Admisibilidad de proyectos : Las razones de la ex presidenta del TC Marisol Peña para apoyar comisión de expertos
La constitucionalista indica que grupo de expertos podría ser nombrado por representantes del Ejecutivo y el Congreso y que su existencia sería “una especie de patente o sello de garantía previa de constitucionalidad” de las iniciativas legales antes de iniciar su tramitación.
- T+
- T-
La ex presidenta del Tribunal Constitucional Marisol Peña, considera "oportuna" la propuesta del Presidente, Sebastián Piñera, de crear una comisión de expertos para mejorar la admisibilidad de los proyectos que tramita el Congreso, con el fin de evitar el ingreso de textos inconstitucionales.
La profesora de derecho constitucional de la Universidad Católica, primera mujer en presidir el TC, sostiene que "un grupo de asesoría técnica que preventivamente prenda una luz de alerta sobre posibles inconstitucionalidades no tiene por qué ser mirado como una intromisión o una pasada a llevar de las funciones del Congreso Nacional".
A su juicio, en esta comisión anunciada esta semana por el presidente Sebastián Piñera y que ha generado duros roces con el Congreso, donde acusan al Ejecutivo de "falta de respeto" e "intromisión" en la labor del Parlamento, debiera esta integrada por expertos de ambos poderes. "De esa manera, se podría garantizar que los proyectos de ley que se empiecen a tramitar tuvieran una especie de patente o sello de garantía previa de constitucionalidad antes de partir su tramitación", sostiene.
-¿La "comisión" pudiera ser permanente?
-Alguien se puede preguntar ¿pero la institucionalidad consulta esta posibilidad?. No, no la consulta, pero hemos visto que a través de la historia de nuestro país, especialmente en los últimos gobiernos de distinto corte político, se ha recurrido a consejos asesores para una cantidad impresionante de materias, la ética pública, la modernización del Estado y ahora el Covid19. ¿Por qué no podría existir un consejo asesor técnico de alto nivel para justamente lograr que se respete el principio de supremacía constitucional y evitar que todos los conflictos se judicialicen y terminen en el TC al cual al final del día se le pase la cuenta cualquiera sea la decisión que adopte?.
-Pero la institucionalidad hoy le entrega el rol de declarar la admisibilidad o no de un proyecto a los presidentes de ambas cámaras...
-Efectivamente, es de ellos, pero sabemos y hay literatura que lo comenta, que hay una fase que se llama extraparlamentaria de los proyectos de ley, y es esa fase que se desarrolla normalmente en dependencias de la Segpres o en reuniones con los partidos, donde sobre todo, los proyectos de ley más importantes se acuerdan entre el gobierno con los partidos políticos con representación parlamentaria. Los presidentes de las cámaras con una comisión de este tipo debieran sentirse fortalecidos, por eso me parece que no debiera ser una comisión exclusivamente a nivel del poder Ejecutivo, debiera ser mixta con asesores tanto del Ejecutivo como del Legislativo y en el fondo si bien la atribución es de los presidentes de ambas cámaras, los órganos colegisladores en Chile son el Poder Ejecutivo, el Presidente y el Congreso, por lo tanto, tampoco podríamos decir que el Ejecutivo está actuando fuera del rol que le confiere la Constitución.
"Me duele mucho este momento que vive el TC"
-¿Considera que se ha sobrecargado la labor del TC en el último tiempo al tramitarse proyectos que tienen vicios de constitucionalidad?
-Siempre he sostenido que las minorías parlamentarias, es decir, una cuarta parte de la Cámara o Senado, por ejemplo, tiene derecho de recurrir al TC y también lo puede hacer el Presidente de la Republica, lo que pasa es que como decía Enrique Silva Cima, el TC se crea para resolver estos conflictos, han pasado 40 años y todavía los órganos políticos no logran superar sus dificultades en los espacios naturales que ellos tiene en el Congreso y las instancias políticas y finalmente terminan depositando la solución del asunto en el TC y evidentemente las sentencias siempre va satisfacer a una de las partes y no deja contenta a la otra. Por eso me duele que la falta de consenso político tenga que estarlo pagando reiteradamente el TC.
-¿Cómo analiza la imagen ante la opinión pública del TC?
-Creo que como lo han dicho algunas personas hoy hay una intolerancia en la clase política que impide más que nunca el logro de los consensos y cuando eso sucede es cuando deben activarse los mecanismos de arbitraje y ahí entra a actuar un TC hoy tremendamente debilitado, judicializado, que es muy irrelevante y que en consecuencia introduce un manto de duda respecto a sus decisiones. Me duele mucho este momento que vive el TC.
-¿El debate en curso demuestra la razón de ser del TC que algunos buscan eliminar?
-El Tribunal es indispensable para la democracia y el Estado de Derecho, pero el hecho de que exista un TC no significa que haya que abusar del TC, este debiera ser siempre la última ratio, el último dispositivo, pero cuando realmente uno entienda que las voluntades políticas han desplegado todos y sus mejores esfuerzos. Y no como ha dicho la presidenta del Senado en forma simplista y superficial que entre la ciudadanía y las normas, se queda con lo que la ciudadanía me ha delegado, eso es increíble de escuchar y leer; significa desconocimiento de un mandato constitucional que es fundamental para el titular de uno de los poderes del Estado.