Roberto Sapag
Enviado especial a Madrid
El mismo día en que las autoridades hispanas confirmaban la solicitud de fondos para un multimillonario rescate bancario, la misma jornada en que los mercados europeos caían en forma abrupta, el presidente del Comité Ejecutivo de Grupo Santander, Emilio Botín, derrochó optimismo tanto respecto de la situación del sistema bancario español como del futuro del euro y lo que vendrá a mediano plazo para la economía europea.
Ante un puñado de periodistas latinoamericanos, y en los cuarteles centrales del grupo custodiados por más de 1.200 centenarios olivos, Botín afirmó categórico ayer: “Todas las empresas europeas se han beneficiado un montón del euro, por eso tenemos que empujar a su favor. Yo parto de la base de que (la unión monetaria) no se romperá en ningún caso. El euro va a salir fortalecido, sin duda, de todos estos problemas”, sostuvo.
Tras admitir que el momento económico europeo es difícil y que la labor de atacar los problemas ha sido lenta por el lastre estructural que supone poner de acuerdo a un gran número de miembros en la unión, Botín dijo confiar en que los políticos harán sus deberes y lograrán más cohesión entre países: “actuarán, de eso no les quepa ninguna duda”, dijo, añadiendo que el camino a seguir va en la dirección de la unión bancaria, el establecimiento de un fondo de garantía europeo, un regulador único y otras medidas como los eurobonos, que tomará más tiempo.
Botín valoró el proceso de cambios que han empujado en estos seis meses las nuevas autoridades españolas, en especial en materia laboral y de cuentas fiscales. Y aseguró que atributos como la solidez industrial española, el nuevo vigor exportador, los avances en infraestructura y la base empresarial desarrollada en las últimas décadas, permitirán a España salir adelante.
Sistema financiero fortalecido
A su juicio, el sector financiero hispano está sano, no sólo porque la consolidación de las cajas ya se ha estado produciendo, sino porque los bancos han “provisionado para los asuntos malos de ladrillo, 110.000 millones de euros desde el inicio de la crisis”. A esto, dijo, se añaden las nuevas exigencias establecidas por el gobierno en materia de provisiones (que suman unos 84.000 millones de euros adicionales).
Así, afirmó que hoy la banca española tendría bases de capital que exceden con creces las que se necesitarían incluso en los peores escenarios simulados en los estrés test por entidades independientes, destacando que el Santander incluso ha salido de esas evaluaciones con una mayor base de capital que la que tenía al inicio de las pruebas.
“Mi opinión es que después de toda esta situación, el sistema financiero español se va a situar dentro de los más sólidos del mundo, así de claro. ¿Y el Santander? Bueno, el Santander no ha recibido ayuda pública ni en España ni en ninguno de los países en que operamos ni la va a necesitar, a diferencia de bancos americanos y europeos que recibieron ayuda de los contribuyentes en los últimos años. No necesitamos ni un céntimo”.
De hecho, ayer en medio de la rebaja de Moody’s, Santander (Baa2) y Banco Popularon fueron los únidos que quedaron por encima de la nota concedida a España.
Destacó en el caso de la entidad que encabeza, que la crisis de 2008 se aprovechó y que hoy cuentan con una diversificación única entre regiones emergentes y desarrolladas, lo que le permite un mayor equilibrio en los ciclos económicos. Al respecto, detalló que hoy Inglaterra aporta cerca del 12% del beneficio del grupo, que EEUU aporta el 10% (que este año serán más de US$ 1.000 millones) y que América Latina aporta el 53%.
A esta región, donde el grupo tiene 90.000 empleados y 6.053 oficinas, la definió de estratégica, lo que se confirma con los US$ 39.000 millones que han invertido desde 2000. Es más, dijo que “en A. Latina queremos crecer, porque la red que tenemos allí es la mayor franquicia en la región y es uno de los motores de crecimiento del grupo y lo seguirá siendo. Allí es donde más va a crecer la población y donde más va a crecer la clase media”.
¡Compre Santander!
"En España Banco Santander vale en bolsa, para mí, muy poco. Valemos 47 billions (sic) y debiéramos valer 80. Y si se hace lo que vale cada una de las partes del Grupo Santander, se ve que España no vale cero, sino que menos 15.000 millones. Ésa es la realidad y como la vida es muy larga y vendrán tiempos mejores, y van a venir, yo animo a los que tengan algunos ahorros a que inviertan en acciones Santander". Con estas palabras Emilio Botín alentó a mirar con otros ojos el valor del banco, el cual a su juicio ha sido injustamente valorado por los inversionistas. Que sus acciones estén a niveles de cinco euros y que respecto de valor libro el banco se transe en una razón de 0,6, "es una cosa que no se entiende". Botín hizo ver que en estos tiempos de turbulencia la entidad no sólo ha aumentado sus depósitos (con un ratio de 115% entre depósitos y créditos), sino que ha podido pagar los mismos dividendos que antes gracias a su diversificación. "Es que hay inversores que no se han enterado: Comparado con la banca italiana, nosotros valemos más que los tres primeros bancos juntos, valemos más que los dos primeros bancos alemanes juntos, que los dos primeros franceses y más que los dos suizos juntos", remata.
Por último, Botín ratificó que la entidad mantendrá sin cambios su estrategia de expansión internacional, con filiales independientes en capital y financiamiento, lo que es un cortafuegos en caso de problemas.
Botín se mostró a favor de tener bancos y filiales cotizadas en bolsa y anticipó que a menos que los mercados se compliquen mucho, este año se abrirán en México. Dijo que esa estructura es sana para el banco y los inversionistas, porque da flexibilidad a las partes y permite al grupo, en momentos en que hace falta, colocar parte del capital.