Valparaíso-Santiago, anunciado hace un mes por el Presidente Gabriel Boric. El director general de Alstom Latinoamérica, Michel Boccaccio, afirmó que tienen un ambicioso plan en Chile, que también contempla la posibilidad de ampliar su presencia en iniciativas de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE) y empujar proyectos de hidrógeno verde.
“Estamos muy atentos a los proyectos anunciados. Nos interesa (el tren Valparaíso-Santiago) proveer todo, trenes, tecnología y construcción. En Chile tenemos presente todas nuestras líneas de negocio, por lo mismo queremos evaluar la propuesta y participar” expresó Boccaccio.
Antes de avanzar, Alstom está esperando a que el Gobierno entregue más detalles sobre el proceso, ya que hasta el momento se anunció que el valor de la construcción es de US$ 1.320 millones y la fecha de licitación para 2025, pero faltan los detalles de la propuesta.
Mientras tanto, Michel Boccaccio vino al país a reunirse con los demás gerentes generales regionales y así planificar el resto de los objetivos por mercado. En el caso chileno, estos incluyen participar en la licitación de señalización tecnológica EFE, seguir con la fabricación de los trenes de la Línea 7 del Metro que estarán listos en 2025 y avanzar en la construcción de un tren impulsado por hidrógeno verde desde el terminal de Mejillones hasta la minera Zaldívar de Amsa, a unos 2.000 metros de altura.Firma que propuso tren rápido a Valparaíso cuestiona proyecto del Gobierno: “No es socialmente rentable”
Tren de hidrógeno verde
Desde 2018 que Alstom tiene operaciones de trenes impulsado por hidrógeno verde, pero están disponible sólo para pasajeros en Alemania. El plan es impulsar un modelo para carga pesada, con resistencia a altas alturas y climas adversos. Para desarrollar el proyecto, el fabricante escogió a Chile a través de una ruta que parte en el puerto de Mejillones.
“Estamos trabajando muy fuerte para modificar locomotoras existentes que funcionan a diésel, cuya emisión pasa de CO2 a vapor de agua. Esto nos permitirá avanzar en nuestro objetivo de ser cero emisiones al 2050. En el mundo hay muchísimas líneas que no están electrificadas, incluida Europa y lo mejor es pasar de diésel a soluciones verdes como éstas de manera inmediata”, expresó.
El proyecto es ambicioso, confesó el director general de Alstom Latinoamérica, ya que se trata de unas de las primeras reconversiones que se hacen a nivel mundial. Hasta el momento están en desarrollo los estudios de factibilidad para ubicar la pila a combustible para alimentar la maquinaria, que se mezclarán con el uso de hidrógeno verde. Si bien, aún no está el cálculo exacto del valor de la iniciativa, reconoció que se trató de una inversión de millones de dólares.
“Este es un proyecto importantísimo, tenemos iniciativas similares en Europa. Sin embargo, esta acción es un ejemplo que demuestra cómo queremos probar esta clase de tecnología en todas las partes del mundo. Hay que acordarse que el transporte representa un cuarto de las emisiones de CO2, entonces esta iniciativa nos da la ventaja poder acelerar la transformación y qué mejor que Chile, un país donde tenemos décadas de presencia, alto personal y gente capacitada”, apuntó el ejecutivo.
En el mercado local cuentan con 500 colaboradores, a los que sumarán 200 para el despliegue de la Línea 7 del Metro de Santiago.
Los desafíos del tren de hidrógeno verde de carga no son menores, pues hay varios ingredientes por analizar: la capacidad, autonomía y la resistencia a climas complejos. El hidrógeno verde debe estar contenido en un espacio a bajas temperaturas lo que a ojos de Boccaccio es un verdadero “desafío tecnológico”, porque el trazado cruza el desierto que puede llegar a alcanzar 45º.
El estudio de factibilidad dura seis meses y armar un prototipo tiene un tiempo de duración de mínimo dos años, se prevé a 2025 contar con una solución.
“Tenemos un buen lapso de tiempo para desarrollar esta locomotora. En dos años, cuando tengamos el prototipo, esta tecnología será exportada a otros países porque es de clase mundial. Además, nos permitirá demostrar que es viable y planificar en otros mercados. Esta es una de las fortalezas de Alstom frente a otros competidores, porque es uno de los que más se desafía. Nuestra estrategia será ofrecerlo a varios clientes para que lo prueben”, sostuvo el ejecutivo.
Una de las ventajas a largo plazo de desarrollar el tren de hidrógeno verde es que se pronostica que el valor por kilo será US$ 1,5, elemento que permitirá disminuir los gastos por diésel que cada vez está más alto. A lo anterior, se suma el impuesto por emisión de carbono que están desarrollando en Europa, lo que encarece las operaciones impulsadas por combustibles fósiles. “Hay que tener alturas de miras, ya no podemos tener emisiones de carbono, todo esto va más allá. Si queremos llegar a los objetivos del acuerdo de París, no podemos seguir con el diésel”, remató.