¿Y es el momento ahora? Las nueve veces en que la Fed ha recurrido a recortes de tasas de emergencia
Desde 1987 hasta el Covid-19, eventos de riesgo sistémico y caídas importantes de los mercados marcaron las rebajas entre reuniones. Sin embargo, BofA desestima que la situación actual justifique la medida.
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En los últimos días, los mercados comenzaron a sentir el riesgo de que la economía estadounidense entre en recesión, principalmente por el último reporte laboral en el cual se dio cuenta que la tasa de desempleo había aumentado más de lo previsto, alcanzando en julio un 4,3%. O sea, una señal de ralentización de las contrataciones.
Frente al pánico, surgieron los cuestionamientos frente a la Reserva Federal (Fed) y qué tan demorada estaba en comenzar su ciclo de relajación. Incluso, se llegó a cuestionar si era necesario que el banco central estadounidense realizara un recorte de emergencia a la tasa (actualmente en 5,25%-5,5%) entre reuniones, es decir, antes de la programada para septiembre.
“La historia sugiere que el umbral para los recortes en las reuniones intermedias está muy alto y que las condiciones actuales no lo justifican”, señala el reporte del banco de inversión norteamericano.
Una medida que no es nueva. Desde Bank of America (BofA), recuerdan nueve casos desde 1987 en los que se tomó la decisión, todas en condiciones de emergencia en la economía o mercados financieros como lo fueron la pandemia del Covid-19, la crisis subprime del 2008 y los atentados a las Torres Gemelas y el Pentágono del 11 de septiembre del 2001.
Sin embargo, debido a que dichas situaciones han sido en respuesta a riesgos a la baja apreciables, eventos de riesgo sistémico y caídas importantes de los mercados de renta variable, el banco de inversión señala en un informe que “la historia sugiere que el umbral para los recortes en las reuniones intermedias está muy alto y que las condiciones actuales no lo justifican”.
Covid, crisis financiera y 11/09
El recorte de tasas entre reuniones de la Fed más reciente sucedió en la pandemia del Covid-19, lo que llevó al banco central a bajar su tasa en dos veces distintas en marzo del 2020.
La primera fue de 50 puntos básicos (pb.), llevando la tasa hasta el rango de 1%-1,25% a principios de mes, cuando empezaron los aislamientos, cese de la producción y los bloqueos económicos, que llevaron al S&P a caer un 33%. Para mitad de mes, la Fed volvió a reducir en 100 puntos la tasa de interés, hasta llegar a 0%-0,25%. En su declaración, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, su sigla en inglés) señaló que la pandemia había perjudicado a las comunidades y perturbado la actividad económica de muchos países, afectando las condiciones financieras mundiales.
“Los efectos del coronavirus pesarán sobre la actividad económica a corto plazo y plantean riesgos para las perspectivas económicas”, indicaron.
La crisis financiera mundial de 2008 produjo otro escenario de recortes entre reuniones, donde el FOMC redujo la tasa dos veces en el año. La primera fue en enero, meses después de que la Fed haya inyectado liquidez en los mercados financieros para preservar su funcionamiento, cortando en 75 pb. hasta el 3,5%. Esto en vista de que prestamistas hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac habían perdido más de la mitad de su valor.
La segunda fue en octubre, tras la quiebra del banco Lehman Brothers y la caída del S&P 500 en 55%, que llevó al emisor a rebajar en 50 puntos hasta el 1%-1,5%. Al mismo tiempo, la relajación monetaria fue adoptada por otros cinco otros entes rectores, entre ellos el Banco de Canadá, el Banco Central Europeo, Banco de Inglaterra, Riksbank y el Banco Nacional de Suiza.
En 2001, en un contexto en el cual la economía estadounidense ya llevaba ocho meses consecutivos perdiendo puestos de trabajo y una semana después de los atentados ocurridos el 11 de septiembre, la Reserva Federal tomó la decisión de reducir en 50 pb. y llevar la tasa hasta el 3%.
Además, indicaron que continuarían “suministrando volúmenes inusualmente grandes de liquidez a los mercados financieros, según sea necesario, hasta que se restablezca un funcionamiento más normal del mercado”.
Lunes negro, LTMC y recesión
Con una caída del 22,6% del índice industrial Dow Jones durante el 19 de octubre de 1987, el “lunes negro” dio paso a una baja de tasas, aunque no fue un recorte propio de la Fed a los fondos federales, utilizando el instrumento de la política monetaria.
A través de operaciones de mercado abierto para proporcionar liquidez “para apoyar el sistema económico y financiero”, el banco central estadounidense logró reducir en 50 pb. la tasa de interés hasta el 7%, una medida que siguió realizando durante varias semanas más.
Años más tarde, en octubre de 1998 la crisis financiera rusa y la quiebra del fondo de inversión libre Long-Term Capital Management (LTCM) llevaron a la Fed a cortar en 25 pb la tasa -a solo dos semanas desde su última reunión-, posicionándola en el rango de 5%-4,75%
Otro escenario que dio paso a recortes de tasa fuera de reuniones fue el estallido de la burbuja tecnológica, que llevó al Nasdaq a duplicar su cotización entre octubre de 1999 y marzo de 2000, para luego caer un 40% a mitades de año y 75% en 2002.
Al respecto, en enero de 2001 el FOMC anunció una rebaja de 50 puntos hasta el 6% de la tasa. La que no sería la única, ya que en abril del mismo año, volvieron a recortar medio punto porcentual, llevándola hasta el 4,5%, con el fin de afirmar una economía en recesión.