Con votos de la oposición, segundo retiro del Gobierno sorteó con comodidad barrera del Senado
Horas antes se había rechazado la reforma opositora que no alcanzó el quórum de 3/5 porque el oficialismo retiró el respaldo y se abstuvo.
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El Ejecutivo se anotó ayer un triunfo político. A pesar de que el debate que enfrentó a los dos proyectos que buscaban un segundo retiro de ahorros previsionales, el de la oposición y el Gobierno, fue tenso y a ratos muy duro, la oposición terminó rindiéndose a la necesidad de avanzar con la mayor celeridad posible en la iniciativa que tenía más viabilidad. La reforma de ellos requería un alto quórum para su aprobación y el oficialismo no cumplió el compromiso de apoyarla, esgrimiendo que podría ser frenada por el Tribunal Constitucional.
Fue así como pese a que una parte importante de la oposición no estaba de acuerdo con que se deba pagar el impuesto a la renta por el retiro, 35 de sus representantes respaldaron el proyecto de La Moneda que fue despachado a la Cámara, sólo un senador lo rechazó y cinco se abstuvieron. Y pese a que la senadora Yasna Provoste (DC), junto a algunos de sus pares, presentó una indicación para que el retiro no constituya renta, fue declarada inadmisible.
Horas antes, la oposición constataba, ya sin sorpresa, que la estrategia del Ejecutivo de ingresar un proyecto y, en paralelo, llevar la reforma al TC había dado resultado. Ello, porque tal como se veía venir, uno a uno los senadores oficialistas que antes se habían comprometido con la propuesta opositora iban anunciando su abstención y, con ello, no llegarían a los 26 votos mínimos.
Finalmente, la oposición alineada sufrió una dura derrota, pues sus 23 votos no fueron suficientes y su iniciativa pasó indefectiblemente a Comisión Mixta, la que desde el Senado será conformada por los integrantes de la Comisión de Constitución, según se acordó apenas se conoció el resultado de la votación.
Pese a las diferencias entre ambos sectores, la mayoría coincidió en que uno de los aspectos positivos del proyecto del Gobierno es que no podrán acceder al beneficio las altas autoridades del Estado, como los ministros, subsecretarios y los propios parlamentarios, entre otros. Y varios representantes opositores también ven con buenos ojos el que las rentas más altas paguen impuestos.
Ese es el caso del senador Ricardo Lagos Werber (PPD), que no dejó pasar la oportunidad de señalar que “sí creo que aquí debiera haber espacio para la tributación de los altos ingresos”, recordando que ni siquiera el Gobierno lo apoyó, cuando hizo esa propuesta en el marco del debate por el primer retiro.
Llamado a los diputados
Ahora, el proyecto del Ejecutivo –que sigue con discusión inmediata- deberá ser tramitado en la Cámara. En este sentido, el ministro de la Segpres, Cristián Monckeberg, señaló que espera que las comisiones de Hacienda y Trabajo unidas trabajen con la rapidez que requiere la iniciativa. “Le pedimos a los diputados que, con todo el debate necesario, saquemos este proyecto lo antes posible”, señaló Monckeberg, tras lo cual agradeció a los senadores de su coalición, pues “este proyecto lo construimos juntos”.
Por su parte, el ministro Briones reiteró su defensa del pago de impuestos, señalando que “la indicación (de Provoste) fue declarada inadmisible, justamente porque las materias de impuestos son facultades privativas del Ejecutivo. Eso confirma nuestro punto” e insistió en que el Gobierno no está creando un impuesto. Y lo que impera en el proyecto “es la norma general”.
En cualquier caso, aunque el escenario en la Cámara no está claro, está mucho más despejado para la idea del Ejecutivo.
Desde ya ayer algunos diputados oficialistas que defendieron la reforma opositora en su momento, celebraron la aprobación de la iniciativa del Ejecutivo, con el argumento de que con las modificaciones de la comisión unida de Hacienda y Trabajo, ambas propuestas quedaron “prácticamente iguales”.
El presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara y férreo defensor de la reforma, Matías Walker (DC), dijo que sí se podría aprobar el proyecto del Gobierno “si es que se corrige el tema del impuesto”, pero aclaró que no es partidario “de dejar morir el proyecto de reforma constitucional”, porque cree que hay un riesgo real de que el Presidente vete su propia iniciativa si se le hacen correcciones.