Presidencial: claves del primer tiempo camino al balotaje

Rocio Montes

Las encuestas

Al margen de las diferencias entre uno y otro, las distintas encuestas publicadas desde el domingo (y antes de que mañana comience la veda de sondeos) marcan una tendencia evidente: Gabriel Boric ganaría la segunda vuelta del 19 de diciembre ante José Antonio Kast. Los márgenes varían entre los tres y los 16 puntos.

La Black and White le da 44% a Boric y 41% a Kast.

Pulso Ciudadano-Activa, le da 40,4% al candidato de Apruebo Dignidad y 24,5% al republicano.

La Cadem le da 39% a Boric y 33% a Kast.

La encuesta Data Influye indica que un 54% se inclina por Boric y un 41% por Kast entre quienes votaron en la primera vuelta y votarán en el balotaje. En la muestra total, 47% contra 34%.

La encuesta de Criteria, en tanto, le asigna un 54% de las preferencias a Boric frente a un 46% de Kast.

La suma de fuerzas

La noche de la primera vuelta dejó en evidencia un choque de expectativas de Apruebo Dignidad. Dirigentes históricos de la oposición, como Camilo Escalona, hablaron de que “un verdadero balde de agua fría que cayó en medio del triunfalismo de los diversos sectores y grupos de izquierda y centroizquierda”, por el segundo lugar de Boric: 25,83% contra 27,91% de Kast. El discurso del diputado careció de la fuerza del de Kast, que en las horas sucesivas consiguió que la institucionalidad oficialista –los partidos– se le plegaran con bastante pragmatismo, incluso los liberales de Evópoli.

Pero los apoyos a Boric, aunque menos rápidos, han resultado contundentes y amplios. El PS se le sumó la misma noche y la mayoría de los principales dirigentes DC adhirieron a su candidatura incluso antes que lo resolviera la Junta Nacional, el domingo pasado. Lo mismo que los rostros simbólicos de lo que fue Concertación, como Ricardo Lagos, que adhirieron pese a que el discurso de la nueva generación de izquierda apuntó con una mirada crítica al reemplazo de los que lideraron la transición.

La campaña de Boric con miras al balotaje ha sido fuerte respecto de la suma de fuerzas diversas que se han unido para enfrentarse a Kast. Es lo que los une a la oposición actual, no necesariamente un proyecto colectivo.

El republicano, por otro lado, ha debido enfrentar problemas internos en su sector, como las condiciones impuestas por el candidato Sebastián Sichel (que parecen menos una disposición a colaborar que una última estocada antes de desaparecer del primer plano político, como el mismo exministro anunció), aunque esta tensión se disolvió ayer: Sichel lo apoyará, luego de que se aceptara su petitorio.

Foto: Agencia Uno

Camino a la moderación

El balotaje no se trata de una continuación de la primera vuelta, sino de una carrera distinta y ni Kast ni Boric la comenzaron con el camino despejado, como Bachelet en 2005 y 2013, por ejemplo. Ambos tenían colinas en su horizonte, aunque la de Boric parecía incluso mayormente empinada, por su segundo lugar el 21 de noviembre.

En este escenario, en estas dos semanas se ha visto una paradoja evidente: aunque ambos deben su paso a la segunda vuelta al clima político polarizado que se fue instalando en esta carrera a La Moneda, sus respectivos discursos en las puntas se han transformado en una mochila pesada de la que deben deshacerse en esta etapa. Es lo que se ha observado: los dos candidatos intentan por estos días virar hacia la moderación en decisiones que a veces crujen al oído de los electores.

Boric con discursos sobre seguridad pública y con un PC menos protagónico que en la campaña de primera vuelta, aunque igualmente ruidoso por las declaraciones de varios de sus dirigentes públicos (Daniel Jadue, Guillermo Teillier, Camila Vallejo). El propio candidato hizo un reconocimiento hacia los sectores del centro, que apuntan al origen mismo del Frente Amplio: “Hoy sé que la arrogancia generacional es una mala consejera, que no hay virtud per se en la juventud”, aseguró en su carta a la DC.

A Kast, en cambio, se le ha visto menos eficaz que a su contrincante en lo de entregar señales fuertes hacia la moderación, lo que resulta llamativo considerando que entregó su programa de Gobierno incluso antes de la primera vuelta con total pragmatismo. No ha contribuido a mesurar su imagen la gira de 48 horas a Estados Unidos –una apuesta que todavía no se entiende del todo­–, con el encuentro con figuras como la del senador Marco Rubio, un duro entre los republicanos. Tampoco las declaraciones del diputado electo Johannes Kaiser contra las mujeres, aunque haya sido relegado a una línea discreta.

La fuerza de los fichajes

Al menos hasta el momento, pareciera que Boric tenía mejor preparada la segunda vuelta que Kast, pese al arranque complicado del diputado. Mario Desbordes, expresidenciable de RN, lo dijo ayer: “Hemos regalado una semana y media, gratis”. Es un análisis que se hace en el oficialismo puertas adentro.

