Laboral & Personas

Cerca del 30% de los trabajadores en Chile tiene un consumo problemático de drogas

Datos del Senda muestran que el alcohol es la sustancia con mayor prevalencia. La directora del servicio considera clave que las empresas se involucren en la prevención.

Por: Carolina León | Publicado: Lunes 9 de septiembre de 2024 a las 04:00 hrs.
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Natalia Riffo, directora nacional del Senda. Foto: Julio Castro
Natalia Riffo, directora nacional del Senda. Foto: Julio Castro

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Las drogas en el ambiente laboral no parecieran ser un tema de primer orden al interior de las empresas. Sin embargo, desde el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), esperan que esto cambie y que lleguen a involucrarse más activamente dado que detectaron que en el país un 28,4% de los trabajadores tiene un comportamiento problemático en esta dimensión. Es decir, ese porcentaje ha desarrollado cierta dependencia o adicción a determinadas sustancias.

Esta situación, además de afectar su salud, aumenta la vulnerabilidad de las personas, familias y comunidades, profundizando las inequidades, según el análisis del Senda basado en información de una serie de estudios en población general de Chile para calcular distintos indicadores vinculados a la demanda y oferta de drogas.

De acuerdo con el registo del servicio liderado por Natalia Riffo, hay sustancias que tienen una alta prevalencia en la población laboral del país -y por arriba de la población general-, siendo el alcohol la que lidera (59,7%). Le sigue el tabaco y la marihuana, con 34,6% y 12,2% respectivamente (ver gráficos).

Si bien las drogas sintéticas, la cocaína y la pasta base tienen una prevalencia significativamente más baja en los trabajadores -con 1,4%, 1,1% y 0,3%, respectivamente-, Riffo enfatiza que se trata de sustancias que tienen más probabilidades de transformarse en un consumo problemático.

“Para dar un ejemplo, el 75% de las personas que consumen pasta base se transforma en un consumo problemático. No es lo mismo con otras sustancias”, explica Riffo.

Entonces, por eso califica “como tan importante que cuando uno hable de prevalencia de consumo vea todas las variables, el tipo de sustancia, el contexto, las vulnerabilidades que puedan existir respecto a los factores de riesgo”.

De hecho, para la vocera es crucial que la sociedad avance en entender que el problema con el consumo de alcohol y drogas no es ético ni moral, sino que un problema de salud.

“Muchos de nosotros tenemos probablemente conocidos, familiares, cercanos que han tenido algún consumo problemático y la gente tiene temor y vergüenza de acceder a tratamiento o ir a pedir ayuda porque se le estigmatiza. Acá hay mucho mito, hay una imagen de que la persona que tiene un consumo problemático lo está haciendo básicamente escondido en la oscuridad y no es así”, dice.

El rol de las empresas

Para involucrar a las empresas en el combate a la adicción y fomentar la prevención y el acompañamiento, Senda está desarrollando el programa “Trabajar con calidad de vida”, una iniciativa que busca fortalecer entornos de trabajo seguros y saludables, y culturas preventivas.

Este año el programa involucra un universo de 232 grandes empresas y entidades públicas y unos 76.266 trabajadores.

En el caso de las micro, pequeñas y medianas empresas, han participado 349 firmas, lo que comprende a 5.131 personas.

Este plan brinda a las organizaciones capacitación en habilidades preventivas a un equipo de la organización responsable de liderar la implementación del programa; un diagnóstico de calidad de vida laboral; asesoría técnica para el desarrollo de una política preventiva, un plan de acción y un protocolo de actuación frente a casos de consumo; materiales y actividades preventivas; y certificación como espacio laboral preventivo.

“En este programa, nosotros ofrecemos el apoyo técnico. Nuestro rol en el fondo es entregarle a las empresas las herramientas para hacer una política de prevención de drogas y alcohol”, señala Riffo.

La idea es que las distintas organizaciones básicamente detecten precozmente algunos factores de riesgo que podrían incidir en ese consumo. “Las empresas pueden ser un gran aporte en este tema”, enfatiza.

Los focos para mejorar el programa Senda Previene

Se trata de una iniciativa en torno a la cual el servicio impulsó una serie de modificaciones, luego de ser mal evaluado en 2023.

Hace cerca de un año, la Dirección de Presupuestos (Dipres), calificó con un desempeño “malo” la iniciativa Senda Previene. Pero esto, según explicó Riffo, “abrió una oportunidad para mejorar”.

Por lo mismo, se estableció avanzar en 11 ejes de la misma y, de hecho, en algunos de ellos ya hay resultados.

Por ejemplo, se avanzó en la elaboración de una descripción del diagnóstico actual del problema público que aborda el ahora definido como programa Senda Previene, el que -a su vez- identifica y cuantifica las brechas que tienen las comunidades barriales en cuanto al nivel esperado de sus capacidades preventivas.

Además, se elaboró un instrumento de medición de la satisfacción usuaria del mismo y una propuesta para la metodología de aplicación de este.

“Hoy día es un programa social que vamos a medir con herramientas que nos permitirán identificar dónde se puede mejorar”, destacó Riffo.

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