Por Cristián Torres Erpel
Un vuelco generaron los datos de inflación entregados el viernes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), luego de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación de 0,6% en diciembre. La cifra se ubicó por sobre las expectativas de los analistas, que esperaban un alza de 0,2% para el último mes del año.
En tanto, en el conjunto del año, el IPC anotó una variación de 4,4%. Estos números también superan la estimación del mercado de 3,9% y el rango meta que establece el instituto emisor.
Estos datos muestran un giro, ya que hasta antes del IPC de diciembre lo que se había visto, era que la inflación subyacente se mantenía muy contenida. Dato que cambio de manera importante luego que se apreciara que todas las medidas de inflación subyacente, el IPCX, el IPCX1 y además el IPC no transables, lograran aumentos importantes.
Eso refleja que con el dato de diciembre se están viendo algunos efectos de propagación de la inflación hacia el resto de los precios de la economía.
Para Hermann González, economista de Zahler & Co, “lo raro es que hasta ahora eso no lo hubiésemos visto”.
A juicio del economista jefe de BanChile Inversiones, Rodrigo Aravena, estas cifras abren dos interrogantes, que no se puede responder hoy, pero “ que van estar presentes en los próximos tres meses”. Lo primero es si esta cifra está reflejando o no efectos de segunda vuelta y si este aumento de precio generaría un cambio o no en las perspectivas de inflación para este año.
“Sabemos que la economía chilena va a crecer menos, entonces la pregunta es si en ese escenario vamos a tener o no un rebote inflacionario, pareciera que no, de todas formas el riesgo de que esto sea más permanente es mayor”, afirma el experto de Banchile .
Similar percepción tiene el socio de Econsult RS, Gonzalo Sanhueza, quien afirma que Chile todavía tiene un grado de indexación en cierto de tipo de divisiones, sobre todo en los servicios. “Es decir que la inflación futura se extrapolando hacia el futuro”, dice.
Sin embargo, a juicio de Sanhueza, esos factores se van a ver compensados por que la economía sigue mostrando una desaceleración.
Política monetaria
Con las últimas cifras entregadas por el INE, los expertos coinciden en que el Banco Central (BC) debe reevaluar los efectos inflacionarios. Sin embargo, tienen discrepancias sobre un eventual cambio sobre la Tasa de Política Monetaria (TPM).
Según Sanhueza, el BC debe prever lo que va a pasar en los próximos 12 a 24 meses y “no mirar por el retrovisor”.
La tendencia del crecimiento económico ha ido a la desaceleración, “en ese contexto el BC debiera empezar a bajar la tasa de interés al menos 25 puntos”, sostiene el economista Econsult RS.
Por su parte, Rodrigo Aravena tiene una opinión opuesta. Antes del dato de inflación la pregunta relevante en política inflacionaria, era si el ente emisor debía bajar en 50 o 25 puntos base la TPM, sin embargo eso cambió drásticamente.
“Esa imposibilidad de bajar la tasa en el corto plazo genera un menor impulso al crecimiento, lo cual en el margen es una mala noticia en términos de perspectivas de actividad”, dice el experto.
Para Hermann González, si se sigue dando esta tendencia inflacionaria en los próximos meses, se plantea un dilema muy importante para el Banco Central en términos de la conducción de la política monetaria, esto porque hasta ahora el ente rector, había dicho que los recortes de la TPM comenzarían en enero y eso se debía en parte, junto con otros factores, “a que la inflación subyacente se mantenía muy acotada, entonces creemos que lo que el Banco va a tener que hacer ahora es comenzar a reevaluar esa decisión”.
Según sostiene González, la reunión de política monetaria del ente emisor que se desarrolla esta semana, “no va a bajar la TPM”.