GPM recomienda al Banco Central recortar en 75 puntos la tasa y terminar con la compra de dólares
La reciente depreciación del tipo de cambio no influiría en la decisión de política monetaria.
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Pese al ruido externo, la trayectoria de la Tasa de Política Monetaria (TPM) no debería modificarse. Esa es la recomendación que hace el Grupo de Política Monetaria (GPM) al Banco Central, que este miércoles y jueves enfrenta una nueva reunión. La apuesta del conjunto de economistas es reducir la tasa en 75 puntos base.
Pero sumado a esto, recomiendan al ente autónomo frenar la compra de dólares para el aumento de las reservas internacionales, y “que continúe monitoreando los acontecimientos para recalibrar, de ser necesario, la velocidad del retiro de estímulo con más información disponible dados los múltiples frentes abiertos de incertidumbre económica y política local e internacional”.
El GPM está conformado por los economistas Andrea Tokman, Tomás Izquierdo, Juan Pablo Medina, Carlos Budnevich y Eugenia Andreasen.
En el plano local, los economistas señalan que la actividad económica se ha seguido “debilitando”, con proyecciones de crecimiento negativas, y “más bajas que las que teníamos a la vista en la reunión de septiembre”.
El mercado laboral “no repunta y empeora en el margen”. Su diagnóstico, es que “la demanda laboral presentada en distintos indicadores de vacantes junto con una confianza empresarial en terreno negativo, no permiten identificar una pronta mejoría”.
Asimismo, recalcaron que las alzas de precios “han tendido a moderarse”. “La baja en la inflación sigue siendo relativamente lenta, pegajosa, dado el contexto de tasas todavía altas y recesivo”, postulan los economistas. Hoy, mencionan, existen preocupaciones “de corto plazo”.
En el ámbito de consumo, manifiestan que el consumo de Gobierno “sigue creciendo y la trayectoria en el Presupuesto presentado para el próximo año no asegura, en este ambiente de menores holguras fiscales, la sostenibilidad fiscal hacia adelante”.
El escenario internacional
La “mayor desaceleración” en China impacta en la demanda global, y reduce el precio del cobre, dice el GPM. En el caso de Estados Unidos, la economía continúa “muy resiliente”, con datos de inflación mayores a lo esperado, un mercado laboral fuerte y mayor actividad, aseguran en el comunicado.
En cuanto al conflicto bélico entre Hamás e Israel, y la guerra que continúa entre Rusia y Ucrania, se han generado “nuevos niveles de volatilidad y riesgo”. El precio del petróleo ha visto una tendencia al alza, y las expectativas de crecimiento mundial se han reducido.
En el caso particular de Chile, el grupo de economistas explica que “el efecto de depreciación totalmente externo sería transitorio”. Aún así, afirman que “el desalineamiento del peso con respecto a los ajustes de otras monedas emergentes llama a estudiar su origen y transitoriedad en detalle, para definir el rango de acción a futuro”.
Las razones del GPM
Andrea Tokman, economista jefe de Quiñenco, aseguró que “hay una economía local que está bastante debilitada y eso prima”.
Carlos Budnevich, académico de la Universidad de Los Andes, señaló que “el ancla de la expectativas de inflación” está “firme”, pero advierte que “el escenario cambia bastante” si escala el conflicto en Gaza. “Ahí sí que habría que ponderar” la velocidad y magnitud de los recortes.
Sobre el tipo de cambio, Juan Pablo Medina, de la Universidad Adolfo Ibáñez, afirmó que “el desalineamiento del peso es algo que no se puede resolver así tan fácilmente”, pero que no afecta a la inflación de mediano plazo. En ese sentido, calificó de “corto placista” reducir la magnitud de recortes de la TPM sólo por el dólar.