Bajo crecimiento, EEUU y seguridad lideran agenda de nueva red de centros de pensamiento de América
Por: A. Santillán, C. Vergara y F. Guerrero | Publicado: Lunes 23 de diciembre de 2024 a las 04:00 hrs.
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El 15 y 16 de mayo se realizará la primera reunión de la red de Centros de Pensamiento de las Américas (Cepas), liderada por Clapes UC y que reunirá a siete directores de este tipo de entidades de la región para discutir temáticas como crecimiento económico, seguridad y cambio climático.
La iniciativa, comentó el director de Clapes UC, Felipe Larraín, involucró varios meses de trabajo y sumó al Centro Argentino de Relaciones Internacionales, el Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri), Fedesarrollo en Colombia, Grade en Perú, México Evalúa en México y el Atlantic Council en Washington, Estados Unidos.
“Por eso, lo llamamos una red de Centros de Pensamiento de las Américas. Ya no estamos hablando solo de América Latina, sino de las Américas y con la idea de poder a futuro crecer e incorporar otros miembros”, relató.
El Cebri cuenta con una trayectoria de 26 años dedicado a analizar la política externa de Brasil y ya ha mantenido contacto con otros organismos de la misma índole, participando incluso del T20, instancia que reunió grupos de expertos y centros de investigación de los miembros del G20 y de países y organizaciones invitados.
“No tenemos un punto de encuentro en la región y pienso que este será un trabajo muy importante y muy rico de hablar de la política de la economía”, señaló la directora de la institución, Julia Dias Leite.
Para el director de Fedesarrollo en Colombia, Luis Fernando Mejía, Cepas es “un verdadero hito”, ya que la región llevaba cerca de cinco años sin espacios explícitos de colaboración entre centros de pensamiento. “Esto le da una estructura a una necesidad muy importante, que es justamente el diálogo entre los centros de pensamiento de la región para poder analizar los problemas que en muchos casos son comunes”, explicó.
“Necesitamos hacer una política económica de más desenvolvimiento, un país más abierto y es difícil. El Gobierno está cerca de hacer una política industrial, mas no tan liberal”, expuso Diaz Leite.
Julia Dias Leite, directora del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri).
“Yo creo que uno de los temas que nos convoca a todos los centros que participamos es que esta región está creciendo poco. Estamos creciendo menos que el mundo”, afirmó Larraín.
Felipe Larraín, director de Clapes UC.
“Nuestra expectativa es que no se materialice el anuncio del Presidente Trump de aranceles generales universales, que había hablado entre el 15% y el 20%. Esperamos que sea qsdcv n más focalizado”, señaló Mejía.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo en Colombia.
Inversión y productividad: cuellos de botella de una región que crece menos que el mundo
Los directores de los centros de Chile, Brasil y Colombia proyectan una expansión de la actividad no muy distinta del 2% para el próximo año.
“Yo creo que uno de los temas que nos convoca a todos los centros que participamos es que esta región está creciendo poco. Estamos creciendo menos que el mundo”, dijo Larraín.
Un diagnóstico que tampoco es ajeno para el caso de la economía chilena.
De acuerdo con las proyecciones del economista, el PIB local crecerá apenas sobre el 2% este ejercicio, que en conjunto con el 0,2% de 2023 daría un promedio algo superior al 1%.
El próximo ejercicio, la expansión será de 2%, en un escenario donde la inflación estará por encima de la meta de 3% del Banco Central.
“Nuestras expectativas de crecimiento son bajas y cayeron bruscamente. Pero esto no es un tema de solo este Gobierno, creo que este Gobierno también ha tenido responsabilidades, pero es un tema que viene arrastrándose hace 10 años”, expuso.
No obstante, indicó que esta también es una realidad en la región, que acumula un pobre desempeño de la inversión y productividad.
“En este momento, son los cuellos de botella más fuertes que tenemos para poder acelerar el crecimiento, que -a la larga- es una forma de financiar los proyectos y las necesidades sociales de nuestros países”, afirmó.
Factor ahorro
Mejía apuntó que América Latina tiene un desempeño que está rezagado frente a los mercados emergentes y que uno de los problemas es el ahorro.
De hecho, explicó que los países asiáticos que crecen por encima del promedio de la región tienen tasas de ahorro que están alrededor del 20% del Producto.
“En nuestras economías, las tasas de ahorro del 20% son buenas noticias. Entonces, claramente hay un problema de tasas de inversión, tasas de ahorro bajas y baja productividad”, opinó.
Además, Mejía destacó que sigue presente en la región un componente fiscal. “No hay que olvidar que América Latina salió del problema del Covid-19 con mayor deuda, mayor déficit. Si a ese contexto se le agrega un menor crecimiento, pues naturalmente eso genera problemas de fragilidad fiscal y, eventualmente, sostenibilidad de la deuda pública y la capacidad de los gobiernos de proveer bienes públicos”, expresó.
Para este año espera que Colombia termine con un crecimiento de 1,8% y que la inflación cierre en diciembre con 5,1%. Para 2025 se espera que la actividad se expanda 2,6% y que la inflación se modere a 3,9%, retornando a la meta del Banco Central de Colombia.