A diferencia de lo que sucede en la izquierda, donde se ha instalado fuertemente un discurso anti Kast, desde la campaña de la derecha no se han explotado los puntos débiles del candidato Boric, como en temas de seguridad pública y crecimiento. Recién ayer el republicano a través de redes sociales apretó a su contendor por la negativa de asistir a todos los debates: “Gabriel Boric se está bajando de todos los debates”.

En cuanto a los fichajes, no resulta evidente el poder de arrastre de Izkia Siches –altamente valorada en medio de la pandemia, pero en un escenario donde ni siquiera estaba Kast–, pero la apuesta por su papel fue decidida y protagónica, porque aterrizó de jefa de campaña. Con Kast, la entrada de Paula Daza fue confusa por su permanencia paralela en el Gobierno –lo que luego se corrigió–, y su papel se ha concentrado en las mujeres y en salud sexual, por ejemplo, en señal de aparente apertura del candidato republicano en estos asuntos. Su incorporación y el apoyo del ministro Raúl Figueroa, sin embargo, no está claro que le sumen, porque ayudan al intento opositor de instalar a Kast como el continuador de Sebastián Piñera.

Mientras, se despliegan en terreno. Boric ha hecho mucha calle sobre todo en el norte (en Arica, Tarapacá y Atacama obtuvo menos de un 20%), donde Kast pretende llegar este fin de semana a recuperar terreno luego de su incomprendida gira a Estados Unidos.

Lo que queda

Esta carrera a La Moneda sigue estando abierta, pese a las encuestas, por la alta volatilidad que ha mostrado el electorado chileno. El domingo arranca la franja electoral y se celebrarán al menos dos debates: el de la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi) el viernes 10 de diciembre por la mañana y el de la Asociación Nacional de Televisión (Anatel) el lunes 13 de diciembre por la noche. El jueves 16, a su vez, se realizarían los respectivos cierres de campaña, en una puesta en escena que el comando de Boric cuidará especialmente, dado el modesto despliegue que tuvo en Casablanca el jueves anterior a la primera vuelta.

Especialmente relevante será lo que ocurra hoy en el Congreso, en la votación del cuarto retiro del 10% de los fondos de pensiones, una iniciativa que Boric aprueba, pese a los consejos de buena parte de sus asesores económicos. Es un asunto que no solo complica a Boric, sino a Kast, porque se trata de una iniciativa sumamente popular (el 71% realizaría el cuarto retiro, aunque esto implique quedar en cero en sus cuentas individuales, mientras el 46% dice que votará solo por el candidato que esté a favor, según la encuesta Data Influye).

Es parte de la escena de esta segunda vuelta, que cambió totalmente por los resultados de la primera y, sobre todo, por el panorama del Congreso, donde el futuro presidente no tendrá mayoría en la Cámara de Diputados y la derecha y la izquierda están empatados en el Senado. El período 2022-2026 será necesariamente una legislatura donde el diálogo y la negociación política deberá fortalecerse para la búsqueda de mayorías.

Los programas económicos

Ambos candidatos deberán moderar sus respectivos programas económicos y en esa línea trabajan sus fichajes, expertos respetados y moderados de ambos sectores. Pero parece evidente que ni Boric podrá subir los tributos en 8 puntos del PIB ni Kast rebajarlos en siete puntos con las actuales condiciones de la economía. Posiblemente al momento de transparentarlo ante el electorado, Boric podría sufrir un mayor desfase entre lo prometido en primera vuelta y la realidad, porque buena parte de sus promesas se basan en gasto que no podrá pagarse por los impuestos, como han expresado economistas como Alejandro Micco. El ex subsecretario de Hacienda del segundo gobierno de Michelle Bachelet duda que lleguen a puerto iniciativas como la condonación del CAE.

No resultaría nada raro que Kast en los últimos días, además, vuelva con fuerza al eje orden y crecimiento económico.

Y el factor Parisi

Aunque no resulta evidente si el excandidato Franco Parisi tiene poder sobre sus votantes –no se identifican con la derecha ni la izquierda, son en su mayoría hombres, tienen entre 18 y 30 años y pertenecen a los segmentos medios y medios bajos de la población, de acuerdo a un estudio de Pulso Ciudadano–, ambos candidatos aceptaron ayer asistir al programa del economista radicado en Estados Unidos, que ha hecho noticia nacional y mundial por no haber pisado Chile en toda la campaña y por sus problemas pendientes con los tribunales.

Kast estará el domingo y Boric el martes y todo puede pasar: no por el destino de los 12,8% de los votos que obtuvo el líder del Partido de la Gente, sino porque se trata de un lugar que gira en torno a Parisi y se mueve por reglas no convencionales que son diferentes a las de los medios profesionales de información.

Como si no fuera suficiente la incertidumbre.