Teletrabajo: 51% de los encuestados dijo que su salud mental se ha visto afectada
Principales inquietudes se refieren a la angustia por la posibilidad de perder el empleo y el temor a contagiarse o a que se enferme alguien cercano.
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Una de las medidas más adoptadas por las empresas para hacer frente al impacto de la crisis sanitaria en el país ha sido el teletrabajo o trabajo a distancia, lo que ha permitido que, pese a la cuarentena, ciertas áreas y rubros puedan continuar operando.
De acuerdo a un sondeo de Randstad a cerca de 800 trabajadores de diversos sectores económicos, un 51% dijo que su salud mental se ha visto afectada desde que se encuentra trabajando desde su hogar.
Si se analizan los datos por rango etario, esta percepción se agudiza en las personas de 25 a 44 años, entre las cuales el deterioro psicológico alcanza un 77%; seguidas por aquellas de entre 45 y 54, con 17%; mientras que los jóvenes de 18 a 24 años; y los mayores de 55 suman el 6% restante.
Por tamaño de empresa, el desgaste más considerable está en los trabajadores de firmas grandes, con un 47% que señaló que su estado psicológico se ha visto perjudicado con el empleo a distancia. Después se ubican las medianas, con un 30%. En las pequeñas, la cifra llega a 23%.
“Frente a este escenario la gente se enfrenta a situaciones de estrés diario, como el encierro y la escasa movilidad física, el cuidado y la educación de los hijos, las labores del hogar, la dificultad para abastecerse de alimentos y medicinas, la preocupación por la salud de sus seres queridos; aparte del miedo a perder el empleo. Esto sin considerar factores como que el espacio sea el adecuado y que el acceso a internet, si es que lo hay, funcione correctamente para sobrellevar todo lo anterior”, explicó Natalia Zúñiga, directora de marketing & comunicaciones de Randstad, respecto a las razones que explican las cifras.
Los temores
El sondeo midió también cuáles son los temas que están preocupando a las personas y el resultado fue que tiene relación, principalmente, con la angustia que genera la posibilidad de perder el empleo (56%).
Pero no es lo único, el temor a contagiarse o a que se enferme algún familiar o amigo cercano es otra de las preocupaciones más mencionadas (55%). Más atrás está el agobio que significa organizar el trabajo desde el hogar, cuidar a los niños y lidiar con las labores domésticas (35%); mientras que el miedo a la suspensión del contrato con la consecuente reducción del ingreso, ocupa la cuarta posición (32%).