El diagnóstico de Robinson: “Para pasar al siguiente nivel, Chile necesita ser más inclusivo”
El economista británico destacó que Chile es el único país de la región que podría ser desarrollado, pero que “este modelo no puede continuar”.
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La inclusión es la herramienta para que un país como Chile pueda tener éxito. Así lo cree el economista británico, James Robinson, quien este martes realizó una charla magistral en el conversatorio “Retos y oportunidades para el desarrollo económico de América Latina”, organizado por la Universidad Andrés Bello.
“Creo que hay buenas razones por las que Chile ha tenido éxito. Ha combinado lo que yo llamo el Estado de derecho con el pragmatismo. Esto tiene muchas ventajas como modelo de transición hacia un país más inclusivo y desarrollado. Pero lo difícil es cómo desmontarlo”, señaló.
Basado en su libro “Por qué fracasan los países”, el académico de la Universidad de Chicago indicó que el país “está luchando con la inclusión” y que esta es clave para el crecimiento económico.
“El secreto del éxito económico es la creación de instituciones que permitan a una sociedad aprovechar todo ese talento latente y la creatividad. Este énfasis en ‘Por qué fracasan los países’ y la inclusión es lo que se necesita para tener éxito. Y las barreras a la inclusión van a limitar la capacidad de innovación y el potencial de la sociedad”, explicó.
A pesar de que reconoció a la historia de éxito económico en Chile como “increíble”, con mejoras en las rentas per cápita, pobreza, desigualdad y fortaleza en instituciones desde el fin de la dictadura, Robinson planteó la pregunta de por qué los chilenos son infelices.
La respuesta vino en dos partes. Primero, porque a pesar de las mejoras en desigualdad e instituciones, todavía hay una falta de inclusión en muchas dimensiones en Chile.
“Creo que Chile tiene este tipo de sensación oligárquica, (...) que todavía está allí y todavía tiene que cambiar”, dijo.
La segunda, indicó, es “porque los chilenos sienten las posibilidades”.
“Este podría ser un país desarrollado, es el único lugar en América Latina que realmente podría lograrlo. Tiene muchos de los requisitos previos. Así que las aspiraciones son altas, sus ambiciones son altas y los estándares son altos”, opinó.
El factor del favoritismo
Acerca de cómo Chile ha logrado ser exitoso económicamente con este tipo de elementos oligárquicos, Robinson indicó que si bien existe la capacidad del Estado y la fuerza institucional, se da una cierta selectividad del Estado de derecho y favoritismo.
“Pero tienen un tipo diferente de élite y la forma en que esto se ha estudiado en particular es la relación entre ciertos colegios en Chile”, dijo, refiriéndose a establecimientos como Verbo Divino, Tabancura y San Ignacio, entre otros.
No obstante, el escritor precisó que esto no es exclusivo de Chile y que se ha dado en otros países -como Corea del Sur, Taiwán, Estados Unidos y Reino Unido-, incluso como un modelo de desarrollo exitoso.
Sin embargo, enfatizó que es un modelo transitorio.
“Para pasar al siguiente nivel, Chile necesita ser más inclusivo”, expresó Robinson.
En estos momentos, opinó que hay aspectos de la sociedad chilena que parecen tener un carácter excluyente. “Y eso crea grandes quejas y oposición”, manifestó.
También destacó que existe una percepción de una especie de desigualdad en el acceso a la justicia, salud y educación. Y este elemento cree que se une a una baja confianza en el sector privado.
“Hablo de las instituciones estatales y de la importancia de las instituciones estatales y eso es especialmente importante en una economía basada en los recursos naturales. Pero no hay ninguna historia de éxito económico registrada que se haya producido sin un sector privado dinámico”, advirtió.
Así, mientras recordó que hay muchos éxitos en el país y mucho que preservar, también mencionó que existen problemas ligados al favoritismo que se ha hecho más evidente a medida que la democracia se ha profundizado.
“Chile es una especie de punto de inflexión en el sentido de que este modelo no puede continuar, este modelo ya no puede continuar. Pero hay que encontrar una especie de modelo viable para seguir adelante. Es por eso que lo que yo llamo el Estado de Derecho más favoritismo es un modelo de transición. Pero tienes que lograr salir de él”, señaló el escritor ante el auditorio congregado en la UNAB.