Felipe Harboe, el articulador del acuerdo para una nueva Constitución

Es conocido como un político determinado y lo es. El senador Felipe Harboe (PPD) ha demostrado que no se deja intimidar con facilidad y no duda en decir lo que piensa, aun cuando sea políticamente incorrecto. Al inicio del conflicto social que azota a Chile, levantó la voz junto a varios de sus pares de oposición en el Congreso, para advertir acerca de la necesidad de resolver el conflicto con "más y mejor política" y que era tiempo de avanzar hacia una nueva Constitución. De ahí el ahínco con el que ejerció el rol de articulador entre la oposición, el oficialismo y el gobierno durante toda la jornada del jueves y hasta altas horas de la madrugada de hoy y que terminaron con un histórico acuerdo para cambiar la carta fundamental.

A sus 47 años, casado con tres hijos, el senador por la recientemente creada Región del Ñuble, suele decir que "mantener la templanza y las buenas relaciones" es fundamental en todo tipo de negociaciones. Él lo sabe, porque entre sus muchos perfeccionamientos tras titularse de abogado de la Universidad Central, realizó un curso de negociación y manejo de crisis impartido por la Universidad de Harvard y la Fundación Chile.

Esta experiencia es tal vez lo que lo motivó a buscar los acuerdos necesarios para contribuir a que esta crisis que atraviesa el país se convirtiera en una oportunidad. De hecho, el 12 de noviembre recién pasado, mientras el presidente Sebastián Piñera hacia un llamado a la paz, desde La Moneda y flanqueado por los ministros Karla Rubilar y Gonzalo Blumel, los senadores PPD Harboe y Jaime Quintana (presidente del Senado) esperaban en el living de su casa al titular de Interior, acompañados por el subsecretario de Desarrollo Regional, Claudio Alvarado.

La finalidad de la cita era, justamente, sondear algunas fórmulas para dar una salida institucional y democrática a la crisis. A partir de ese momento, las energías del senador nacido en Holanda y primo del ministro de la Segpres, Felipe Ward, estuvieron al servicio de este objetivo.

Para ello tuvo que sacar lo mejor de su relación con algunos de los parlamentarios con los que reconocidamente se lleva muy bien: Andrés Allamand (RN) y Víctor Pérez (UDI), con quienes comparte en la Comisión de Constitución que preside; o con Felipe Kast (Evópoli) junto a quien integra la Comisión de Seguridad. Pero también se lleva bastante bien con el frenteamplista Gabriel Boric. El senador del Ñuble estuvo durante toda la jornada comunicado por teléfono con el ministro Blumel. Cuando el acuerdo amenazó con caer, Harboe se encerró con el oficialismo a lo que se fueron sumando otros senadores de oposición, según avanzaba el reloj y aumentaba la incertidumbre.

El senador Felipe Harboe hizo acopio de toda la determinación posible para seguir adelante. La misma que tuvo cuando conoció al expresidente Ricardo Lagos a quien comenzó a admirar el día en que siendo un dirigente opositor desafió, a través de las pantallas de Canal 13, al general Augusto Pinochet. Al día siguiente, el entonces estudiante de enseñanza media del Colegio Notre Dame de Ñuñoa, buscó la dirección y el teléfono de Lagos y lo llamó, el expresidente respondió el teléfono y él le expresó su admiración y le preguntó a dónde debía dirigirse para inscribirse en el PPD para trabajar por él, el senador tenía 16 años.

Conocerlo en persona le tomó algo más de tiempo. En 1990, el joven secundario Harboe le hizo una manifestación al entonces ministro de Educación, Ricardo Lagos, y se reunieron con la autoridad. Allí finalmente se conocieron en persona. Años más tarde, el exjefe de Estado nombró al actual senador subsecretario de Carabineros y según cercanos a Harboe, el expresidente le dijo "como pecas, pagas".