Tamara Agnic, Presidenta de Chile Transparente: “Ojalá pronto haya garantías de que en las citas de Grau, Rojas y Jara no hubo negociaciones más allá de la raya”
El diálogo público-privado es necesario, pero bajo mecanismos de mayor transparencia y rendición de cuentas, advierte la experta en compliance.
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“La ley de lobby está al debe, fue un boom en toda Latinoamérica cuando entró en vigor, en 2014, pero desde allí no se renueva y eso tiene costos”, resume Tamara Agnic, la recién electa presidenta de Chile Transparente, al comentar los remezones de las citas de ministros con empresarios en la casa del lobbista y exalcalde, Pablo Zalaquett. Pero, además, hay un problema con el criterio aplicado por quienes asistieron, asegura.
“El estándar ético exigible a ministros apunta a evitar sombras de dudas y los representantes del sector privado también tienen su cuota de responsabilidad”, agrega la actual directora de BancoEstado, quien asumió su nuevo cargo con el voto unánime del directorio de Chile Transparente.
“La corrupción es un problema muy grave porque está absolutamente relacionada con la seguridad. La estrecha relación entre crimen organizado y corrupción no es evidente para todas las autoridades”.
- ¿Urge revisar los procedimientos?
- Que las reuniones hayan generado conmoción, las hace cuestionables y, por tanto, es fundamental revisar los procedimientos. ¿Hay que tratar a todos por igual? Creo que no, acá lo discutible son las formas.
- Los ministros de Economía, Medioambiente y Trabajo reconocieron haber tratado temas propios de sus carteras con empresarios de esos sectores, en casa de Zalaquett, ¿cabe un mayor reproche?
- A título personal, creo que las reuniones de los seis ministros no son iguales. Grau, Rojas y Jara sostuvieron citas más acotadas y con empresarios de industrias, en particular de las AFP y del sector pesquero. A esas es a las que hay que ponerle más lupa y, ojalá, a la brevedad se pueda entregar garantías de que no hubo negociaciones más allá de la raya.
- ¿Dónde está ese límite?
- La política es siempre una negociación, pero la negociación se tiene que dar en los espacios que están concebidos para ello, como el Congreso. Quienes participaron en estas reuniones pueden haber estado muy bien inspirados, pero lo hicieron muy mal.
- ¿Se equivocaron al no informar?
- Debieron informar por lobby. Aun cuando es necesario actualizar esta ley para disminuir los espacios de interpretación, hay cuestiones de criterio. Si un ministro se encuentra con el presidente de una empresa en un matrimonio y conversan sobre temas sectoriales que los involucran, es deber de la autoridad pública llegar a su oficina el lunes y registrarlo en la ley de lobby.
- ¿Por dónde deben ir las modificaciones para asegurar mayor transparencia?
- Hay que eliminar los espacios de sospecha, porque esta no es necesariamente delito. Por eso las formas son muy importantes. Necesitamos más diálogo, pero con mecanismos de mayor transparencia y rendición de cuentas. Si no, al final todo es corrupción y vamos a dejar que pasen los elefantes, mientras andamos persiguiendo hormigas.
Desazón
- La percepción de corrupción ha estado creciendo en los últimos años y el país no mejora en los rankings internacionales, ¿se normalizó la corrupción en Chile?
- Aún no y eso es lo que hace que nos escandalicemos frente a situaciones que en otros países pasarían desapercibidas. Y eso es una válvula que permite reaccionar. Estalló el escándalo de los convenios y rápidamente se convocó a la Comisión para la Probidad y Transparencia.
- Pero ¿está siendo eficiente la fórmula de que ante casos de mayor resonancia en corrupción se forme una comisión de expertos, se legisle y, luego, se pase al siguiente?
- La colaboración es relevante y el trabajo de la Comisión para la Probidad y Transparencia fue clave. Sin embargo, también es cierto que las medidas deben abordarse con mirada de Estado y largo plazo. Hay muchas lecciones que sacar, reaccionamos ante un escándalo, legislamos, evolucionamos y nos olvidamos de que estos fenómenos son complejos y evolucionan a gran velocidad. Las herramientas de prevención y sanción tendrían que actualizarse con la misma rapidez. La ley de lobby es un ejemplo.
