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Carlos Cousiño: “Los empresarios tenemos que acostumbrarnos a dar cuenta de nuestro quehacer”

Dice que “la recompensa de un empresario exitoso es enorme, por eso es bueno que esa recompensa esté bajo sospecha”.

Por: Verónica Moreno | Publicado: Viernes 13 de noviembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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Hoy la Asociación de Empresas Familiares (AEF) celebra su séptimo aniversario en donde premiará a la familia Reutter, que a través del holding familiar participa en Cisandina Chile, Pesquera Isla del Rey y Deep Sea Food, entre otras.

Carlos Cousiño, presidente de AEF y de viña Cousiño Macul, señala que esta organización -que reúne a cerca de 70 compañías- da apoyo a este tipo de organizaciones en el ámbito de la creación de directorios o de consejos familiares. Pero también Cousiño aborda los escándalos que han puesto en primera plana a algunas firmas locales y el impacto que esto tiene para el resto del empresariado.

-¿Cómo evalúan todos estos escándalos en los que empresas están involucradas: SQM, Penta y ahora la colusión de las papeleras?
-Con profunda preocupación y también con dolor porque compromete el prestigio del quehacer empresarial, compromete a veces el prestigio de familias empresarias. No ayuda en crear un ambiente de confianzas mutuas que es indispensable para la actividad económica. Cada uno de estos casos es un golpe que uno siente muy significativamente.

-Este tipo de casos terminan cuestionando la legitimidad empresarial, ¿cómo se puede revertir?
-Crear y recrear la confianza con la sociedad entera. Y es que efectivamente la recompensa de un empresario exitoso es siempre enorme y por eso es bueno que esa recompensa esté bajo sospecha. Los empresarios tenemos que acostumbrarnos a dar cuenta de nuestro quehacer, debemos ser capaces de explicarnos, de generar conciencia acerca de que nuestro rol es positivo para el desarrollo económico y para el bienestar del país (...). Nuestro gran compromiso es la transparencia para hacer ver que detrás de esas grandes recompensas hay también grandes riesgos, grandes desvelos y que hay una consecuencia positiva en términos de la riqueza que se genera, del empleo. Pero aún así, creo que hoy ya no basta con eso, que también es necesario tener una actividad filantrópica relevante.

-¿Por qué esa actividad es importante para una empresa?
-Es extraordinariamente importante. Nosotros, como Asociación de Empresas Familiares, lo hemos cultivado mucho porque es una manera de aproximarse a la sociedad para cooperar, para sacar adelante proyectos comunitarios o grandes iniciativas sociales.

Empresa familiar

-¿En qué estado de desarrollo se encuentra la empresa familiar en el país?
-Tenemos dentro de nuestros asociados empresas muy grandes e hiperprofesionalizadas y tenemos otras muy pequeñas. Lo que damos es apoyo en la especificidad de lo que es una empresa familiar, por ejemplo en cómo crear un directorio con miembros de la familia, cómo crear un consejo de familia, cómo ayudar a manejar los conflictos que pueden aparecer y cómo pensar en la sucesión.

-El tema de la sucesión va mucho más allá de la continuación del giro de la empresa...
-Absolutamente. Lo que es realmente propio de una empresa familiar son dos cosas: lo primero es que va a pasar a un miembro de la familia para que él a su vez la vuelva a pasar, entonces el horizonte con el cual se piensa una empresa es el infinito. Lo segundo es que por esta particularidad, la empresa familiar lleva dentro de sí una amenaza latente que es enorme: la posibilidad de que se produzca un conflicto entre los miembros y eso es algo que hay que atender como una prioridad permanente.

-¿Cómo se puede resolver la posibilidad de conflicto?
-La empresa es una organización racional que busca maximizar los fines con la mejor organización de los medios, pero la familia no es eso, está en el ámbito emotivo y su lógica es otra, y por ende no tiene racionalidad instrumental. Entonces en una empresa familiar se convive con estos dos ámbitos y hay una cosa que está clara: una familia puede aguantar cualquier cosa pero no aguanta una pelea por plata. En el momento en que hay una discusión por plata se pelea la familia y se destruye la empresa. Ese es el desafío de una empresa familiar.

-¿Cómo se maneja ahora?
-En una empresa basta con tener una plana gerencial y una plana directiva para poder manejarla. En el caso de una empresa familiar no basta, hay que mantenerla unida, por eso existen otras instancias como el consejo de familia en el que no se tratan temas de negocios y se busca desarticular estos posibilidad de conflictos mortales y así también fortalecer los vínculos familiares y que esto trasunte en una estabilidad en el quehacer económico.

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