Estos últimos meses, los estudios de opinión no han hecho más que ratificar que las preocupaciones de la ciudadanía no están en lo político, pese a que en paralelo, desde marzo, ha estado trabajando la Comisión Experta que elabora el anteproyecto sobre el cual el Consejo Constitucional redactará la nueva Constitución. De ello da cuenta el último estudio de Percepciones y Expectativas sobre la Situación del País de Feedback, que confirma la falta de entusiasmo ciudadano por la nueva Carta Fundamental y que por estos días la seguridad y la inflación siguen siendo su principal inquietud. A ello se suma la atención a cómo se debieran resolver otros temas sociales que están en la palestra.
El estudio confirma que la delincuencia es el tema más importante para una mayoría ciudadana (43%), seguido por lejos de la inflación (19%), el proceso constituyente (17%), el narcotráfico (10%), los inmigrantes (7%) y la situación de La Araucanía (3%). Además, la emoción de “preocupación” es la que impera entre los chilenos (35%), seguida por incertidumbre (30%), y esperanza, aunque mucho más atrás, (21%). Extrañamente la emoción de “temor”, que se podría asociar a la alta delincuencia, está muy abajo con 9%; y, finalmente, la “tranquilidad” sólo alcanza a 5% de la población.
Causas de la delincuencia
Según el sondeo la principal causa de los altos niveles de delincuencia son las “sanciones débiles que los jueces aplican a los delincuentes” (20%), seguida porque la ley no contempla penas más duras (17%), la incapacidad del Gobierno para gestionar la seguridad ciudadana (14%); mientras que la inmigración irregular llega a 11%, bajando ocho puntos desde enero; a eso le sigue la idea de que falta mano dura para enfrentar el problema y la desigualdad en la distribución de ingresos monetarios, ambos con 10%; y, finalmente, se atribuye al tráfico de drogas (6%).
Ante la consulta “si tuviera que ir al centro de la ciudad, ¿cuál de las siguientes cosas evitaría realizar usted como medida de seguridad?, el 39% señala que evitaría transitar de noche; el 18% evitaría usar el teléfono móvil en público; el 16% usar joyas o accesorios, el 12% transitar por algunas calles o barrios determinados, el 4% caminar solo, el 3% responder preguntas a desconocidos y el 1% tomar buses vacíos.
Y, en este contexto, en lo que respecta al debate que se ha dado respecto al uso de armas para defensa personal, 50% de los consultados está de acuerdo o muy de acuerdo con que se permita tener armas de fuego en su hogar para la autodefensa; y, sólo 31% está en desacuerdo o muy en desacuerdo.
Cuánto debe cambiar
Por otra parte, aunque la elaboración de la nueva Constitución no es el principal interés de la ciudadanía, llama la atención que sólo el 1% de los chilenos estima que las cosas en el país deben mantenerse tal como están; en contraste, 36% opina que “la mayoría de las cosas” deben cambiar; el 34% cree que sólo algunas cosas debe cambiar; y, sorpresivamente, un 28% tiene la convicción de que “debe haber un cambio radical en el país en el menor plazo posible”.
En este sentido, se detalla que entre los adherentes de Chile Seguro (UDI-RN-Evópoli) se concentran mayoritariamente los que estiman que “sólo algunas cosas en el país deben cambiar” (54%) y, en cambio, en los de Unidad para Chile (PS-Frente Amplio- PC) predominan los que estiman que “la mayoría de las cosas en el país deben cambiar” (56%).
En esta línea, el sondeo revela definiciones acerca de temas contingentes como es el caso del sistema de pensiones, ya que ante la consulta sobre cuánto cambio se le debería realizar al actual sistema, una amplia mayoría (52%) se decantó por la opción de que “debería cambiarse completamente” y un 27% lo hizo pensando en que “debería cambiarse la mayor parte”; en contraste con el 16% que estima que “debería mantenerse la mayor parte” y sólo 4% que se inclina porque “debería mantenerse completamente”.
Algo similar ocurre con el actual sistema de isapres, ya que 47% cree que habría que cambiarlo completamente; 27% que habrá que modificarlo en su mayor parte; y, en contraste, sólo 18% cree que debería mantenerse en su mayor parte y el 7% que se debería mantener completamente.
Así, una gran mayoría de 60% de los consultados cree que el Estado debería tener “un rol principal” en la prestación de servicios esenciales como salud y educación; un 56% le otorga al Estado el mismo rol en materia de pensiones; y, el 46% estima que el Estado debería tener un rol compartido con el sector privado en materia de economía. Respecto del sistema económico, una mayoría significativa de los consultados (44%) estima que “debería cambiarse la mayor parte”, el 22% que habría que cambiarlo en su totalidad, el 27% que tendría que mantenerse en su mayor parte y sólo el 7% que debería mantenerse en su totalidad.
Y ante la consulta acerca de ¿cuál de las siguientes alternativas representa mejor el equilibrio entre la responsabilidad individual y las redes de seguridad social que puede proporcionar el Estado? el 53% se decantó por que el Estado debe proporcionar una red de seguridad social que garantice el bienestar de todos sus ciudadanos, y, en contraste, 40% se inclinó por la opción de que el Estado debe proporcionar una red de seguridad básica, pero las personas deben ser responsables de su propio bienestar. Sólo 5% respaldó la idea de que los individuos deben ser los principales responsables de su propio bienestar.
A este respecto el director de Estudios de Feedback, Juan Pardo, advierte que “históricamente la inclinación a un rol preponderante del Estado ha ido declinando, aunque a simple vista aún es muy fuerte”.
Sobre la Constitución
En cambio, en lo que se refiere a la Constitución, la mayoría de los consultados (33%) opina que “debe mantenerse la mayor parte” y sólo el 11% que debería mantenerse en su totalidad; mientras que en lo que respecta a un cambio completo o en su mayor parte, cado uno tiene un 28% de adhesión.
En materia constitucional, la encuesta también consulta acerca de las razones de haber votado por consejeros oficialistas o de oposición; en este sentido, 40% de los primeros admite haber votado como lo hizo “porque quiere que se cambie la actual Constitución”, mientas que entre los segundos la primera mayoría (28%) lo hizo porque “se identifica con las ideas de derecha o centroderecha”. El 32% dice tener información sobre el proceso constitucional y el 8% dice tener mucha información; en contraste, el 46% tiene poca o alguna información. Y, según el estudio, una gran mayoría (48%) se informa leyendo noticias en los medios de comunicación online. Por último, para el 36% es muy importante la elaboración de una nueva Constitución, mientras que para el 16% no tiene ninguna importancia: y el 62% tiene ninguna o poca confianza en que de este proceso resultará una mejor constitución, mientras que 36% tiene algo o mucha confianza en ello.
Desde el punto de vista de Pardo, el tema constitucional “no está dentro de las principales preocupaciones ciudadanas” y que las cifras de este estudio tienen que ver con el momento en que se realizó la encuesta, “es un momento post electoral, con el triunfo de los sectores de la oposición, republicanos, de manera que el tema está muy fuerte en la agenda y, por supuesto, que genera interés público, pero no es interés abrumador”, enfatiza.
El estudio se realizó entre los días 17 y 22 de mayo en su plataforma digital, mediante correos electrónicos, a una muestra de 2.254 casos en todo el país.
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