La Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ya comenzó con todo hoy miércoles en Santiago.
Así, la directora técnica de seguridad ciudadana del organismo multilateral, Nathalie Alvarado, abrió el panel como moderadora y sostuvo que un estudio del BID reveló que el crimen y la violencia le cuestan a la región aproximadamente el 3,4 del Producto Interno Bruto (PIB).
El panel “Seguridad ciudadana: nuestra agenda común”, contó con la participación de la historiadora chilena y presidenta de la Fundación Abriendo Puertas, Ana María Stuven, y la directora ejecutiva de la fundación SIFAIS de Costa Rica, María Stella Fernández.
“América Latina sigue siendo la región más violenta del mundo, con tasas de homicidio que triplican el promedio mundial”, dijo Alvarado. Así, sostuvo que la violencia en Latinoamérica es algo que se siente día a día y que genera una sensación que hoy “es la preocupación más grande de nuestros países”.
Sin embargo, la directora sostuvo que el impacto no solo se siente de manera social, “también tiene costos importantes económicos”.
“Para que nos estemos haciendo una idea -de la cifra de 3,4 del PIB-, esto equivale más o menos al 80% de todo el presupuesto público en educación”, agregó. Y dijo a los presentes en el salón principal que “esta cifra duele”.
Según sostuvo Alvarado, hoy la región “cuenta con mayor evidencia de cómo el crimen y la ola de violencia, afectan todas las dimensiones del desarrollo” y sostuvo que este fenómeno aumenta la pobreza, la desigualdad, limita la inversión y el crecimiento económico. También, en muchos casos, “están vinculados a la explotación ilegal y descontrolada de los recursos naturales”.
La presencia e influencia del crimen y la delincuencia ha aumentado en tan solo dos años en 16 de 24 países de la región y por lo mismo, desde el BID buscan trabajar en conjunto con los países y elaborar estrategias para poder combatir el crimen.
“Queremos aumentar el impacto y la escala, ese es nuestro apoyo. Crear las bases y las condiciones para el crecimiento sostenible en la región”, dijo la directora.
Para ellos, la importancia en este momento es empezar a movilizar recursos técnicos y financieros “para pasar del diálogo a la acción” y en esa misma línea, probar soluciones, escalar en lo que ya funciona y “fortalecer las capacidades”.
El llamado a las empresas a colaborar en la reinserción
Ana María Stuven, fundadora y presidenta de la Fundación Abriendo Caminos, se dio el espacio de llamar a las empresas a colaborar con la reinserción social y laboral de las mujeres privadas de libertad, con el fin de no seguir contribuyendo en patrones que provocan desigualdad y delincuencia en un futuro.
También, destacó que “en foros como este, se puede empezar” y llamó a la conciencia ciudadana “que pongan la mirada un poco más lejos”. Para Stuven, es importante que las mujeres estén en sus hogares y “no abandonen a la familia”.
“Colaboremos en iniciativas que trabajan en la inserción de mujeres que están privadas de libertad”, concluyó.