- ¿Es posible identificar grados de responsabilidad del sector privado en los casos de corrupción conocidos?
- En esto quiero ser enfática, frente a cada escándalo ponemos el foco en el sector público, pero en la mayoría de las situaciones de corrupción hay un agente privado que cumple un rol, algunas veces muy destacado, y por eso es fundamental conectarlo, por ejemplo, con las acciones de compliance que esté realizando la propia empresa privada para el fortalecimiento de sus gobiernos corporativos. Muchos se preguntan ¿qué pueden hacer los privados si lo que se malversa son fondos públicos? ¿O cuál es su responsabilidad si los que tienen el poder son los ministros que van a reuniones con ejecutivos de empresas en casa del exalcalde Zalaquett?
Ellos deben tener programas de compliance, ¿por qué no les estamos preguntando cómo funcionaron estos mecanismos de prevención y seguimiento en sus organizaciones?
- El caso convenios provocó un remezón, con efectos que aún no terminan de dimensionarse, ¿la prioridad anticorrupción estaba en segundo plano antes de su estallido?
- En Chile Transparente siempre es una prioridad. A nosotros nos genera cierta desazón cuando se da a conocer el Índice de Percepción de la Corrupción y aparecemos siempre en el mismo lugar. Somo el segundo país mejor rankeado en la región, después de Uruguay y muy lejos de nuestros vecinos, pero no nos movemos.
Entonces, se empieza a naturalizar creer que no es un problema tan grave, pero es muy grave porque está absolutamente relacionado con el tema de seguridad.
- ¿Cuán extendido está?
- El crimen organizado tiene a su haber una cantidad de recursos muy significativos que están a disposición para corromper funcionarios públicos y, por qué no, para corromper también a privados. Un ejecutivo que tiene que hacer la debida diligencia o quien tiene que autorizar trámites son sujetos vulnerables de ceder ante la tentación del poder corruptor del crimen organizado. Y el cómo llegamos desde a la corrupción al baleo de Carabineros es un peldaño, cómo llegamos desde la corrupción al asesinato de personas en la vía pública es un peldaño. Hay que remecer más para que salten las alertas y que pongamos los focos en estos temas que son de en urgencia. La estrecha relación entre crimen organizado y corrupción no es evidente para todas las autoridades. Necesitamos una mirada más transversal, más sistémica; si no, no lograremos torcerle la mano al delito. Un área en la que buscamos aportar es abrir en abrir espacios de concientización.
Foco en los municipios
Hacer frente a la corrupción en municipios es clave para Chile Transparente en 2024. Las más de 600 investigaciones penales que involucran a alcaldes o funcionarios de gobiernos comunales en un año que estará marcado por las elecciones de ediles, inclinó al organismo a “pasar de la generalidad a la táctica”, dice Agnic, quien adelanta que están en pleno diseño de “una serie de instrumentos que se presentarán como una propuesta para que los candidatos se comprometan con ciertos estándares mínimos que fortalezcan la transparencia”.
- ¿Qué criterios básicos están considerando?
- No podría faltar, por ejemplo, que se comprometan a hacer declaraciones de intereses, o que definan una fecha en la que entregarán la rendición de gastos una vez concluida la campaña y qué de certezas de las fuentes de financiamiento. Debe ser un número acotado de variables que permitan un seguimiento fácil, pero que cubra riesgos significativos que ya hemos visto en el pasado, respecto de transparencia, corrupción y conflictos de interés.
- ¿Consideran una alianza con el Gobierno para impulsar esta mayor transparencia?
- Nos gustaría llevar adelante esta iniciativa con el Consejo para la Transparencia, con el propio Gobierno, con la Asociación de Municipalidades o con organizaciones de la sociedad civil y tener una acción única, combinada y colaborativa para no diluir esfuerzos. Ningún organismo que por sí solo, ninguna persona por sí sola va a terminar con la corrupción. Estamos trabajando a toda marcha para poner este instrumento a disposición en las próximas semanas y convocar a la mayor cantidad de actores. Nuestro objetivo es ir abriendo espacios de más transparencia y rendición de cuentas, en todo nivel, pero sobre todo en aquellos cargos que son más sensibles, pues cuando caen por corrupción le dan una puñalada a lo queremos proteger, que es precisamente la democracia y la institucionalidad.