El interés por crecer más allá de sus fronteras siempre ha sido limitado por parte de los gigantes norteamericanos especializados en el mundo de los negocios. Les vale prácticamente con el mercado local. No en vano, en Estados Unidos se encuentra la principal plaza financiera del mundo, Nueva York, donde muchas de estas firmas ocupan los rascacielos del centro de la ciudad, desde donde coordinan las grandes fusiones transoceánicas.
Gracias a eso, el conjunto del top five estadounidense, formado por Kirkland, Latham, DLA, Baker McKenzie y Skadden, se mantiene imbatible frente a sus rivales históricos, el conocido como magic circle británico, liderado por Clifford Chance y Allen & Overy.
Si se comparara con las oficinas legales de Europa continental, Garrigues, el más grande de dicha región, con más de 400 millones de euros en el último ejercicio, y sólo estaría por delante de los cuatro últimos bufetes que forman el top 100 por facturación en 2021.
El campeón
En el mercado norteamericano, destaca la evolución de Kirkland, firma que cuenta sólo con siete oficinas fuera de EEUU y que en 2017 adelantó a Latham & Watkins, convirtiéndose en el estudio más grande del mundo por ingresos. Desde entonces, ha ido aumentando su ventaja. Su estrategia, aunque se trata de una firma multidisciplinaria, ha sido centrarse en las grandes operaciones de fusiones y adquisiciones lideradas por el capital riesgo. Precisamente, gracias a eso, y a su estructura, cuenta también con uno de los mayores márgenes de explotación del sector. Además, es la única firma legal del mundo que ha superado la barrera de los US$ 6.000 millones de facturación.
Las primeras posiciones parecen asentadas, teniendo en cuenta que Latham toma el segundo lugar con un monto por encima de los US$ 5.000 millones, sacando una amplia ventaja a DLA, el tercero de la clasificación, con US$ 3.500 millones en ingresos y que lleva varios años establecido en Chile. En esta última edición, destaca la evolución de White & Case, que ha saltado desde el puesto 8 al 6, firmando uno de los mejores desempeños dentro del top ten, en el que ha entrado Ropes & Gray.
En rentabilidad, el ránking lo lidera Wachtell, una firma que presenta unas cifras inalcanzables para sus competidores, con un beneficio por socio que se sitúa cerca de los US$ 8,4 millones y una facturación por abogado de US$ 3,8 millones.
Aunque tradicionalmente se ha achacado estos buenos números a una estructura de costos más ajustada en personal, hay que tener en cuenta que su plantilla se encuentra entre la media del sector. Por ejemplo, cuenta con una proporción de tres abogados y siete empleados por socio, prácticamente las mismas cifras que Baker McKenzie, el estudio líder en plantilla y uno de los más internacionalizados, de hecho fue de los primeros estudios internacionales en establecerse en Chile.
Si Wachtell es capaz de lograr estos resultados con una estructura proporcional a su tamaño -sólo opera en EEUU- es gracias a los honorarios (en la franja más alta con un asesoramiento premium) y al tipo de operaciones en las que la firma está posicionada: transacciones de alta complejidad.
LOS PROTAGONISTAS
El que más gana. Kirkland, especializado en grandes operaciones corporativas protagonizadas por el capital riesgo, es el mayor despacho del mundo por facturación, con más de 6.000 millones de dólares (5.700 millones de euros), pero también el que ha logrado mayor margen operativo: 3.620 millones de dólares.
Líder en empleo. Baker McKenzie es el mayor despacho estadounidense por número de empleados, con una plantilla total que supera las 12.000 personas en todo el mundo. En total, cuenta con 4.795 abogados, de los que sólo el 14% está en EEUU. La sociatura (incluyendo a los de no cuota) está formada por 1.485 socios.
El más caro. Contratar a Wachtell no es barato. Con un beneficio por socio de 8,4 millones de dólares es la firma más rentable. Uno de sus fundadores, Martin Lipton, es el padre de las conocidas como 'poison pills' (píldoras envenenadas), que tanto se han utilizado en los consejos para defenderse de opas hostiles en las últimas cuatro décadas.
