El consorcio de telefonía
sueco-japonés Sony Ericsson obtuvo un beneficio neto de 114 millones
de euros (unos US$153,3 millones) en los nueve primeros meses de 2008, un 85% menos
que en el mismo período del año anterior.
La ganancia bruta cayó un 83% hasta los 179 millones de
euros (cerca de US$ 240,7 millones), mientras que el beneficio operativo fue de 149 millones, un
86% menos.
Las ventas se situaron en los 8.330 millones, lo que equivale a
un descenso del 9%.
Sony Ericsson vendió 72,5 millones de teléfonos, una cifra casi
idéntica a la del año anterior, aunque el precio medio de venta por
unidad bajó un 9% hasta los 115 euros (US$154).
El mayor peso de los teléfonos de bajo precio en las ventas
-debido a la competencia creciente en la gama media-alta- y las
fluctuaciones en las cotizaciones de divisas explican el resultado
del tercer trimestre, en el que la firma perdió 25 millones de euros
netos (US$ 33,6 millones).
La pérdida bruta fue de 23 millones (US$30,9millones), por 384 millones (US$516,4 millones) de
ganancias, y la pérdida operativa alcanzó los 33 millones (US$44,3 millones), frente al
beneficio de 393 millones (US$528,5 millones) del tercer trimestre de 2007.
El volumen de negocio bajó un 10% y fue de 2.808
millones (US$3,776,5 millones).
Sony Ericsson vendió 25,7 millones de teléfonos -dos décimas
menos-, pero con un menor precio de venta medio por unidad.
"Como era esperado el tercer trimestre ha seguido siendo exigente
para Sony Ericson. Hemos avanzado con nuestros planes de unir
operaciones y recursos con la consolidación de centros de
investigación y desarrollo en una estructura más ágil y eficiente",
dijo en un comunicado su presidente, Dick Komiyama.
Komiyama recordó que la compañía aspira a reducir gastos
operativos por 300 millones de euros ( US$403,4 millones) antes del fin del primer
semestre de 2009 para volver a beneficios y hasta ahora los planes
van según lo esperado.
Sony Ericsson mantiene una cuota aproximada del 8% en
el mercado mundial de telefonía móvil, que la firma sueco-japonesa
espera que crezca un 10% este año, fundamentalmente en
mercados emergentes dominados por modelos de gama baja.