Por P. Ojeda / C. Torres
La definición más importante de la última gira presidencial de Sebastián Piñera es que los ejes del perfeccionamiento tributario ya están claros.
El énfasis estará puesto en cinco prioridades: fomentar el ahorro y la inversión; proteger a las PYME; eliminar impuestos distorsionadores; franquicias y excepciones; y el análisis de la mantención de la tasa de 20% para el impuesto a las empresas.
Para ello, basados en estas áreas, DF consultó a varios expertos cuáles deberían ser las correcciones que no pueden faltar en el estudio que se hará para desarrollar el perfeccionamento de la carga impositiva del país.
Propuestas hay de todos los tipos. Eliminación del Impuesto de Timbres y Estampillas, exención tributaria en la reinversión de utilidades, depreciación acelerada automática y medidas para acabar con la elusión, por nombrar algunas.
En lo que sí hay consenso es en que el perfeccionamiento que se realice debe asegurar mayor equidad y eficiencia en el sistema chileno.
Claudio Agostini,
académico Universidad Adolfo Ibáñez.
Franco Brzovic,
abogado tributario del estudio Pérez Donoso.
Bernardo Fontaine,
fundador Administradora de Fondos 7a.
Mario Morales,
académico U. de Chile y Escuela de Negocios IEDE.
Las principales propuestas
1 Eliminación o disminución del Impuesto de Timbres y Estampillas.
2 Mantención del Impuesto de Primera Categoría en 20%.
3 Eliminación de ventajas tributarias como el DFL-2
4 Profundización del 14 quater que permite a las pequeñas empresas no pagar impuestos por utilidades reinvertidas.
5 Fin de la renta presunta que afecta a determinadas empresas agrícolas, mineras y de transporte.
6 Depreciación automática.
7 Poner fin a las sociedades de inversión y de profesionales como medida para acabar con la elusión de impuestos.
Pmpuesto de Primera Categoría
Es uno de los ítem que genera discusión debido a que tras la decisión del gobierno en el marco de la reconstrucción, había un compromiso para devolver este tributo a 18,5% en 2012 y a 17% en 2013. En ese sentido, Franco Brzovic cree que ese compromiso debe mantenerse. “Hay que cumplir los compromisos porque después los impuestos se traspasan a la gente”.
Una opinión contraria manifiesta Bernardo Fontaine, quien espera que la tasa siga en 20% para las empresas, pero entrega una propuesta que alivia la carga de las empresas más pequeñas. Cree que las firmas que registren ventan de menos de $ 500 millones no paguen impuestos. Pero también cree que debe haber una ampliación de la base de impuestos y que la tasa máxima de las personas sea también de 20%.
Impuestos distorsionadores
Timbres y Estampillas se lleva todas las críticas. Fontaine afirma que “afecta a las empresas, los deudores de consumo, habitacionales y es un impuesto distorsionador por excelencia”.
Mario Morales, en tanto, apoya la eliminación pero la ampliaría para aquellas empresas que compren maquinarias o vehículos y también en capital de trabajo hasta unos
$ 3,5 millones.
El ejecutivo de 7a agrega que “se tiene que reducir las tablas de vida útil de los activos que maneja el SII. Hoy un computador no dura lo que dura físicamente. Un tema para fomentar la inversión es tener tablas de depreciación mucho más rápidas”.
Los tributos innecesarios
Para Claudio Agostini, el tributo de renta presunta ya no tiene ningún sentido. Si bien cree que en su origen estaba bien justificada su inclusión dadas las dificultades de fiscalización a las empresas mineras, agrícolas y transportistas de menor tamaño, hoy no tiene motivos para seguir vigente. “30 años después todas las empresas tienen facturas, hay rutas, fiscalizarlos es fácil, y ahí hay mucha elusión. Hay muchos que hacen lo obvio: dividen sus empresas en varias chicas para que cada una de ellas pague por renta presunta. Debiera ser lo primero en la lista para eliminar”.
Agrega que también debieran ver su fin las exenciones tributarias a las sociedades de inversión y de profesionesles “que se han exacerbado en el tiempo, ya que hoy se utilizan para ser fuente de negocios entre cónyuges o padres e hijos y se convirtió en fuente de elusión”.
En contra del DFL-2
Fontaine cree que de la mano con eliminar o disminuir fuertemente los incentivos para convertirse en empresas y ampliar la base tributaria “se deben eliminar franquicias y resquicios, eliminar el DFL-2.
A los que ya lo tienen habrá que establecer una eliminación gradual en 10 años, eliminar la rebaja de los intereses de los créditos hipotecarios del global complementario, eliminar el 57 bis que busca incentivar el ahorro de los profesionales y empleados porque todas esas cosas pierden sentido cuando la tasa máxima es 20%”.
Agostini agrega que “el DFL-2 no me gusta porque sigue favoreciendo al 20% más rico, que son los que tienen las casas más caras y grandes. Hace que todo se construya para la exención. Beneficia a constructoras e inmobiliarias. Yo preferiría que no hubiera exención y que a los más pobres o clase media se le dé un subsidio”.
Apoyo a la pyme
Morales cree que para proteger a las Pequeñas y Medianas Empresas (PYME) se debe profundizar el acceso al 14 quáter para aquellas que tengan utilidades de cerca de 3.000 UTM, el doble de lo que se permite hoy en día. “Tiene que ser el doble y generar un mecanismo permanente de depreciación acelerada cuando esos dineros son invertidos en equipamiento maquinarias”.
En cuanto a depreciación acelerada, Agostini tiene una postura bastante más radical pues apunta a emular lo que se realiza en algunos estados de EEUU, en que se compran herramientas o automóviles “y se tiran a gasto contra impuesto de inmediato. Eso incentiva la inversión de verdad y no permite elusión. Yo eliminaría todos los sistemas de utilidades retiradas y dejaría las de utilidades devengadas; con eso se acaba la elusión. Es una solución razonable, pero no muy popular”.
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