En agosto pasado, el gobierno anunció un proyecto para modernizar el sistema tributario chileno, que incluye una serie de medidas para hacerlo más simple e introduce herramientas tecnológicas, como la boleta electrónica. La iniciativa se suma a la reforma tributaria de 2012 y 2014, -que además fue perfeccionada en 2016-, cambios que no están haciendo fácil el camino para los profesionales del sector.

“El sistema tributario chileno no es sencillo”, afirma el socio del área Legal y Tributaria de PwC Chile, Rodrigo Winter, agregando que las sucesivas reformas implican un constante estudio e innumerables situaciones especiales. “Se ha notado un esfuerzo permanente de los profesionales del sector por actualizarse en estas materias”, dice.
Para el abogado y secretario del Instituto Chileno de Derecho Tributario, Yuri Varela, “los temas tributarios requieren permanente actualización técnica porque las operaciones de los contribuyentes pueden evolucionar y, por lo tanto, los criterios se deben ir ajustando a las nuevas realidades”. Y, aunque se observa un esfuerzo importante por profundizar la preparación del sector, “aún persisten grandes desafíos”, dice Varela.
Un buen asesor tributario debería estar al tanto de lo que publica el Diario Oficial, de las circulares, oficios y otras instrucciones del SII, de la principal jurisprudencia y de analizar los casos de los clientes, entre otros puntos.
“Todo eso en un contexto en que cada tema, es un verdadero mundo”, explica el director ejecutivo del Centro de Estudios Tributarios de la Universidad de Chile, Gonzalo Polanco, añadiendo que, en ese marco, cada día se está dando más la “súper especialización”: el profesional ya no sólo es experto en tributación, sino que se dedica, por ejemplo, a tributación internacional, o a juicios, entre otros temas.
Y en esto, “buena parte del trabajo la podrá hacer los computadores a través de herramientas como la inteligencia artificial, por lo que los asesores deberán adaptarse y los académicos también”, asegura Polanco.
Mercado activo
Según Winter, los antiguos asesores tributarios han quedado un tanto rezagados frente a la cantidad de nueva regulación, lo que ha hecho proliferar un gran número de asesores independientes.
“Por ahora, el mercado alcanza para todos pero habrá que ver qué ocurre con los nuevos actores una vez que salgamos del ‘modo reforma”, enfatiza.
Aunque no hay cifras al respecto, Polanco cree que el sector de los expertos tributarios todavía tiene espacios para crecer, tanto a nivel de contadores auditores como de abogados especializados. Por eso, la actualización continua es vital.
Para Claudia Valdés, CO & Founder de BBSC, la comprensión de la ley es uno de los aspectos clave en la formación de los contadores auditores, mientras que la comprensión de los sistemas de información contable y el flujo de información tributaria que llega al SII, lo es para los abogados tributaristas.
“Por este motivo, creo que surgirá muy prontamente un nuevo profesional”, vaticina.