¿Cuán de acuerdo está usted con que la cantidad de inmigrantes que existe en el país es excesiva? Esta fue la pregunta que puso en la mesa el Panel de Políticas Públicas de la Universidad Católica en abril, una instancia integrada por profesionales de distintas áreas y sensibilidades políticas.
Y las respuestas reflejaron lo debatible del tema. Un 44% se mostró de acuerdo o muy de a acuerdo con la afirmación; mientras que un 31% expresó su desacuerdo y un 24% se declaró neutral.
“No hay una tendencia demasiado clara”, dice Roberto Méndez, director del Panel que la citada escuela de la UC hace en alianza con Tele13 Radio y Diario Financiero.
Y si bien reconoce lo llamativo de la división, pone también en perspectiva los resultados. “Si bien pareciera que este 44% de un panel de personas educadas, parte de la élite que conforman académicos y profesores universitarios y exministros compartan la idea de que la cantidad de migrantes es excesiva”, al compararlo con la opinión pública en general “en realidad la cifra es baja”.
En su opinión, “nos muestra una distancia, una brecha de la élite representada por este panel y la población general”.
Méndez sostiene que, “en la población en general, es mucho más fuerte la visión de que la cantidad de migrantes es excesiva”, especialmente en los grupos más vulnerables, como lo demostró la encuesta Bicentenario.
En esta medición, el 88% de la población de nivel socioeconómico de menores ingresos consideró excesivo el número de migrantes en el país.
Además, estima que los comentarios de los miembros del Panel UC son promigración, pues incluyen “los beneficios que ha dejado la migración en términos laborales y de una población que está envejeciendo y necesita gente joven; y no se expresan tanto las opiniones de por qué piensan que es excesiva”.
Cristian Rodríguez
Director Instituto de Políticas Públicas UCN.
“La inmigración en términos agregados ha sido un beneficio para el país, el problema es el déficit de políticas públicas para encauzar el proceso”.
Susana Claro
Escuela Gobierno UC.
“La inmigración enriquece a una sociedad (…), siempre que el país sea eficaz en regular quién ingresa y proteger las fronteras para solo dejar entrar a quienes suscriben las reglas democráticas y de orden de nuestro país”.
Sylvia Eyzaguirre
Investigadora área educación del CEP.
“El problema más bien radica en el alto número de personas inmigrantes que han llegado en los últimos 5 años, saturando en algunas regiones los servicios básicos, y el crecimiento del narcotráfico y crimen organizado”.
Ernesto Silva
Vicerrector de postgrado y Educación Continua UDD.
“Mucha inmigración ilegal e irregular, que ha afectado la seguridad del país. Debe ser corregido. Cuando la inmigración es regular y orientada a desarrollar el mercado del trabajo, me parece valiosa”.
Paulina Saball
Exministra Vivienda y exdelegada reconstrucción.
“No sé si la cantidad es excesiva o adecuada, lo cierto es que no hemos tenido la capacidad para acoger el proceso migratorio de esta última década y ello ha creado múltiples dificultades y ha exacerbado los prejuicios”.
Juan Pablo Ramaciotti
Director Ejecutivo Centro de Políticas Migratorias.
“Que la migración aumente será positivo si tenemos políticas que permitan una inclusión adecuada de los migrantes (...), pero puede tener efectos negativos si no se promueve de manera efectiva la migración regular”.
Factor delincuencia
Consultado si se empieza a incubar un rechazo a los migrantes por algunos casos de delincuencia, Méndez recuerda que la encuesta Bicentenario muestra una asociación que han hecho las personas: “Es una percepción y que, por supuesto, despierta temores y conductas como evitar ir a determinados sectores donde ellos viven” y que daña tanto “las condiciones de vida de migrantes y de la población chilena que no sale de noche y evita ir a ciertos lados de la ciudad, es un resultado preocupante”.
El experto aclara que la encuesta Bicentenario también preguntó cómo era la convivencia diaria con los migrantes y esto reveló que “una alta cantidad de chilenos dice que tiene relación frecuente y casi a diario a través del comercio y servicios y no son relaciones conflictivas. El miedo se produce por estas bandas que cometen delitos crueles ajenos a lo que ha sido la historia criminal en Chile”.
El académico sostiene que el desafío para el Estado en la construcción de políticas públicas sobre el tema migratorio “debe considerar que efectivamente hay un pánico frente a esa criminalidad tan violenta y cruel, que eso produce temor en la población, pero que no se traduce en una actitud negativa general al migrante más masivo que se desempeña en labores de servicios y comercio”.
Afirma que “una política pública radicalmente antimigratoria no es lo que la población quiere, lo que se espera es que sea una política que enfrente al crimen organizado que se ha camuflado detrás de los migrantes. Esa es la clave”.
De todas formas, agrega Méndez, “la solución en parte es de política interna, corresponde al Estado chileno y sus policías; pero también es parte de un acuerdo internacional, porque este es un problema que Chile u otro país solo no lo pueden resolver, debe ser en acuerdo con los otros países de América Latina”.
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