Que los trabajadores se animen a ahorrar: el tema que comienza a generar eco al interior de las empresas
Encuesta de Cajas de Chile y la CNC muestra que sólo 35,2% de las firmas dice contar con acciones que faciliten la dinámica de ahorro. Pese a esto, hay interés en aportar más.
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Un amplio interés por parte de los empleadores de fomentar el ahorro entre sus trabajadores mostró una encuesta realizada por el departamento de estudios de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) a petición de Cajas de Chile, gremio que agrupa a las cajas de compensación del país.
El sondeo, aplicado entre el 7 y 27 de abril entre 341 empresas -representativas de un total de 245.479 trabajadores-, constató que a un 68,6% de los consultados le gustaría implementar programas de educación financiera, a un 48% aplicar descuentos por planilla voluntarios para ser depositados en algún instrumento de ahorro para su plantilla y un 22,9% estaría dispuesto a hacer aportes, complementario al esfuerzo que pueda hacer el trabajador.
“Las empresas son claves (...), pero no necesariamente son las principales responsables de la actual situación de bajo ahorro que hay en Chile”, dijo Campero.
“Las empresas son claves y deben tener un rol muy relevante en promover el ahorro de los trabajadores, pero no necesariamente son las principales responsables de la actual situación de bajo ahorro que hay en Chile”, dijo el presidente de Cajas de Chile, Tomás Campero.
Para el dirigente, es de especial relevancia que haya un impulso de políticas públicas pro ahorro para que las distintas firmas puedan contar con mayores “y mejores instrumentos, incluyendo incentivos, tributarios y también otros, y más actores que las apoyen, con los cuales ofrecer programas para sus trabajadores, como existe en otros países”, agregó.
Lo anterior se condice, además, con el hecho de que reveló que el 94,7% de los encuestados se manifestó “de acuerdo o muy de acuerdo” en que la situación financiera del trabajador incide en su salud mental y/o en su desempeño laboral.
Y aunque destacaron la necesidad de capacitar a la fuerza laboral en materias relacionadas a la educación financiera, un 43,7% de los consultados admitió que la misma no tiene capacidad de ahorro.
Una tarea que se pone cuesta arriba si se considera que un 64,8% de las empresas encuestadas opinó que no cuentan en la actualidad con herramientas internas para facilitar dicha dinámica de sus dependientes, mientras el 35,2% restante dijo que sí.
Un zoom al tamaño de las firmas arrojó diferencias, ya que en el 43,3% de las grandes sí cuentan con alguna vía para facilitar el ahorro de los trabajadores versus las microempresas, donde un 77,6% no cuenta con ninguna.
¿Y la oferta?
Al indagar sobre la oferta de instrumentos de ahorro para los trabajadores, los resultados arrojaron un escenario preocupante.
Un 61% de los empleadores manifestó que cree que no hay versus sólo un 11% que estima que sí existen y un 28% que cree que existen parcialmente.
“La evaluación de las empresas que muestra el estudio coincide con los números que conocemos, los que indican que hay pocos instrumentos y actores que promuevan el ahorro en Chile”, sostuvo Campero.
Según comentó el vocero, las cuentas de ahorro están concentradas en un 95% en BancoEstado, “entidad que hace una gran labor, pero no ha sido suficiente para impulsar el ahorro de los trabajadores”.
Para Campero, revertir las bajas tasas de ahorro de los hogares debiera ser una prioridad nacional, “un trabajo conjunto del Estado, impulsando mayores políticas pro ahorro, y del sector privado con más actores comprometidos, innovando con mayor diversidad de instrumentos”, agregó.
Otro aspecto en el que ahondó el sondeo, fue en los distintos instrumentos de ahorro que existen, una pregunta con respuesta abierta que se realizó. Aquí, un 30% de los encuestados mencionó alguno o varios instrumentos, como también instituciones que los imparten.
Así, de esta manera, los APV fueron los instrumentos más mencionados, con un 28,9%, seguido por depósitos a plazo con 20,5% y fondos mutuos con 15,7% de las menciones.
En cuanto a instituciones, un 27,3% mencionó a las AFP, un 18,2% a bancos y un mismo porcentaje a las Fintech. Aquí, solo un 13,6% nombró a cooperativas y el mismo porcentaje se refirió a las cajas de compensación.
Desde la perspectiva de Campero, en este tema las cajas de compensación pueden transformarse en un actor clave. “Hemos hecho una relación directa con las empresas, de casi 70 años, a través de los diversos beneficios que gestionamos y creemos podemos apoyarlas en la promoción de cuentas de ahorro social para los trabajadores. Pero requerimos que el Gobierno apruebe esta labor para poder implementarla, dado que somos un sector regulado”, acotó.
Estos antecedentes se dan en un contexto país desafiante. La tasa de ahorro bruto se deterioró el año pasado hasta ubicarse en 16,4% del Producto Interno Bruto (PIB), una cifra menor en 0,6 puntos porcentuales (pp.), respecto del ejercicio anterior e inédita para lo que han sido las décadas recientes, según los registros del Banco Central.
Si bien la disminución se constató en todos los sectores -a excepción del Gobierno-, en el caso de los hogares la situación fue más extrema, pues retrocedió 5,6 pp. para llegar a -0,7% del PIB.