Industria

A un año de la fusión Andina-Kopolar: “Estamos viendo mayores oportunidades en sinergias”

El máximo ejecutivo de la compañía hace un completo balance de la operación, donde esperan reducir su deuda y no se cierran a nuevas fusiones.

Por: | Publicado: Miércoles 2 de octubre de 2013 a las 05:00 hrs.
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Por Juan Manuel Villagrán S.


Coca-Cola Andina aún no toca techo. La embotelladora ligada a las familias Said Handal, Said Somavía, Garcés, Hurtado y Chadwick ha dado importantes y consecutivos pasos de crecimiento inorgánico. Muestra de ello es la compra de la operación de Ipiranga en Brasil por 
US$ 535 millones en julio pasado y la fusión con Polar, operación que recién cumplió un año.

En entrevista con Diario Financiero, Miguel Ángel Peirano, vicepresidente ejecutivo de Coca-Cola Andina, hoy por hoy la segunda más grande de Sudamérica tras la mexicana Femsa, desmenuza los detalles de la fusión con Polar y proyecta los futuros crecimientos de la compañía.

Mayores sinergias


-¿Cómo evalúa este primer año de fusión?

-Estamos muy contentos en cómo se ha desarrollado la operación. Se veía una fusión fácil, y así fue.

-¿Cómo van las sinergias?

-Estamos en línea con lo que proyectábamos. Cerraremos este año con sinergias de alrededor de US$ 18 millones y esperamos que el próximo año cumplamos con los US$ 30 millones que tenemos estipulados. Incluso estamos viendo oportunidades adicionales a estos valores, porque siempre hay oportunidades, por lo cual seguramente algo más conseguiremos.

-¿Cree que aún hay desafíos pendientes por la fusión?

-No. Creo que no ha quedado ningún punto de desafío o complicado.

-¿Cómo ve que el mercado está viendo este crecimiento y procesos de compras?

-El mercado y los analistas lo están reconociendo. En dos semanas hemos levantado casi US$ 900 millones en el mercado interno y externo para, principalmente, financiar la compra de Ipiranga y refinanciar pasivos. Las tasas obtenidas cuando uno se compara con empresas del mercado local chileno que han emitido bonos, o incluso con empresas semejantes a nosotros a nivel internacional, reflejan el voto de confianza que nos han dado. Creen y confían en la solidez de Andina y su plan de crecimiento rentable.

-Pero con la compra de Ipiranga, hubo analistas que veían con preocupación el alto nivel de endeudamiento y de apalancamiento…

-En lo interno, somos una empresa bastante conservadora en lo concerniente a nuestro nivel de apalancamiento. Nuestra relación histórica de deuda/Ebitda está en el orden de 0,5 a 1 veces. Pero se han sumado dos hechos. En primer lugar, las inversiones que hemos hecho en Chile al construir una planta con la tecnología de punta a nivel mundial, y, por otro lado, se dio la oportunidad de comprar Ipiranga. Uno no elige el momento, vino cuando vino. Por estas dos razones nuestro nivel de endeudamiento llegó a dos veces el Ebitda.
Comparativamente, este nivel sigue siendo muy bueno. Para muchos es, incluso, conservador. Pero en nuestro caso somos más conservadores, por lo que nos hemos fijado el objetivo de bajar el nivel de deuda a niveles de 1,5 veces de aquí a tres o cuatro años plazo. Es el rango con el cual nos sentimos más cómodos. Además, somos una empresa que genera caja, entonces es más fácil pagar. No hay ningún nivel de riesgo, nerviosismo ni de temor por el nivel de endeudamiento.
Hay que recordar que también se agregará la caja de Ipiranga, que genera valor por aproximadamente unos US$ 50 millones al año. Por lo tanto, en poco más de tres años estaremos en un nivel de endeudamiento en torno a 1,5 veces.

Brasil y fusiones


-¿Cómo está Ipiranga actualmente?

-Es una empresa muy sólida. Se podría decir que es una de las firmas mejor manejadas del sistema de Coca-Cola en Brasil. Ipiranga tiene una participación de mercado de 70%, cuando el promedio en Brasil está en 60%.

-¿Por qué se está dando este fenómeno de consolidación de embotelladoras de Coca-Cola en la región?

-Lo atribuyo a los cambios generacionales en las familias de los embotelladores. En Brasil se ve mucho esto, donde algunas familias están decidiendo mantenerse en el negocio y ven en una fusión la posibilidad de ser más grandes y tener más fuerza de mercado; en cambio, otras familias se separan y deciden vender. Dos ejemplos son Ipiranga, donde compramos, y Sorocaba, donde entramos a la propiedad con 40%.

-¿Están buscando nuevos M&A?

-Nosotros estamos de puertas abiertas, siempre y cuando se agregue valor para ambas partes.

-¿Seguirán buscando M&A una vez que se baje el nivel de deuda, o están dispuestos a hacerlo durante ese proceso si se da la oportunidad?

-Creo que lo más probable, es que los pocos actores que podrían hacer algo a corto plazo, lo harían en base a equity, no mediante compra. Las familias que piensan salir del negocio, son las primeras transacciones que se hacen, porque es más fácil vender que juntarse, y eso ya ocurrió.

-¿Y esas oportunidades de juntarse con otra empresa están en Brasil?

-La mayor cantidad de embotelladoras familiares está en Brasil. Fuera de ese país y en Sudamérica, son puntuales las operaciones familiares que quedan: Perú (familia Lindley), parte de Argentina (familia Lee) y parte de Chile-Bolivia (familia Vicuña).

-¿Cómo financiarían una nueva operación de M&A si se da a corto plazo?

-Somos una empresa muy sana financieramente, por lo tanto, llegado el caso que hubiese que conseguir dinero, lo podríamos hacer de diferentes maneras. Pero la realidad es que no creo que ocurran compras cash en el corto plazo. En adelante veo más posible que ocurran sólo fusiones.

Plan de inversión para los próximos años
Para seguir con altos niveles de producción y crecimiento, Coca-Cola Andina ha decidido invertir fuerte.
"Este año tenemos contemplado invertir US$ 350 millones y el próximo US$ 325 millones. Entre los proyectos está la nueva planta modular en Brasil para atender futuros crecimientos. En 2015 bajaremos la inversión a niveles de mantenimiento estándar (inferior a los 300 millones)", ilustra el ejecutivo.
Peirano señala que para este año esperan crecimientos menores a dos dígitos, pero de todas maneras "importantes". A modo de ejemplo del importante crecimiento que sostiene la compañía, el vicepresidente ejecutivo dice que "hace un año no estábamos en el negocio de las aguas minerales en Argentina, ahora estamos con alrededor de un 10% de la participación de ese mercado en el país trasandino".
En cuanto a la consolidación del negocio de las embotelladoras en la región, Peirano afirma que esto "hace que puedan resistir cualquier inclemencia económica que pueda surgir en algún país. Para el consumidor es mejor".

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