Una enérgica respuesta entregó la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, a las críticas que han surgido en torno a la agenda laboral, especialmente relacionadas a la titularidad sindical. En el mundo privado han levantado voces que advierten que algunos de los cambios que se buscan implementar con el proyecto vulnerarían derechos consagrados en la Constitución Política.
El lugar elegido por la secretaria de Estado para aclarar estas inquietudes fue el Edificio de la Industria, sede de la Sofofa, en donde ayer participó de un seminario sobre la reforma laboral. Señaló que algunas impresiones sobre la iniciativa se han prestado para "simplificaciones" que son necesarias corregir.
"El proyecto de ley afirma absolutamente y no restringe la libertad sindical; más aún, de lo que se hace cargo es de las vulneraciones a los principios de libertad sindical que nos han sido representados en diversas oportunidades por los órganos de control de la OIT y por el comité de derecho económico y social de las Naciones Unidas", explicó Blanco a los asistentes, entre los que destacaban el presidente del gremio fabril, Hermann von Mühlenbrock, y el empresario y titular de la comisión laboral de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Rafael Guilisasti.
Las palabras de Blanco hacían una clara alusión a la presentación que realizó la CPC ante la comisión de Trabajo de la Cámara Baja, opotunidad en la que el gremio advirtió que la titularidad sindical vulnera la libertad sindical y de asociación, derechos que están regulados en el artículo N° 19 de la Constitución.
"Nosotros podemos aclarar todo lo que tengamos que aclarar para señalarles a quienes piensen eso, que este proyecto no tiene ningún vicio de inconstitucionalidad, ninguno. Y en eso seré muy clara", dijo Blanco al ser consultada por el tema.
En esa línea, dijo que lo que está impulsando el gobierno en términos de titularidad sindical cumple con lo que señala la carta fundamental en su artículo primero, que señala que los grupos intermedios de carácter permanente como las corporaciones, fundaciones y sindicatos, tienen un reconocimiento especial.
Esta férrea defensa responde a que la titularidad sindical es uno de los ejes principales de la agenda laboral ya que, como lo explicó la misma ministra, es base para generar relaciones simétricas entre trabajadores y empleadores.
Asimismo, insistió en que el proyecto no es pro sindical como ha manifestado el empresariado, sino que promueve el diálogo.
"Hoy tenemos que entender que los gremios y sindicatos son un medio de representación. El objetivo final es el logro de diálogo y simetría, por eso decimos que en lo conceptual está errado, no podría ser en ese sentido una reforma pro sindical", comentó.
Al ser consultada si hay apertura a realizar modificaciones al proyecto en respuesta a las inquietudes de los empresarios y de la misma Central Unitaria de Trabajadores (CUT) -que se restó de la discusión en el Parlamento hasta cuando haya retomado las conversaciones con el gobierno-, Blanco señaló que lo que se ha enviado al Congreso es un proyecto "integral y robusto", que ha nacido del diálogo con todos los actores del mundo laboral, de la evidencia comparada y de estudios que lo avalan.
"Lo que hemos enviado al Congreso es un proyecto que nosotros creemos le hace bien al país. Ahora, el diálogo que se abra en la etapa legislativa es un diálogo que nosotros respetamos y así está en las facultades por cierto a los parlamentarios en orden a tener ese debate", afirmó.
El presidente de la Sofofa se encargó de responder inmediatamente estas declaraciones, indicando que ven limitación de libertades pero aún no han analizado en profundidad el tema, pero será estudiado por los abogados de la entidad gremial.
Con todo, Von Mühlenbrock dejó en claro que la refoma ha distanciado al empresariado del gobierno. "No nos han escuchado mucho", declaró, añadiendo que si los parlamentarios consideran que sus ideas hay que incorporarlas en el proyecto sería "fantástico" y si no, "habrá que seguir trabajando".