Canasta básica de alimentos sigue encareciéndose a un ritmo histórico y presiona al alza la línea de la pobreza
En mayo, el precio acumulado en el último año alcanzó un 17,3%. El gobierno ya se encuentra subsidiando el aumento del valor.
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El incremento del costo de la vida continúa siendo un dolor de cabeza para las familias chilenas.
En mayo, según el Instituto Nacional de Estadísticas, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotó una variación mensual de 1,2%, cifra que si bien estuvo dentro de las expectativas del mercado, llevó la inflación acumulada en el último año a 11,5%, un nivel no visto desde 1994.
Las razones son las ya conocidas: aumentos en los valores de los alimentos y la energía, principalmente, derivados de los efectos de la invasión de Rusia a Ucrania.
Con este telón de fondo, el costo de la canasta básica de alimentos otra vez registró un aumento considerable, esta vez en el quinto mes del año, nuevamente superando inclusive el registro de inflación total en el país.
Según un informe del Ministerio de Desarrollo Social, la canasta se encareció un 1,4% en el mes, superando por primera vez los $ 56.000 por unidad, acumulando en doce meses un incremento en su valor de 17,3%, pulverizando -al igual que en abril- un récord desde que el Ministerio de Desarrollo Social tiene registro (diciembre de 2013).
Aquello es por lejos muy superior a la variación del IPC mensual y el acumulado en el último año. Es más bajo que lo registrado por la división de alimentos y bebidas no alcohólicas, de 1,8% mensual en mayo, pero superior al 17,1% acumulado en el último año, según el INE.
Así, el encarecimiento en los últimos 12 meses se aceleró, pasando de un 15,3% en abril a un 17,3% en abril.
Presión sobre la línea de la pobreza
La canasta básica de alimentos -que considera casi 80 productos de consumo básico- es uno de los insumos que usa Desarrollo Social para fijar la línea de la pobreza y la de pobreza extrema por persona. Con el indicador a mano, en mayo la primera se situó en $ 199.899, mientras la segunda en $ 133.266, aumentando casi $ 23 mil y $ 15 mil en el último año, respectivamente.
Esto último no es menor, ya que al presionar al alza la línea de la pobreza por persona, es probable que más individuos caigan en esa condición dada la desaceleración de la economía y el encarecimiento del costo de los productos para cubrir las necesidades mínimas.
Para medir la línea de la pobreza, Desarrollo Social calcula la cantidad de calorías diarias mínimas que debe ingerir una persona, fijando como umbral un requerimiento de 2.000. Esto incluye productos como arroz, avena, carne molida, pechuga de pollo, paté, leche líquida entera, azúcar, y té corriente, entre otros.
En el mes, el 87% de los productos que componen la canasta -69 unidades- sufrieron un aumento en sus precios, nueve puntos porcentuales superior respecto a abril: en promedio, lo hicieron en un 2,2% y fluctuaron entre 8,9y 0%.
En el caso de los productos que disminuyeron su valor (10 bienes), lo hicieron en un 2,5% en promedio y fluctúaron entre -12,5% y 0%.
Acorde con el reporte, las alzas más importantes se presentaron en el caso del tomate, la cebolla y el azúcar, alcanzando una variación en el último año de 61,2%, 20,2% y 29,6% respectivamente.
En el otro extremo, las mayores disminuciones se dieron en el caso de la lechuga, plátano y limón, cuyos precios se redujeron en 2,5%, 6% y 12,5% en el mes, respectivamente. En el último año, registran alzas de precios de 7,7%, 11,1% y 6,3%, en cada caso.
El incremento en el costo de la vida se da en momentos en que ya comenzó a operar el aumento del salario mínimo, que considera un incremento en la asignación familiar para compensar alzas mensuales de la canasta básica de alimentos. El reajuste será en base al IPC y ascendería en su primer pago (desde el 30 de junio) a $ 7.342 por carga familiar, reajustable según el aumento de la canasta.
Esta ayuda está destinada a personas de escasos recursos que pertenezcan al 60% de la población nacional socioeconómica más vulnerable.