Aguas Chañar interviene áreas de gestión y busca recuperar relación con comunidades
Sanitaria ligada a Icafal e Hidrosán entregará un estudio de ingeniería para detectar los tramos y las inversiones que son necesarias para fortalecer la red en la región de Atacama.
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Una profunda reestructuración está realizando la sanitaria de la Región de Atacama, Aguas Chañar, ligada a Icafal e Hidrosán, que durante marzo enfrentó una serie de cuestionamientos y conflictos por los sucesivos cortes de suministro en diversos sectores y la turbiedad del agua, a lo que se sumó el vertimiento de hidrocarburos en la localidad de Freirina, todo esto sumado al alto precio que la coloca como una de las tarifas más caras del país.
A la reciente salida del gerente general, Enrique Calcagni, en los últimos días se han sumado nuevos cambios e incluso los integrantes del directorio intervinieron partes claves de la operación, asumiendo una supervisión directa de las distintas áreas.
Los cambios van en varias líneas. Primero, Claudio Bitrán, gerente de Administración y Finanzas, asumió en forma interina la gerencia general, mientras se realiza un proceso a través de un head hunter para encontrar un ejecutivo titular.
Además, se creó el cargo de gerente de Asuntos Corporativos, puesto que asumió un conocido de la empresa. Se trata de Diego Barros, ex gerente general entre 2010 y 2016 y que por razones de salud se había alejado de la administración.
La gestión de Barros abarcará también el área de comunicaciones, cuyo encargado fue removido e incluirá el área de relaciones comunitarias y RSE. Para complementar el trabajo de esta área, la sanitaria contrató los servicios de la agencia de Enrique Correa, Imaginacción.
Aguas Chañar aclaró que el apoyo de la consultora será a través de las gerencias de Comunicación Estratégica y Diseño de Negocios, esta última lideradas por el ex ministro Carlos Cruz y quien asesoró a dicha cartera Eduardo D’Hainnaut.
La relación con las comunidades es uno de los puntos más sensibles de la sanitaria, dado los constantes cuestionamientos de la comunidad y de las autoridades locales que han presionado para que incluso les quiten la operación de la concesión.
Además, ese ítem jugará un rol clave para que la firma pueda sortear sin nuevas dificultades las inversiones en infraestructura exigidas por la Superintendencia de Servicios Sanitarios, para estabilizar la operación. Esto, porque para renovar redes por 4.500 kilómetros, está la posibilidad de que se concreten cortes de suministro, por lo que la comunidad es clave.
“Les hemos pedido un plan con una estricta mirada integral y ciudadana en el relacionamiento con las comunidades porque se requiere una relación cara a cara con los usuarios afectados”, explicó el superintendente de Servicios Sanitarios, Ronaldo Bruna.
Otros refuerzos
Además, se han tomado otras medidas relacionadas con los puntos que exigió la SISS para la estabilización de la operación, lo que incluye inversiones por $ 9.000 millones.
En junio la compañía entregará un estudio de ingeniería que identificará las áreas más débiles de la red y los montos de inversión asociados, lo que podría elevar lo ofrecido por la compañía.
Para mejorar aspectos operacionales, es el propio presidente de la compañía y socio de Icafal, Juan Diéguez, quien está liderando la supervisión de esta área y contrató una consultora para elaborar un plan de operaciones y ordenar los procesos de gestión que permitan cerrar las brechas existentes.
La autoridad pidió reforzar además cómo se enfrentan las emergencias, a través de la gestión de recursos para crisis, modelo que debutó esta semana con las inundaciones.