Tras la presentación del proyecto de reforma laboral, el diputado y presidente del PS, Osvaldo Andrade, comenzó a jugar un rol articulador y transmitió señales a la oposición -especialmente al presidente de RN- de que la propuesta de gobierno recoge varios puntos de ese sector, por lo que habría espacio para el consenso.
El timonel de la tienda de calle Antonio Varas, Cristián Monckeberg, respondió a ese llamado, valorando la disposición al diálogo de Andrade y de la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, pero advierte que hoy ve lejana la posibilidad de un acuerdo.
En todo caso, reconoce puntos de encuentros y se desmarca de la crítica más dura al proyecto.
-¿Cuál es su lectura de la agenda laboral? ¿Comparte la visión de la UDI y los privados de que el proyecto es pro sindical?
- No me parece adecuado decir que estamos frente a un proyecto pro sindical más que laboral, creo que es respetable y legítimo que el gobierno presente este proyecto que fortalece los sindicatos y, en ese sentido, RN tiene toda la intención de avanzar en reformas laborales que también perfeccionen las normas sindicales. Vamos a estudiar con altura de miras este proyecto, entendemos que hay aspectos que son positivos y que recogieron propuestas que hizo RN, pero también hay temas muy negativos que los vamos a plantear en la comisión. La disposición política del partido en ambas cámaras es analizarlo, perfeccionarlo y vamos a hacer esfuerzos para influir en el resto de los diputados -sabiendo que no tenemos la mayoría- para tener una mejor norma laboral. Pensamos que tiene que ser una buena reforma, que cumpla los objetivos que planteó el gobierno, creo que en muchos de sus aspectos no se está cumpliendo ese objetivo.
-¿Comparte la crítica de que el gobierno se pauteó por la CUT?
- Aquí no sólo hay un guiño, sino que le hicieron ojitos a la CUT; hay un coqueteo con ese sector. La explicación a esto es muy clara: la CUT está presidida por el Partido Comunista y éste forma parte del gobierno, además este partido se ha dado mañas de pautear al gobierno. No sé si esto es bueno o malo, pero creo que es muy reduccionista. No me parece un buen argumento que por recoger los planteamientos de la CUT vamos a tener una buena reforma. La CUT no representa al mundo laboral en su totalidad, sólo a un porcentaje muy mínimo.
-¿Hay un ambiente distinto en el debate laboral respecto de lo vivido en la discusión tributaria?
- El gobierno debe tener claro que tiene una aprobación bajo el 40% y la reforma parte con una aprobación bajo ese nivel. Era muy distinta la parada en que estaba el gobierno cuando envió la reforma tributaria, con una aprobación muy superior tanto de la gestión de gobierno como de esa reforma. Eso da cuenta que la gente tiene internalizado que las grandes reformas que se han presentado no son buenas, no hay ninguna otra razón que explique que una reforma recién presentada -sin saber mucho el contenido por parte de la ciudadanía- ya se vea negativa, la única explicación a eso es que el gobierno no está llevando por el buen camino las reformas que planteó, la gente ya no le cree al gobierno que sean buenas sus reformas. Por lo tanto, el gobierno tiene bien cuesta arriba el camino, porque nosotros también vamos a ejercer un rol opositor en torno al contenido negativo de las reformas.
-¿Cómo visualiza el rol de la ministra Blanco?
- Me gusta mucho la gestión de la ministra Blanco, la conozco personalmente y creo que tiene todas las capacidades para llevar adelante una buena reforma y producir consensos importantes en esta materia, así ya lo ha demostrado en las exposiciones que ha hecho en la comisión de Trabajo. Esa es su carta de presentación, vamos a ver cómo se desempeña de aquí en adelante, pero tiene todo para sacar adelante una reforma que es compleja, tiene todo para hacerlo sin aplanadora y sin disponer de mayorías circunstanciales, sino que generando grandes consensos.
-¿Y ve positivo que el ministro de Hacienda también esté involucrado en este debate?
- A diferencia de la titular del Trabajo, el ministro Arenas no tuvo un buen desempeño en la reforma tributaria, tuvo que retroceder gracias a la presión de la oposición y de la sociedad civil. La reforma tributaria fue muy ideologizada, ojalá que él no tenga la misma actitud en la reforma laboral, espero que haya aprendido del ejercicio tributario, que fue bastante caótico.
- ¿Cómo ve la defensa que el diputado Andrade está haciendo de la agenda?
- Creo que el diputado Andrade anda con cargo de conciencia y eso lo obliga a defender la reforma a brazo partido. Yo celebro su actitud de sacar la reforma adelante y que esté también pensando en llegar a acuerdos y no imponer mayorías circunstanciales. Me siento honrado de que él piense que con RN se pueden buscar acuerdos, pero para encontrar esos acuerdos no hay que ser inflexibles, hasta el minuto he visto poca flexibilidad del gobierno en otras reformas para poder llegar a entendimiento. Las invitaciones al consenso no pueden quedar sólo en los titulares, tienen que hacerse carne, cristalizarse y estar disponibles a que se modifique el proyecto original. Cuando uno ve declaraciones como las del senador Juan Pablo Letelier de que pueden cambiar todo, pero no el corazón de la reforma, está diciendo que mejor no hagamos nada. Entonces las invitaciones al consenso no pueden quedar sólo en los titulares.
-¿Ha habido acercamientos para llegar a acuerdos?
- Hemos conversado muy circunstancialmente y lo ha estado haciendo el diputado Nicolás Monckeberg con la ministra Blanco y el diputado Andrade, pero no hay nada concreto aún.
los reparos y el rol con la udi
El diputado Cristián Monckeberg también es parte de la comisión de Trabajo que analiza la reforma laboral. En esa condición ve observaciones a la titularidad sindical: "Pensar que el fortalecimiento de los sindicatos pasa exclusivamente por la titularidad no es el mejor de los argumentos, sobre todo cuando se pasa encima de la libertad de trabajo y la libertad de toda persona para decidir dónde va a estar asociada. La propuesta tiene grandes ausentes, me hubiera gustado ver incentivos a generar empleos", dice.
Asegura que están coordinados con la UDI en este debate, pero reconoce que el caso Penta "ha desviado la atención". De todos modos, anticipa que "habrá algunos puntos donde tendremos divergencias entre uno y otro partido al igual como los puede haber en los partidos oficialistas".
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