Grupo de vecinos se alzan contra megaproyecto inmobiliario en terreno del hotel Sheraton Santiago

La Junta de Vecinos Pedro de Valdivia Norte, liderada por Cristóbal Barros, está evaluando una serie de acciones para hacer frente al impacto que –a su juicio- tendrá sobre el barrio el proyecto denominado "Edificio San Cristóbal", que considera dos torres de 32 pisos a desarrollar en los jardines del tradicional hotel Sheraton Santiago.

La iniciativa –que costará casi US$ 70 millones- contempla un local comercial, 295 viviendas, 372 estacionamientos para residentes, otros 30 para visitas y 143 para bicicletas.

La inmobiliaria Mirador del Cerro, ligada a Jorge Breitling y Oscar Biderman, presentó una consulta de pertinencia para que la autoridad sectorial determine si el proyecto debe ser evaluado ambientalmente. La empresa ya aseguró: "No requiere ingresar al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA)".

En el informe, la empresa destacó que la obra se emplaza en un terreno cuya superficie es de 2,12 hectáreas, menores a las siete hectáreas que señala el reglamento del SEIA para que la iniciativa tenga que someterse a evaluación, y considera la construcción de 295 viviendas, menor a las 300 que se toman como piso para que un proyecto deba ser analizado por la autoridad sectorial.

"Los titulares del proyecto insisten en que no requiere ingresar al SEIA, entre otros motivos, porque considera la construcción de 295 viviendas, sólo cinco menos a las 300 que se toman como piso para que deba ser analizado por la autoridad. Al respecto, representantes de nuestra directiva han sostenido reuniones con la Dirección Regional del Servicio de Evaluación Ambiental, tramitada a través de la Ley de Lobby, a fin de transmitir argumentos técnicos y legales que apuntan a que el proyecto debería ingresar a dicho sistema", sostuvo Cristóbal Barros en una carta dirigida a los vecinos.

Además, dijo que están en proceso de presentar un recurso de aclaración, y revisando la posibilidad de impugnar el Estudio de Impacto del Sistema de Transporte Urbano (Eistu). "Consideramos que no aborda integral y exhaustivamente el impacto vial que tendrá el megaproyecto", dijo el dirigente.

¿Proyecto independiente?

Como parte de la consulta de pertinencia, la directora Regional del Servicio de Evaluación Ambiental Región Metropolitana, Andelka Vrsalovic, solicitó documentos adicionales a los titulares del proyecto para pronunciarse.

Es así como pidió argumentar porqué el "Edificio San Cristóbal" correspondería a un proyecto independiente al Hotel Sheraton, si se emplazan en un mismo terreno, con un único Rol de Avalúo. Por esto, en caso de existir Resolución de Aprobación de subdivisión del terreno, se pidió adjuntar.

"Se solicita argumentar por qué 'Edificio San Cristóbal' fue presentado a esta Dirección Regional como proyecto nuevo y no como una modificación de uno existente", dijo la autoridad sectorial en un documento del pasado 6 de agosto.

La iniciativa ya cuenta con un permiso de edificación otorgado por la Dirección de Obras de la Municipalidad de Providencia; se desarrollará en la esquina de las calles El Cerro con Emeterio Larraín, en la única zona disponible que hay en el terreno que alberga al hotel, a un costado de la entrada a los estacionamientos del Sheraton.

Hoy ese espacio es área verde, y la idea de los dueños es abrir una gran plaza pública, por lo que sólo se considera utilizar una parte del paño disponible para la construcción de las torres. La idea es replicar lo hecho en el W de Isidora Goyenechea, en donde conviven un edificio destinado a hotel y otro a departamentos.

En 2015, el fondo Inversiones Hoteleras, administrado por LarrainVial Activos, compró el Hotel Sheraton Santiago y San Cristóbal Tower en US$ 75,8 millones. Entre los aportantes del fondo están Jorge Breitling y Oscar Biderman (socios fundadores del Hotel Intercontinental Santiago), quienes precisamente son los que hoy lideran el proyecto para levantar los edificios en parte del terreno del Sheraton.

Aún está en estudio la fórmula de financiamiento del nuevo inmueble. Las alternativas van desde que el mismo fondo desarrolle la obra, que lo construya un tercero, o que se conforme una sociedad.