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Pesqueras intensifican sus negocios de productos congelados y conservas

En el primer trimestre Iquique Guanaye duplicó sus ingresos en conservas. Camanchaca produjo un 109% más de jurel congelado.

Por: | Publicado: Martes 3 de julio de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por María Marañón



El incierto panorama que atraviesa el sector pesquero y la baja del desembarque del jurel han provocado un viraje del negocio de las grandes compañías hacia productos enfocados al consumo humano. En concreto, congelados y conservas con el objetivo de agregarles valor.

La tendencia se ha acentuado en los últimos dos a tres años, según explica el encargado de la Unidad de Análisis Sectorial Pesquero de la Subsecretaría de Pesca, Alejandro Gertosio, quien vaticina que, “en el futuro, la tendencia a la baja que se espera en el precio de la harina no haría sino aumentar el interés de las empresas en estos dos ámbitos”.

Reflejo de ello, en el primer trimestre de 2012 Iquique Guanaye aumentó sus ingresos en conservas un 45% al recaudar US$ 24.711 millones. En congelado, registró un crecimiento del 128%, con unos ingresos de US$ 21.211 millones, que la compañía atribuye a que “se ha privilegiado la venta de productos en conservas en el mercado doméstico”, y que, en contraposición con la caída en ingresos de harina (-41%) y aceite de pescado (-32%), resultan más relevantes.Camanchaca, en volumen, produjo este año un 146% más de cajas de conservas y un 109% más de toneladas de jurel congelado.

Aunque, el incremento se entiende, en parte, por el aumento en más del 100% de las capturas de jurel, el resultado “confirma la orientación a productos de mayor margen”, según se menciona en su estado de resultados. Además, a 31 de marzo la pesquera mantenía en existencias 799.251 cajas de conservas por US$ 22 millones.

Por otro lado, Blumar, que elevó sus ingresos en jurel congelado un 396%, generó US$ 18 millones. En toneladas, significó una variación del 415% que se distancia de la caída de un 49% en el volumen de ventas de aceite y del 6% de harina.

Con las malas perspectivas para la harina, las empresa requerirán rentabilizar sus inversiones. Gertosio sentencia: “Las empresas van a tener que fortalecer su posición respecto de estos productos, que les reditúan más ingresos”.

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