Para la tasa de interés -hoy en 9,5%- se espera que siga en un curso decreciente el próximo año hasta 5,5%.
Proteccionismo a cuestas
En el caso de Brasil, Dias Leite proyecta que la expansión del PIB este año será de 3%, un pronóstico que espera que se mantenga en 2025.
Para las tasas de interés se prevé de 12,5% para fines de este año y que se mantenga en ese nivel el siguiente.
De los desafíos que tiene la mayor economía de Sudamérica, destaca el proteccionismo. “Necesitamos hacer una política económica de más desenvolvimiento, un país más abierto y es difícil. El Gobierno está cerca de hacer una política industrial, mas no tan liberal como esperamos muchos de la parte económica”, sostuvo.
Estados Unidos y China serán los protagonistas de un contexto geolopolítico tensionado
El director de Fedesarrollo en Colombia cuenta con que Trump no concrete un alza generalizada de aranceles.
El sector externo y el ambiente geopolítico serán otros de los desafíos para los próximos 12 meses.
EEUU tendrá especial relevancia para Colombia, ya que -a diferencia de lo que ocurre en Chile y en Brasil- es su principal socio comercial.
“Nuestra expectativa es que no se materialice el anuncio del Presidente Trump de aranceles generales universales, que había hablado entre el 15% y el 20%. Seguramente, esperamos que sea más focalizado, especialmente en su guerra comercial con China y, en ese sentido, no deberíamos tener afectaciones del punto de vista del comercio desde la demanda externa”, manifestó Mejía.
Además, precisó que otro canal importante -que también podría afectar a las economías de América Latina- es la trayectoria de la inflación y las tasas de interés. Esto, en el entendido que algunas de las medidas que incorpore Trump podrían generar presión sobre los precios, lo que se traduciría en un relajamiento monetario más lento de lo que se había previsto en un inicio.
“Así que vamos a tener un año desde el punto de vista real, con un crecimiento muy parecido al de 2024, pero tal vez con las condiciones financieras un poquito más apretadas de lo que se había estimado inicialmente, producto de las medidas de política que ha planteado el Presidente Trump”, resumió Mejía.
Importación de combustibles
Tanto para Chile como Brasil también se suman preocupaciones ante el escenario de desaceleración de la economía china y de si es posible que llegue a cumplir con la meta de 5%, explicó Larraín.
Sin embargo, advirtió que “el fenómeno que nos puede favorecer a nosotros, pero que no va a favorecer a China, es el nearshoring o reshoring”. Esto se refiere a que se trata de un fenómeno de relocalización de las inversiones desde China -que en algún momento era el lugar más conveniente en un mundo globalizado- hacia otros lugares, como Vietnam, India y México.
Además, indicó que los conflictos geopolíticos y la escalada en Medio Oriente podrían tener un efecto en Chile, que -a diferencia de lo que pasa en Colombia- importa cerca del 98% de los combustibles líquidos.
Hacia una hoja de ruta común en políticas públicas para mitigar el impacto de la delincuencia
La violencia tiene un costo de 3,34% en la región y la cooperación de la red en el tema será clave para la lucha contra la delincuencia.
La seguridad será uno de los focos del próximo encuentro entre los directores de Cepas. No es casualidad, ya que de acuerdo con el último informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la violencia le cuesta a la región 3,34% del PIB anual.
Una cifra que incluso sube en el caso de Brasil, cuyo 11% del Producto son gastos para combatir la violencia. “Es uno de los países con más gastos en seguridad del mundo, está entre los principales 30 países”, dijo Dias Leite.
Por lo mismo, Mejía afirmó que la red de centros permitirá reconocer la homogeneidad de estos problemas, aprender de las experiencias exitosas en América Latina y poder definir hoja de ruta en políticas públicas para mitigar sus impactos.
“Hay temas relacionados especialmente con el muy mal funcionamiento de la administración de justicia en América Latina, con altísimas tasas de impunidad y procesos que duran años, sino décadas. Así que creo que es un tema importante”, señaló.
Esto, en un contexto donde está escalando el crimen organizado, que es multinacional, apuntó Larraín.
“Hoy tenemos algunos grupos que ya funcionan más allá de las fronteras de los países y es por eso que creo que nosotros tenemos que -y es uno de los temas que vamos a cubrir en nuestra reunión regional en mayo próximo en Santiago- cooperar en investigación para entender el fenómeno, para diagnosticarlo bien y luego entender cómo podemos cooperar para luchar contra la delincuencia que está llegando más allá de nuestras fronteras”, explicó.
Efecto positivo
En el caso de la migración, Mejía destacó que Colombia recibió 2 millones de migrantes, que si bien en el corto plazo generó disrupciones, al final fue positivo. “Es una migración que aumenta la oferta laboral, extiende el bono demográfico. Son personas jóvenes y eso ayuda a mitigar ese proceso acelerado de transición demográfica que ha tenido Colombia y América Latina”, expuso.
Además, sostuvo que se debe observar los riesgos de posibles políticas de Trump en inmigración en EEUU, que podría provocar salidas importantes de esa diáspora de América Latina en EEUU y eso podría tener implicancias en varias dimensiones, entre otras en las remesas.