Crítico se mostró el exvicepresidente ejecutivo de Corfo, Hernán Cheyre, luego de que se hicieran públicos los traspasos de la corporación al Gobierno en 2023 por $ 3,4 billones.
Si bien comenzó recalcando que no hay “ilegalidad” en el acto, sí planteó que es cuestionable. “Parece una mala idea que se estén utilizando ingresos extraordinarios (provenientes del Litio) para financiar gastos fiscales corrientes, porque eso es la antítesis de lo que es el principio de una buena política fiscal, que es financiar gastos permanentes con ingresos permanentes”.
A su juicio, otro factor preocupante es que parte de los montos traspasados no habrían provenido exclusivamente del litio, sino que del propio patrimonio de la corporación.
“Aquí ha quedado de manifiesto que como esos recursos estaban invertidos y el Ministerio de Hacienda los necesitaba con urgencia, de hecho, pidió adelantos, hubo que venderlos en condiciones desfavorables (...) Por lo tanto, ahí yo creo que sí hubo un daño patrimonial”, dijo.
Pese a que esta no es la primera ni única vez en que se han realizado traspasos de dinero entre Corfo y el Fisco, Cheyre cuestionó la utilidad que el Gobierno le está dando a dichos montos.
El economista ejemplificó lo que le tocó enfrentar a él cuando lideraba la Corfo entre 2010 y 2014.
En su minuto, recordó que se vendió la participación que Corfo aún tenía en las empresas sanitarias. Y esa cantidad importante de recursos se utilizó para capitalizar el Metro, además de fortalecer el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) -lo que es ahorro- y otra parte quedó en la propia Corfo para fortalecer su patrimonio. “Pero nunca se ha utilizado esto, al menos yo no tenía conocimiento, para financiar gastos corrientes”, opinó.
Para Cheyre, esta situación refuerza la necesidad de modificar el gobierno corporativo de la Corfo.
“Corfo es una entidad bien especial, porque es una especie de Estado dentro del Estado, porque tiene recursos que puede gastar, pero las decisiones las toma un comité de ministros que forman parte de la corporación. Entonces, las decisiones que se tomen van a depender de las necesidades del gobierno”, dijo el economista.
En su opinión, algo que iría en una buena línea es que “la Corfo tuviera un gobierno corporativo en el cual hubiera personas elegidas por Alta Dirección Pública y que no sea un consejo en el que participan cinco ministros. Esta situación coloca el dedo en la llaga sobre la debilidad de cómo está estructurado el gobierno corporativo de la Corfo”.
A modo de cierre, Cheyre insistió: “La Corfo tiene como misión promover el emprendimiento y la innovación en Chile. Ha tenido históricamente un patrimonio para realizar eso, y no tiene ningún sentido sacar fondos para financiar gasto corriente del Fisco. Eso yo no lo había visto”, cerró.