OCDE mejora su proyección para Chile y espera que crezca 2,4% este año, pero redujo sus expectativas para 2025
En su último informe de Perspectivas Económicas, el organismo ajustó ligeramente al alza desde el 2,3% en mayo a 2,4% su expectativa de crecimiento para el PIB de Chile.
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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ajustó al alza sus proyecciones para la economía chilena para este año. En su último informe de Perspectivas Económicas, el organismo ajustó ligeramente al alza desde el 2,3% en mayo a 2,4% su expectativa de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) de Chile.
No obstante, redujo su proyección a 2025, desde el 2,5% también proyectado anteriormente a 2,3%.
“El crecimiento se verá impulsado por una recuperación gradual de la inversión, un sólido crecimiento del consumo — respaldado por el aumento de los salarios reales y la relajación de las condiciones financieras— y una sostenida demanda exterior de minerales”, señaló la OCDE en su informe.
Esto, en un contexto en el cual la OCDE señaló que la economía mundial seguirá siendo resistente y estima un crecimiento del PIB mundial del 3,3% en 2025, frente al 3,2% en 2024, y del 3,3% en 2026.
Además, el organismo señala que, después del repunte temporal que tendrá la inflación chilena a finales de este año y principios del próximo por las tarifas eléctricas, se prevé que disminuya debido a la contención de las presiones de demanda y al anclaje de las expectativas.
De esta manera, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) terminaría el año con 4,3%, el 2025 sería de 4,2% y en 2026 se moderaría a 3,2%.
Por lo mismo, también se prevé que el banco central siga recortando la tasa de política monetaria hasta alcanzar niveles neutros a finales de 2025, con una tasa de interés nominal del 4,3%.
En cuanto al empleo, el año terminaría en una tasa de desempleo de 8,4% y el próximo año llegaría a a 8,3%, hasta alcanzar 8% en 2026.
Mientras que se prevé que el déficit fiscal se reduzca del 2,3% del PIB en 2024 al 1,3% en 2025 y al 1,0% en 2026, ligeramente por encima de los objetivos del Gobierno.
“La estabilidad de la demanda de minerales y el aumento de los precios del cobre, junto con el nuevo royalty a la minería del cobre y la nueva ley para fomentar el cumplimiento tributario, apoyarán los ingresos a medio plazo, aunque menos de lo previsto por el Gobierno”, índica el informe.
El gasto se ajustará a la regla fiscal y, aunque la deuda del gobierno central aumentará, se mantendrá por debajo del techo de endeudamiento del 45%.
El rol del cobre
La minería jugará un rol clave en el crecimiento, dice el organismo. De acuerdo al informe, las sólidas ventas de vehículos eléctricos y la adopción de un nuevo incentivo en China para actualizar la maquinaria y los equipos impulsarán el consumo y la inversión, contribuyendo a potenciar las exportaciones de minerales.
“La oferta de cobre no logra satisfacer la demanda sostenida, lo que provocará un aumento de sus precios que persistirá en 2025-26, pero es poco probable que los precios del litio vuelvan a los máximos registrados en años anteriores”, dice.
Sin embargo, existen riesgos “significativos” para las expectativas de crecimiento: crecimiento más lento en China que podría reducir la demanda de minerales e impactar en las exportaciones chilenas. También, el estancamiento político podría retrasar la implementación de reformas favorables al crecimiento, mientras que nuevas retiradas de fondos de pensiones debilitarían el sistema financiero.
Mientras que un riesgo al alza sería la adopción de una transición verde mundial más rápida podría aumentar la inversión extranjera directa y las exportaciones.
Reforma a permisos y capacitaciones
Para la OCDE también es clave para el crecimiento la simplificación de la regulación y la mejora de la capacitación.
Así, indican que la reforma a los permisos sectoriales y medioambientales es necesaria para estimular el emprendimiento y captar inversiones, sobre todo en los sectores relacionados con la transición verde.
En tanto, también señalan que un sistema fiscal más progresivo y una mejor administración tributaria pueden financiar gasto que fomente el crecimiento. Mientras que la informalidad podría reducirse al garantizar una cobertura de protección social básica para todos los trabajadores y el facilitar el acceso de las mujeres al mercado de trabajo, sobre todo en empleos mejor remunerados, puede impulsar la igualdad de género y reforzar el crecimiento potencial.
Otro eje es la escasez de profesionales en áreas como las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), al mismo tiempo que la industria minera prevé una escasez de trabajadores durante la próxima década.
“Colaborar con las empresas para alinear los planes de estudios universitarios y de formación profesional con las necesidades de cualificación actuales y previstas, al tiempo que se refuerza la orientación profesional, puede reducir la escasez de competencias existente”, dicen.