Gobierno se muestra optimista por apoyo político a fórmula de financiamiento de subsidio eléctrico
No obstante, el debate persiste. El ministro de Energía defendió la idea de subir el impuesto al carbón en medio del inminente ingreso del proyecto de estabilización de tarifas.
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En semanas clave está el Ministerio de Energía de cara a presentar las indicaciones al proyecto de transición energética, pero también –y el más inminente- ingresar el articulado de estabilización de tarifas eléctricas. En esa carrera contrarreloj, en el marco de la mesa técnica acordada con senadores, sinceró este lunes su propuesta respecto a cómo se busca financiar el subsidio de las cuentas de la luz con foco en los más vulnerables.
La idea es destinar US$ 200 millones anuales a un subsidio para 1,5 millón de hogares vulnerables, a partir de US$ 100 millones que provienen del cargo por servicio público y el resto del alza a la tasa del impuesto verde. Tras este nuevo antecedente, después de participar ayer martes en el Encuentro Anual de Acera, el ministro de Energía, Diego Pardow, ahondó en la propuesta que contemplaría aumentar el impuesto al carbón a US$ 10 por tonelada emitida, mostrándose optimista en el apoyo político al mecanismo.
Esto, a pesar que los senadores habrían manifestado que estaban de acuerdo con el financiamiento vía aumento al impuesto al carbón ante un eventual impacto en los clientes finales.
“Hablo con los senadores todos los días y no es lo que me han dicho”, aseguró Pardow. Respecto de la preocupación en cuanto a si esto se traspasa a los consumidores, explicó que “cerca de un 20% de la energía contratada para clientes residenciales, tienen un polinomio de indexación que permite traspasar una parte, pero de acuerdo con nuestros cálculos, si recaudamos cerca de US$ 100 millones, solamente un 5% de ese recaudación sería traspasable a consumidores vía polinomios de indexación”.
“Creo que el temor de un traspaso vía polinomios de indexación hemos sido capaces de disiparlo mostrando la evidencia correspondiente”, dijo.
Según reafirmó, proponen que la mitad sea financiada con el cargo por servicio público y la otra mitad “con un aumento temporal al impuesto a las emisiones”. Esto, dijo, porque –entre otras razones- la habilitación legal para hacerlo exige que sea un subsidio temporal y porque la forma de financiamiento es temporal también. “La discusión para un subsidio permanente tiene que venir con un financiamiento permanente. Esa es una reforma estructural que va a necesitar tiempo de discusión (…) Lo lógico es que seamos capaces de discutir de manera estructural nuestro sistema de emisiones en el marco de la reforma fiscal”, reconoció.
Y sentenció: “Espero que como sociedad seamos capaces de generar los consensos necesarios para viabilizar esta solución que -quiero ser claro- es una muy pragmática que apunta a construir un puente temporal entre el presente y un futuro donde abordemos una reforma estructural sobre la materia”.
Pardow precisó que esperan que el proyecto de estabilización sea ley vigente a partir de principios de 2024, pero el subsidio –de acuerdo a sus cálculos- necesita empezar a pagarse a mediados del próximo año.
En relación al escenario para esta discusión -y junto con señalar que “todos compartimos la necesidad de que exista un subsidio para tener un fondo de estabilización que evite las alzas anunciadas”, el senador Juan Luis Castro subrayó que “el problema es cuál es el origen del subsidio. Hasta hoy se ha planteado que sea un impuesto al carbono, pero éste va en proceso de extinción progresiva de la matriz energética, por lo que no es sustentable y, segundo, que está en el pacto fiscal y tiene la oposición de la derecha. Por eso, aquí está el núcleo de la conversación que hay que dirimir”. Al respecto, precisó que se han planteado opciones “como el Mepco, o que sean las propias generadoras las que otorguen el subsidio y después se les haga una devolución de impuestos eventualmente”, anticipando que estos temas son los que están por verse en la discusión y que se “debieran desatar la próxima semana”.
Reacciones
En cuanto a la propuesta de recaudar del orden de US$ 200 millones en los próximos tres años, y específicamente el origen del subsidio, en la vereda política persisten las dudas. Esto, porque elevar el impuesto al carbón en un contexto de descarbonización no sería sustentable. “Eso está por verse”, dicen, sobre la fórmula que se defina.
Camilo Charme, gerente general de Generadoras de Chile, cuestionó que “la solución que da es que esto se va a financiar de forma temporal por un subgrupo de las economías”. Y que, además, ni siquiera se tienen los cálculos de por cuánto tiempo estos subgrupos podrían aportar a esa solución. “Para cubrir elementos de interés general, se tiene que ir también a ingresos generales y permanentes para poder satisfacerlos”, añadió.
Jaime Toledo, presidente de Acera, enfatizó que las emisiones de carbono son una externalidad que no se está considerando en el balance de precios de tarificación: “Vemos con buenos ojos que que el ministro quiera abordar esta situación porque las externalidades de las emisiones de CO2 son un tema y nuestros impuestos de verdad son muy bajos para lo que es el resto de la comunidad internacional”.