El verano en el hemisferio norte está por llegar a su fin y, con ello, comienza el año académico en algunas de las universidades más prestigiosas del mundo.
En aquellas salas de clases, son cientos los chilenos que dirán presente, pero solo 156 estudiantes lo harán financiados por una Beca Chile otorgada por el Estado, según información de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). De estos, 103 alumnos realizarán doctorados (PhD) y 53 estudios de magíster.
En el caso de los PhD, 58 son hombres y 45 mujeres, mientras que en magíster las cifras son de 29 y 24, respectivamente. A su vez, las casas de estudios que más becados aportan son la Universidad Católica y la Universidad de Chile y el área de estudios que lidera son las ciencias sociales.
Por país, Inglaterra encabeza con 63 becados, donde la que más recibirá chilenos es la University College de Londres (14).
Una de las chilenas que asistirá a dicha casa de estudios es la coordinadora general de la OMG FIMA, Antonia Berríos, quien fue el tercer mejor puntaje en el grupo prioritario (quienes postulan a los temas priorizados por la ANID) de magíster.
Sobre su elección, asegura que cree que pesó que su enfoque ha sido el cambio climático, y califica como “una gran responsabilidad” el recibimiento de la beca. “Es una oportunidad única que requiere un fuerte sentido de deber hacia el país, y se espera que el conocimiento adquirido en el extranjero se aplique para enfrentar los desafíos nacionales”, señala.
Berríos escogió la University College de Londres para hacer un LLM en derecho y política medioambiental, porque “es una de las mejores del mundo en materia de enseñanza e investigación del cambio climático”.
Macarena Alliende estudiará en London School of Economics (LSE). Caludia Tobar realizará un doctorado en la Universidad de Griffith en Australia. Magdalena Cortina realizará un PhD en economía en Texas A&M. Antonia Berríos irá a la University College de Londres.
Otra chilena que estará en la capital inglesa será la abogada de la Fiscalía Nacional Económica (FNE), Macarena Alliende, que iniciará un magíster en regulación en la London School of Economics (LSE). “Esta beca -expone- me ofrece la oportunidad de perfeccionar mis conocimientos en regulación económica, con un enfoque internacional e interdisciplinario que espero poder poner en práctica en el servicio público y también en mi carrera como docente”.
El segundo país que más presencia tendrá es España (41 alumnos), donde la favorita es la Universidad de Barcelona con 11 estudiantes chilenos, seguida de la Autónoma de dicha ciudad (ocho alumnos).
En total, 129 de los ganadores escogieron Europa.
Más atrás en el listado de naciones, 14 alumnos optaron por desarrollar sus estudios de posgrado en Estados Unidos y solo cuatro de ellos lo harán en universidades Ivy League (las más prestigiosas): María Hamilton, en Harvard; Alejandra Prieto y Eduardo Santander, en Columbia; y Sebastián Simonetti, en Yale.
La economista Magdalena Cortina, que tuvo pasos por el Banco Central y el Banco Mundial, hará un doctorado en economía en la Universidad de Texas A&M. En su elección, explica, influyó su foco de investigación en cambio climático. “Es una escuela muy buena en economía experimental y economía del comportamiento, que es un campo que siempre me ha interesado”, relata.
Pero a otros chilenos el avión los llevará más lejos. Uno de los elegidos por la ANID es el ingeniero civil en biotecnología, Juan Luis Carrasco, que se desempeña como líder de gestión energética en SQM y que está ad portas de entrar al master en desarrollo sostenible de la Universidad de Queensland, en Australia.
Carrasco califica su selección como un sueño. “Las becas han significado poder lograr mis metas y desarrollarme profesionalmente”, dice. En total, serán ocho los chilenos en Australia.
Cerca suyo, el ingeniero en biotecnología molecular, Claudio Ponce, cursará un PhD en la Universidad de Kyoto, Japón, y el ingeniero civil en minas, Matías Aedo, hará lo suyo en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Kunming en China.
Mercado laboral
La realización de un estudio de postgrado viene también con expectativas. “El mercado laboral en Chile para quienes tienen postgrados es súper amplio”, plantea Cortina, pero agrega que en su caso -como economista dedicada a la investigación- se reduce al mundo académico y eso “puede ser más competitivo, porque hay menos posiciones y las universidades buscan cosas específicas y distintas cada año”.
Carrasco opina que en el país muchas veces “es difícil que los sueldos sean acordes a los estudios”.
Para la coordinadora académica del doctorado en derecho de la Universidad de Talca y próxima a realizar uno en la Universidad de Griffith en Australia, Claudia Tobar, el mercado del trabajo en Chile “es cada vez más competitivo y, actualmente, los estudios de postgrado están constituyéndose como la regla general, por lo que la inserción laboral actual es bastante compleja”.
En la ANID son conscientes de ello y han impulsado iniciativas como implementar un departamento de retribución e inserción, que funciona desde el año pasado.
A su vez, tienen diferentes concursos para financiar la instalación de doctores en casas de estudio y empresas. “Si bien el promedio de empleabilidad de doctores en Chile (95,6%) es superior al promedio de la OCDE (93%), es importante continuar con el fortalecimiento de las bases de capital humano de excelencia”, señalan desde la agencia.
¿Cuáles son los criterios y alcances de la selección?
La ANID explica que las propuestas de los postulantes son en primera instancia evaluadas para ver si son admisibles o no. Posterior a ello, las ve un Comité de Evaluación, que está compuesto por expertos, cuya función es la evaluación de la calidad y pertinencia de las postulaciones por áreas del conocimiento.
Para los doctorados, los antecedentes académicos y la experiencia laboral del postulante tienen una ponderación de 55% en la nota final, seguido de los objetivos de estudio (25%) y la calidad de la universidad en la que estudiarán (20%).
Dentro de la elección para magíster, un 45% de la nota se basa en los antecedentes académicos y la trayectoria laboral del postulante, mientras que un 25% corresponde a los objetivos que tiene el candidato respecto a sus estudios de postgrado, y un 30% corresponde al nivel y calidad de la institución educacional de destino.
Los Comités de Evaluación entregan un puntaje final de evaluación, a cada propuesta que esté dentro del rango de cero a cinco puntos, donde el último es excelente y cero significa que no califica. Una vez finalizado el proceso de evaluación, se establece un listado en prelación sujeto a mérito académico, fundado en los puntajes finales obtenidos y se determina un puntaje de corte, en base a la disponibilidad presupuestaria, asegura la agencia.
Para la selección, se divide en un “grupo prioritario”, para aquellas postulaciones que indicaron ser consideradas dentro de alguna de las áreas prioritarias identificadas, y otro “grupo general” compuesto por las postulaciones que no se encuentran dentro de las temáticas que abordan las áreas prioritarias. En el caso del magíster, los temas eran: inteligencia artificial, cambio climático, seguridad y ciberseguridad.
El puntaje de corte de las postulaciones que fueran ratificadas como programas de estudios en áreas prioritarias es menor al puntaje de corte de aquel grupo general.
En este último, además, se incluyó un criterio de paridad de género.
En total, 413 fueron los que postularon a una Beca Chile para doctorado y 753 a magíster.
Al ganarse la beca, el Estado otorga los siguientes beneficios: pago del arancel y matrícula del becario; pasaje de ida y vuelta al lugar de estudios; pago de manutención mensual; asignación para instalación, materiales, salud y de regreso; nivelación de idioma; beneficios asociados a pre y postnatal para becarios y asignación por hijos menores de edad y/o cónyuge.
Desde la ANID precisan cuáles son los elementos que más pesan a la hora de otorgar puntajes a los cientos de postulantes.
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