Las propuestas de los académicos del CEP para incentivar la conciliación trabajo-familia

La búsqueda de fórmulas para avanzar en una efectiva conciliación entre la vida personal y laboral se ha convertido en una inquietud para diversos actores del mercado laboral. Al diálogo impulsado por los ministerios del Trabajo y de la Mujer y Equidad de Género con distintas organizaciones sociales, recientemente se sumaron investigadores del Centro de Estudios Públicos (CEP) y Pivotes.

Bajo el título “Falta de conciliación entre trabajo y familia: desafío para avanzar en mayor inserción laboral femenina”, el documento elaborado por Roberto Cases y José Tomás Feliú del CEP y Elisa Cabezón, economista de Pivotes, plantea que dentro de los impactos económicos de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, destaca la significativa disminución que observó la participación laboral, la cual afectó en mayor proporción a las mujeres.

“Las brechas de género en las responsabilidades de cuidados y trabajo doméstico llevan a que las mujeres demanden mayor flexibilidad. En este marco, el teletrabajo se propone como una alternativa”, dice el texto.

“Durante la pandemia, el mayor aumento de inactividad laboral de las mujeres respecto a los hombres fue debido exclusivamente a que las mujeres asumieron mayores responsabilidades familiares”, recuerda el texto y añade que ello se vio incidido por el cierre de colegios, jardines infantiles y salas cunas, lo que obligó a menores de edad a quedarse en casa.

Para dimensionar el impacto de esta mayor carga de cuidados, los expertos midieron la variación de la tasa de participación laboral durante la crisis sanitaria respecto al año 2019, diferenciando entre hogares con y sin menores de 15 años de edad.

Este análisis arrojó que las mujeres tuvieron una mayor caída en su participación laboral respecto a los hombres, pero esta brecha de género fue mayor en los hogares con presencia de menores de 15 años.

“A lo largo de nuestro período de estudio, trimestralmente la brecha de probabilidad de transitar hacia la inactividad entre mujeres y hombre es, en promedio, cuatro puntos porcentuales mayor en hogares con menores de 15 años”, dice el informe.

¿Y ahora qué?

Para revertir esta situación, los expertos plantean que se debe avanzar en medidas que aumenten la conciliación entre empleo y familia, tanto para hombres y mujeres, fomentando una mayor corresponsabilidad en la crianza y labores del hogar; y que, en paralelo, faciliten la adaptabilidad en el trabajo, para así reducir esta barrera en la incorporación de mujeres al mundo laboral.

De esta forma, el documento cita las recomendaciones de otra investigación del CEP, titulada “Propuestas para fomentar la participación laboral femenina en Chile” -elaborada por María José Abud, Sylvia Eyzaguirre y José Tomás Feliú-, en la cual, por ejemplo, los autores aconsejan flexibilizar el permiso postnatal para padres, para que su uso se pueda adecuar a las necesidades de cada familia, además de darle un carácter obligatorio para ellos, que pueda ser usado en lugar de la madre o posteriormente.

Los expertos también son de la idea de avanzar en una propuesta legislativa de sala cuna, tema que ha estado frenado.

Sobre este punto, recalcan que es necesario que el proyecto contemple que dicho beneficio se extienda a todos los hijos de trabajadores, independientemente del sexo de los padres, ya que actualmente el derecho a sala cuna está vinculado al sexo femenino.

Horarios flexibles es otro aspecto en el que sugieren avanzar los investigadores.

De hecho, plantean que hay evidencia de que la opción de contar con más flexibilidad en los horarios de trabajo tiene un impacto positivo sobre la inserción en el empleo formal, “dado que permite una mejor compatibilidad entre la vida profesional y familiar, lo que, consistente con los resultados de este estudio, beneficiaria especialmente a las mujeres”.

El trabajo a distancia fue otro eje abordado.

Sobre esta figura, en concreto, se propone avanzar hacia un marco regulatorio de las labores profesionales a distancia que incorpore perspectiva de género.

“En efecto, las brechas de género en las responsabilidades de cuidados y trabajo doméstico no remunerado llevan a que las mujeres demanden mayor flexibilidad laboral que los hombres. En este marco, el teletrabajo se propone como una alternativa atractiva para incentivar la mayor participación de mujeres”, dice el texto.

Sin embargo, los expertos advierten sobre la existencia de malas prácticas en este tipo de modalidad laboral que pueden tener efectos no deseados en la participación laboral femenina.

Ante esto, y asumiendo un camino de una mayor flexibilización y adaptabilidad de la jornada laboral, consideran necesario un marco regulatorio que evite las jornadas prolongadas y la falta de descanso, y que se incorpore debidamente la desconexión digital y la correcta implementación de los límites horarios de la jornada.