Es un terreno en disputa. Quizá el más importante y fundamental de la reforma previsional anunciada por la presidenta de la República, Michelle Bachelet. Y no sólo entre la Nueva Mayoría y Chile Vamos, sino que al interior del propio gobierno. Qué porcentaje del 5% aportado por el empleador a la cotización de los trabajadores terminará en las cuentas individuales, es decir, en las futuras jubilaciones; y qué proporción será destinada para aumentar las actuales bajas pensiones, a través del modelo de reparto.
Asesores del gobierno concuerdan en que esta es la principal disyuntiva del Ejecutivo, que tiene a los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés, y de Economía, Luis Céspedes, respaldando un aporte mayoritario de la nueva cotización a la capitalización individual; y a los titulares de Trabajo, Ximena Rincón, y de Desarrollo Social, Marcos Barraza, empujando un destino prioritario en el nuevo pilar de reparto y solidario, denominado como “el cuarto pilar” del sistema de pensiones.
El gobierno no está cerca de cerrar este debate. Al contrario, está en pleno desarrollo.
Y la sesión especial en la Cámara de Diputados, donde Valdés y Rincón entregarían detalles sobre la reforma previsional del gobierno, ilustró eso: no hay plazos y no hay detalles sobre cada uno de los cambios que La Moneda pretende implementar.
“Queremos que el sistema sea sostenible, es decir, tiene que considerar los aspectos fiscales y reconocer que nuestra población va ir envejeciendo y vamos a tener menos trabajadores por jubilados; también debe cautelar que haya incentivos a cotizar y contratar; y debe considerar la macroeconomía y el crecimiento, o sea, qué soluciones aportan (las nuevas medidas) al ahorro y cuáles no”, expresó el jefe del equipo económico en su presentación.
Valdés indicó que si bien algunos sostienen que un sistema con ahorro puede ser no solidario, eso no necesariamente es así, porque si a un esquema de capitalización individual “se le agrega la palabra colectivo en la definición, puede haber mucha más solidaridad de la que tenemos hoy día”.
Asimismo, estimó que no por tener un sistema intergeneracional necesariamente se tiene más solidaridad, ya que ello depende del diseño. Puso como ejemplo el uso del último sueldo como gatillador de beneficios, como ocurría en antiguo sistema de reparto, ya que “si los sueldos están mal distribuidos es sin duda un camino que va a llevar a muy poca solidaridad en el sistema”.
Rincón, en la misma línea, tampoco entregó detalles y, al término de la sesión, señaló que “hay que ver cómo se administra el cuarto pilar de ahorro colectivo y cuánto es”.
“Partamos por tener acuerdo. La ingeniería legislativa la vemos después”, complementó Valdés.
Oficialismo y oposición quieren “estar en la ley”
El trabajo prelegislativo que promoverá el gobierno comenzaría la próxima semana, cuando se reúnan por primera vez todos los delegados de los partidos con representación parlamentaria para analizar los eventuales cambios de la reforma previsional.
Esta labor tendrá una antesala este viernes, cuando a las 8:15 horas la presidenta Bachelet reciba, en La Moneda, a los jefes de las bancadas de la Cámara y el Senado.
En el oficialismo existe cierta molestia y esperan que el gobierno tenga la misma disposición para escuchar y considerar al mundo de los trabajadores, por ejemplo, en la voz de la CUT o el movimiento No más AFP.
La agenda de la jornada de hoy, por lo demás, considera una reunión en el ministerio del Trabajo con los representantes de la Asociación de las Administradoras de Fondos de Pensiones. A la cita también concurrirá el titular de Hacienda.
Presidenta ratifica idea de avanzar a un sistema único
La presidenta Michelle Bachelet ratificó a las máximas autoridades de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade (PS); y del Senado, Ricardo Lagos Weber (PPD), una idea que inquieta a las Fuerzas Armadas y de Orden y a un sector de Chile Vamos: eliminar el sistema previsional de reparto que beneficia a cerca de 300 mil personas a través de la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (Capredena) y la Dirección de Previsión de Carabineros (Dipreca).
La mandataria reiteró que el escenario ideal es "un sistema único de pensiones para todos los chilenos".
No sólo eso, en Cerro Castillo, Valparaíso, la jefa de Estado encargó a Andrade y Lagos Weber destinar parte de sus esfuerzos en asegurar que a la reforma previsional adhieran todos los sectores políticos, un "gran acuerdo nacional" que es visto con desconfianza no sólo en la oposición, sino que también en la Nueva Mayoría.
Pese a ello, el presidente de la Cámara se mostró optimista. "Estas cosas no siempre son fáciles, pero no porque sean difíciles no hay que intentar hacerlas" sostuvo Andrade.
Algo similar sostuvo Lagos Weber, quien explicó que "hay opiniones distintas, pero hay un clima razonable", aunque -según puntualizó- "lo que difícil de eso serán los detalles".
Una tercera idea -ya conocida- transmitió la presidenta Bachelet a los líderes de la Cámara y el Senado: el trabajo prelegislativo concluirá este año con el envío de un proyecto de ley que, idealmente, se tiene que tramitar y aprobar durante 2017.
"Ella piensa hacer una formulación al Parlamento, este año", señaló Andrade, quien detalló que la reforma previsional que improvisó el gobierno se abordará con "varios proyectos distintos".
El primero sería el de AFP Estatal, que descansa hace meses en el Congreso, a la espera de las indicaciones que está elaborando el Ejecutivo; otro sobre "marco regulatorio de las AFP", según indicó el diputado socialista; un tercer proyecto para instalar el pilar de ahorro colectivo solidario; y un cuarto texto para corregir deficiencias del mercado del trabajo, específicamente sobre las "lagunas previsionales".