De acuerdo al abogado y director (s) del Centro de Estudios de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Talca, Rodrigo Palomo, la agenda laboral impulsada por el gobierno es valorable, pero no la óptima.
A su juicio, la iniciativa no altera la esencia del plan laboral vigente, pero sí supone un avance sustancial que la distingue de las reformas anteriores. "Aquí ya no hay solo cosmética jurídica, sino cambios que son realmente importantes, como los relacionados con la titularidad sindical y la ampliación de los derechos de información de los trabajadores", dijo el académico.
-Los privados han cuestionado la iniciativa. ¿Se trata de una sobrerreacción?
- Aquí hay una reforma que modifica el modelo de relaciones colectivas de manera importante, era evidente que el mundo privado iba a reaccionar, los empresarios no quieren ver complejizado su mecanismo de producción. Pero en este caso, creo que hay una sobrerreacción, ya que las propuestas presentadas no suponen en lo absoluto desestabilizar el modelo de relaciones de trabajo, muy por el contrario, permiten mejorar la relación entre trabajadores y empleadores. Lo único que se está haciendo con este proyecto es acercarse a los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) -que por cierto son mínimos- y en ningún caso se mejoran.
-¿El proyecto podría mejorar en el Congreso?
- Es posible y uno esperaría que eso ocurriera, que haya una mejora por la vía de las indicaciones. Ahora bien, creo que los elementos que ya no están incluidos como por ejemplo, la negociación sectorial o por ramas -que fue planteada muchas veces por la CUT-, o disociar la huelga de la negociación colectiva, como ocurre en cualquier país desarrollado, ya quedaron fuera de la discusión.
-En su opinión, ¿era inviable realizar cambios más radicales en esas materias?
- Se podría haber pensado que éste era el momento histórico para hacer ese cambio por la mayoría que tienen los parlamentarios de gobierno en el Congreso, pero uno ve lo que ocurrió con la reforma tributaria y lo que está pasando con la reforma educacional y se da cuenta que las mayorías que uno esperaría no son tales. Dentro de la misma coalición de gobierno hay parlamentarios que son contrarios o al menos ponen trabas importantes a proyectos del mismo gobierno. Por lo tanto, un proyecto más incisivo que éste, seguramente no hubiera contado con la aprobación de la misma bancada del gobierno en el Parlamento.
-¿El gobierno cedería en ciertas materias para acelerar la aprobación del proyecto?
- Creo que hay cosas que ya están muy transadas. Lo que está en este proyecto no va a desmejorar, por lo tanto esto ya es un avance y podría darlo como hecho cierto. Hay ciertos acuerdos que están por apoyar estas modificaciones y por lo tanto, no debería desmejorarse lo que ya está planteado.